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Mostrando entradas de noviembre 12, 2016

La experiencia del dolor

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Y a sea que nos taladre la cabeza, nos pinchemos el pie o nos desgarremos la espalda, el dolor nace siempre en el cerebro. El dolor va más allá de una mera experiencia somática. Al tiempo que despierta sensaciones, sucumbe a la fuerza controladora de la mente. Pongamos el ejemplo de un niño asombrado por el brillo de la nueva placa de la cocina vitro-cerámica. Curioso, acerca su manita a la placa incandescente. ¡Ay! exclama mientras la retira. El dolor le ha avisado. Las lágrimas desaparecen rápido, pero en su memoria se graban las huellas permanentes de este suceso doloroso. Es muy probable que el niño no vuelva a poner la mano sobre una placa incandescente. A pesar de esto, no será ésta la última experiencia parecida, pues el dolor, como la respiración, forma parte de la vida. Esta alarma corporal resulta imprescindible. Al no percibir el daño corporal en su momento, debemos aprender, con gran esfuerzo, a conocer los peligros. Os voy a remitir a un ejemplo que en su día me co