Con la perfección en mente

El David de Miguel Ángel, obra maestra indiscutible de la escultura, ya estaba en el bloque de mármol antes de desbastarlo, según el autor. Lo mismo ocurre con todo lo que nosotros observamos en la realidad en función de nuestra formación: el conocimiento cambia la percepción de la realidad. Los Medicis, mecenas de nuestro artista, encargaron a Miguel Ángel, cuando este tenía 26 años, una escultura para la plaza principal de Florencia. La búsqueda del bloque de piedra adecuado duró dos años hasta que encontró un gran bloque de mármol proveniente de los Alpes. Estudió cada palmo del bloque hasta que fue capaz de visualizar a su David , estatua de cinco metros y medio. Lleno de inspiración, mandó a sus ayudantes traer dicho bloque a su estudio. Ahí comenzó su dura tarea de darle forma, se pasó semanas en estado de flow cincelando, puliendo y abrillantándolo, tanto que le llegaron a sangrar incluso las manos. El día de mostrar la esta...