Hablando de autismo
Me gustaría contaros lo que ven mis ojos sobre el autismo sin ser una profesional experta en los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Soy una profesional con ansias de conocimiento, de ampliar mis miras y de poder conocer de cerca los problemas que afectan, de una forma u otra, a las personas. No pienso ponerme a deletrear en este artículo todo lo que recoge el DSM V, sobre los Trastorno del Espectro Autista, ni entrar en dilatada y controvertida discusión de porqué el Síndrome de Asperger desaparece de tal manual diagnóstico. No pienso hablar de etiquetas, ni de enfermedades qué no lo son, ni de personas desconsoladas y aisladas en su “propio mundo”, de niños y niñas sin posibilidad de estudiar o formarse, ni de niños incapaces de relacionarse, de hablar, de interaccionar, porque no sería veraz. No pienso hablar de mitos, sino de realidades de las que no se suele hablar cuando se pronuncia la palabra autismo. Voy a hablar del autismo como yo la he vivido durante estos intensos día