Cuando ir al psicologo. Tips para tomar una decisión a tiempo
En algún punto de nuestras
vidas, todos podemos sentirnos sobrepasados por la situación en que
estamos y en la necesidad de pedir ayuda para resolverla. Sin embargo
muchas veces nos demoramos en pedir ayuda debido a que no sabemos en qué
criterios basarnos para tomar la decisión ¿Cuáles son los indicadores
de que necesito consultar a un psicólogo? ¿Qué tipos de tratamiento
existen? ¿Es realmente efectiva la psicoterapia? Éstas y otras preguntas
respondidas a continuación. ¿Cuándo es necesario consultar a un psicólogo? Por
desconocimiento y prejuicios relacionados a la Psicología, muchas
personas aún asocian la idea consultar a un psicólogo con el
padecimiento de graves enfermedades mentales o con una falta de
fortaleza para manejar los propios problemas. Esto constituye,
simplemente, uno de los tantos mitos asociados a esta profesión. En
la actualidad, los motivos de consulta psicológica más comunes están
asociados al estrés, ansiedad, depresión, dificultades en las relaciones
familiares y de pareja, dificultades de sueño y en relación a la
sexualidad. Es muy probable que todos nosotros podamos reconocernos en
cierta medida en estas temáticas, ya que a lo largo de nuestra vida
todos pasamos por crisis vitales que nos desestructuran transitoriamente
y nos vuelven más vulnerables psicológicamente. A veces nuestra
capacidad para adaptarnos es suficiente para sobrellevar una crisis
vital sin inconvenientes, pero en ocasiones ésta nos sobrepasa y afecta
negativamente diversas áreas de nuestro funcionamiento y nuestra
experiencia emocional. En
estos momentos, un pedido de ayuda especializada puede marcar una gran
diferencia. Esperar demasiado para solicitar asistencia psicológica
puede agravar una situación que de haber sido atendida en su momento se
habría resuelto con menor dificultad. Existen ciertos indicios que
puedes tener en cuenta para saber si es necesario consultar a un
psicólogo. Por ejemplo:
¿Cuál es la diferencia entre orientación y psicoterapia? Consultar
a un psicólogo no implica necesariamente iniciar un proceso
psicoterapéutico. Dependiendo de la temática y gravedad del problema que
el consultante traiga, el psicólogo clínico evaluará la utilización de
las herramientas más adecuadas a la particularidad del caso. Algunas
veces las personas no han podido resolver ciertas dificultades
simplemente por una cuestión de desconocimiento o desinformación y unas
sesiones de orientación y psicoeducación pueden ser suficientes para
ayudar al paciente a encontrar el camino que lo llevará a resolver su
conflicto. Otras veces, las dificultades se asientan en un desequilibrio
más importante y se requiere un tratamiento más prolongado y un
esfuerzo colaborativo entre paciente y terapeuta para resolverlo. Veamos dos ejemplos para ilustrar esta diferencia: Dos pacientes acuden a consulta por el mismo problema, están experimentando muchas dificultades para conciliar y mantener el sueño.
El primero le cuenta al psicólogo que debido a sus dificultades para
dormir por la noche, toma largas siestas por la tarde y consume bebidas
energéticas durante el día; finalmente por la noche cena abundantemente y
toma medio litro de vino porque el alcohol suele ayudarle a dormir. El
segundo paciente no tiene ninguno de los comportamientos del primero,
pero sí experimenta elevada ansiedad durante todo el día, se preocupa
excesivamente por detalles sin "importancia" y no puede soportar la idea
que algo no salga como lo planea, lo cual le genera un nerviosismo
constante y en ocasiones incluso palpitaciones; por la noche no puede
conciliar el sueño debido a que no puede frenar sus pensamientos de
preocupación respecto a todo lo que tiene que hacer al día siguiente. Más
allá que el problema presentado por ambos sea el mismo, los mecanismos
que lo mantienen son muy distintos. En el primer caso, el sujeto está
llevando a cabo comportamientos de sueño que son desadaptados,
probablemente debido a que no ha sido lo suficientemente informado al
respecto y porque posee algunos mitos sobre el tema (por ejemplo, que el
alcohol ayuda a dormir. Si bien esto puede ser en principio cierto, el
alcohol altera los patrones de sueño haciéndolo menos reparador y
provocando dificultades en el mantenimiento del mismo. En este sentido, algunas sesiones de orientación y psicoeducación donde
se enseñe comportamientos más funcionales sobre el sueño, se disuelvan
ciertos mitos al respecto, y se evacúen dudas podrían solucionar el
problema del paciente de manera sencilla, evitando que la situación se
agrave y las dificultades comiencen a presentarse en otras áreas de su
vida. En el segundo caso vemos que además del insomnio, el paciente
presenta muchos otros síntomas típicos de un trastorno de ansiedad. En
este caso, el insomnio se presenta como una consecuencia (sumada a
muchas otras: ansiedad, palpitaciones, preocupación, irritabilidad,
elevada autoexigencia) de una problemática central con mayor grado de
sufrimiento que para resolverse requerirá de un tratamiento
psicoterapéutico de mayor duración con objetivos acordados entre ambas
partes que probablemente incluirán un cambio de pensamientos,
sentimientos y conductas. ¿Ver a un psicólogo realmente va a ayudarme? Aún
existe cierto escepticismo acerca de la ayuda profesional de un
Psicólogo y es importante aclarar la razón de ello. En las últimas
décadas, numerosos abordajes terapéuticos han sido científicamente
respaldados en el tratamiento de muchas condiciones mentales. Sin
embargo, a pesar de la evidencia a favor que estos tratamientos tienen,
sigue siendo poca la gente que accede a nosotros al
realizar una consulta psicológica. Esto se debe a la existencia de una
brecha entre investigación y práctica clínica, la cual, afortunadamente,
se está reduciendo en las nuevas generaciones con un mayor uso de
tratamientos basados en la evidencia. Cada
vez más, las investigaciones apoyan la idea de que la salud física y
emocional están fuertemente vinculadas, por lo cual ver a un psicólogo
puede repercutir positivamente en la salud global de las personas. En el
mismo sentido, hay evidencia consistente de que las personas con
problemas emocionales que tuvieron varias sesiones con un psicólogo se
encontraron en mejor estado que aquellos que no fueron tratados y el 75%
de ellos habían mejorado luego de seis meses de tratamiento.
En resumen, la evidencia
científica es realmente fuerte respecto a la efectividad de varios
tratamientos psicológicos sobre la salud global de las personas. No
obstante, es necesario tomar estos datos con cautela y no
generalizarlos. El asunto sobre la efectividad de la psicoterapia es un
tema muy discutido y si bien la utilización de prácticas de salud
basadas en la evidencia aporta ciertas garantías a la efectividad del
tratamiento, también se ha visto que la relación terapéutica entre
paciente y psicoterapeuta posee una magnitud considerable. No todos los
psicólogos que ofrecen psicoterapia están entrenados en prácticas de
salud basadas en la evidencia, así como no todos los psicólogos que
están entrenados en estas prácticas son capaces de establecer una
relación terapéutica efectiva. En consecuencia, no es fácil dar una
respuesta a la pregunta que titula esta sección y en última instancia
eso dependerá de la la elección del profesionalque cada persona haga. Y
tú ¿Has tenido dificultades para tomar la decisión de ir al psicólogo?
¿Agregarías alguna otra recomendación además de las que hemos dado?
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http://www.psicologosmontevideo.com/psicoterapeuta-gonzalo-cosenza
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