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Mostrando entradas de junio 8, 2014

Cómo y por qué evitar el castigo físico en niños

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Cuando nacemos, los seres humanos poseemos similares respuestas a estímulos que tenemos cuando ya somos mayores: el placer, la sorpresa, la ira, la angustia, la vergüenza, el asco, etc. A medida que crecemos, estas respuestas se combinan con la experiencia para formar una vida emocional más compleja. Aún en países desarrollados, todavía hay muchísimos adultos que aprueban el castigo físico a pesar de que las evidencias apuntan a que, no sólo no funciona, sino que empeora las cosas, además de que hay alternativas eficaces. El castigo físico implica el uso de la fuerza corporal con la intención de que el niño experimente incomodidad y dolor con el fin de corregir su conducta. Esto incluye nalgadas, golpes, bofetadas, pellizcos, azotes, etc. Por ejemplo, en Estados Unidos el 60% de los adultos aprueba el castigo físico a niños, además, en 19 estados de ese país, el castigo corporal por parte de maestros es legal en las escuelas. Las investigaciones demuestran que los niños que