Entradas

Mostrando entradas de septiembre 11, 2009

Sanar el trastorno bipolar, integrar los contrarios en el interior

Imagen
El estado de ánimo no es algo constante en ningún ser humano. Como en una danza oscilante, damos pasos armónicos hacia valores negativos y positivos de cada emoción en función de las melodías que toquen instrumentos internos y externos en cada circunstancia: de estar contentos pasamos a la pena, del entusiasmo a la decepción, de la risa al llanto, de la euforia a la melancolía, etc. Es más, ninguno de estos polos de cada emoción existe sin el otro, como no existe la sombra si la luz. ¿Qué ocurre cuando la persona pasa del extremo del extremo de un polo, al extremo del extremo del otro, sin causas que justifiquen tal desconcierto? Es entonces cuando hablamos del trastorno bipolar, lo que antes se llamaba psicosis maniaco-depresiva. La persona que durante un espacio de tiempo se encuentra estable, pasa a una especie de encierro melancólico, se muestra apática, deja de relacionarse con los demás, pierde el apetito, se le altera el ritmo del sueño, entre otros síntomas; más adelante, como