Para qué hacer terapia
Nadie duda en reconocer la
necesidad de respirar, o alimentarse…¿Por qué poner en duda la
necesidad de pedir ayuda?...Como toda necesidad no reconocida y
satisfecha, esto suele terminar siendo toxico para el psiquismo.
Un inconveniente que suele
surgir al realizar un proceso terapéutico , es que, como el ser humano
es un ser de hábitos (por lo menos hasta que se los despoje), no es
suficiente con desear liberarse del malestar para que esto ocurra. Su
situación personal es que suele estar pisando la madera que desea
levantar, es decir, esta identificado con una manera de ser, un modo
de comportarse que provoca la aparición del malestar que posee.
Esto puede provocar cierta resistencia a un proceso de cambio que
surge espontaneamente, entre otras cosas, por el solo hecho de
escucharse decir lo que pronuncia en sesión. Se trata de vivir para
crecer…sin embargo crecer implica duelar el pasado, sea remoto o
cercano, dejarlo ir para poder vivir en el presente, en el único
momento realmente vivo que es el presente. Y esto requiere que
nuestro ser se metamorfosee, se actualice, que nuestro comportamiento
se modifique para lograr un equilibrio auténtico. Es la
supresión, la pérdida de nuestra capacidad de ajuste creativo por
evitación del dolor, por intentar evitarlo, lo que nos hace tropezar una
y otra vez con la misma piedra….mejor dicho malestar y dolor…ese
mismo dolor que se quiso evitar.
El año pasado oí una historia sobre un hombre que llama a la puerta de la alcoba de su hijo y dice:
- ¡Jaime despierta!
Jaime responde:
- No quiero levantarme papá.
El padre le grita:
- ¡Jaime despierta, tienes que ir a la escuela!
- No quiero ir a la escuela.
- ¿Por qué no?
- Por tres motivos: porque es aburrido, porque los niños se burlan de mi y porque odio la escuela
- Pues bien, voy a darte tres razones por la cuales debes ir a la escuela: porque es tu deber, porque tienes cuarenta y cinco años y porque eres el director.¿Quién puede decir estar exento?.
- ¡Jaime despierta, tienes que ir a la escuela!
- No quiero ir a la escuela.
- ¿Por qué no?
- Por tres motivos: porque es aburrido, porque los niños se burlan de mi y porque odio la escuela
- Pues bien, voy a darte tres razones por la cuales debes ir a la escuela: porque es tu deber, porque tienes cuarenta y cinco años y porque eres el director.¿Quién puede decir estar exento?.
¿Para qué hacer terapia? , para hacer una nueva síntesis del propio ser que permita vivir actualizadamente en el aquí y ahora.
Pero este ajuste, no lo olvidemos, implica entrar en contacto con el
dolor, sí o sí y esto no lo podemos hacer solamente solos.
En una terapia, no se trata
de que el terapeuta diga a la persona lo que tiene que hacer, sino
facilitar que la persona observe lo que esta haciendo y que por y para
sí misma produzca, invente algo para hacer al respecto.
Los distintos tratamientos tienen por objetivo en Anteroos:
1. No solo aliviar el
malestar, sino también generar las condiciones optimas para que cada
cual encuentre por sí mismo el camino que permita dar verdaderas respuestas a su aflicción.
Procurarle al paciente los medios para descubrir sus dificultades y
desarrollar sus capacidades creadoras, promoviendo el desarrollo de
sus vínculos sociales.
2. Promover el reconocimiento de los integrantes del grupo familiar, su aceptación y asimilación, al mismo tiempo que la diferenciación de los mismos.
3. Ofrecer un tratamiento innovador y singular, es decir, identificar la particularidad de cada caso, pudiendo brindar de esta manera una respuesta adecuada al motivo de la consulta.
4. Procurar un tratamiento individual y globalizado fundado en el abordaje interdisciplinario.
5. Promover y facilitar el desarrollo de la resilencia. La resilencia consiste en la capacidad de las personas de afrontar situaciones adversas, resolverlas e incluso, salir fortalecidos de las mismas.
2. Promover el reconocimiento de los integrantes del grupo familiar, su aceptación y asimilación, al mismo tiempo que la diferenciación de los mismos.
3. Ofrecer un tratamiento innovador y singular, es decir, identificar la particularidad de cada caso, pudiendo brindar de esta manera una respuesta adecuada al motivo de la consulta.
4. Procurar un tratamiento individual y globalizado fundado en el abordaje interdisciplinario.
5. Promover y facilitar el desarrollo de la resilencia. La resilencia consiste en la capacidad de las personas de afrontar situaciones adversas, resolverlas e incluso, salir fortalecidos de las mismas.
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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