Trastorno afectivo estacional

Maggie comenzó su tercer año de la escuela secundaria con excelente energía. No tenía problemas para mantener al día su trabajo escolar y participaba en varias actividades después de la escuela. Pero después de las vacaciones por el Día de Acción de Gracias, comenzó a tener dificultad para terminar las lecturas asignadas y tenía que hacer más esfuerzo para trabajar bien. No podía concentrarse en clase y después de la escuela todo lo que quería hacer era dormir. Sus notas comenzaron a bajar y rara vez sentía ganas de socializar. Hasta entonces Maggie siempre había sido puntual, pero empezó a tener problemas para levantarse a tiempo para llegar a la escuela y durante el invierno tuvo muchos ausentes o llegó tarde muchos días. Al comienzo sus padres pensaron que ella estaba aflojando el ritmo de trabajo. Estaban molestos con ella, pero pensaron que se trataba sólo de una etapa - especialmente porque su energía finalmente regresó en la primavera. Pero cuando en noviembre volvió a sucederle...