Cátedra advierte peligros de cambio de nombre y sexo



El País,(Por Sebastián Cabrera)
Thursday, 18 de December de 2008
¿Es necesario cambiar el nombre de un niño transexual para que pase a ser del otro sexo? A la cátedra de psiquiatría infantil no han llegado casos de ese tipo, pero sí se ha pedido cambio de nombre para niños con trastornos en órganos genitales.


El proyecto de ley de cambio de nombre y sexo registral -que recibió media sanción en el Senado y apunta a personas que se sienten de un sexo y pertenecen a otro- abrió la polémica, al permitir la modificación registral a niños y adolescentes.

Laura Viola, profesora titular de la Clínica de Psiquiatría Infantil de la Facultad de Medicina, dijo a El País que el proyecto debería ajustarse ya que refiere exclusivamente a la transexualidad. Y también advirtió que deberá haber máximo cuidado al aplicar la norma en la adolescencia, ante posibles "alteraciones de la percepción".


En cambio, desde el centro de estudios de género y equidad -cuyos técnicos elaboraron el proyecto junto a la senadora frenteamplista Margarita Percovich- se afirma que cerca del 90% de los transexuales ya se manifiestan en la niñez. En ese sentido, el psicólogo y sexólogo Ruben Campero indicó que el proyecto de ley es "revolucionario" al habilitar el cambio en la niñez.

El texto votado el miércoles en el Senado permite iniciar el trámite ante juzgados de familia a los menores de 12 a 17 años, sin necesidad de aval paterno. En el caso de los niños menores de 12 años, deben ir acompañados de los padres.

EXPERIENCIA
Aunque se trata de un trastorno con incidencia baja en la infancia, Viola se ha enfrentado a muchos casos de niños y preadolescentes transexuales, pero nunca se manifestó la necesidad de cambiar el nombre ni hubo pedidos de los padres en esa línea.

Su experiencia en la materia es clara. "Las veces que nos hemos enfrentado a un cambio de nombre en niños es porque hay una patología médica: el menor puede tener apariencia física de niña pero es del otro sexo, por sus órganos sexuales. Pero la ley habla de la transexualidad, es decir, del sentimiento íntimo de pertenecer al otro sexo", indicó.

Viola advirtió que recién nace una "identificación fuerte" con el sexo en la medida que avanza la infancia y se acerca la etapa de desarrollo. Por eso, a su juicio, se deberían diferenciar las etapas de la niñez, ya que en este tema "no es lo mismo" un niño de seis, que uno de nueve o de doce años.

Viola recomienda analizar caso por caso, con los asesoramientos técnicos adecuados. "Más allá de la voluntad del niño, él no puede prever las consecuencias que tendrá en su futuro. Por eso, debemos orientarlo", sostuvo. En cuanto a los adolescentes, la necesidad del cambio del sexo registral es más clara, pero la profesora advirtió que hay que estar "absolutamente seguros" de que "el deseo de cambio sea real y que esto no forme parte de otras alteraciones o patologías", como la alteración de la percepción de la realidad.

MODIFICACIÓN
Campero, corredactor del proyecto, considera que la ley es revolucionaria porque visibiliza el tema de la transexualidad también en la infancia y en la adolescencia. "Lo más importante es que exista la posibilidad de hacer el cambio de nombre en niños y adolescentes, como un recurso más. No es que sí o sí vayan a cambiar. Que la familia sepa que puede existir un cambio redunda en mejores efectos terapéuticos", insistió.

En el 90% de los casos de transexualidad, la situación ya suele manifestarse en la infancia. En algunos casos se da el "closet trans": actuar para protegerse, según el psicólogo Campero. Pero, a su juicio, la transexualidad puede manifestarse a los cinco o seis años. "Si la cultura en que nacés te dice que las niñas juegan con muñecas, los niños que se sienten niñas usan ese recurso para reafirmar lo que sienten", explicó.

Y deslizó una visión crítica sobre cómo suelen tratarse estos casos: "Si un niño presenta una discordancia en la infancia, le cae todo el arsenal terapéutico para intentar ajustarlo a lo que se supone tiene que sentir. Y eso no tiene éxito, ya que si en la infancia hay manifestaciones de trastorno de la identidad y género, eso seguirá".

Los menores "trans" enfrentan una situación mayor de vulnerabilidad adicional, afirmó Campero, ya que sufren expulsión precoz de ámbitos familiares, a lo que luego se agrega abandono de la clase, situación de calle y prostitución.

Baño para transexuales
En Kampang, un lejano poblado rural en el noreste de Tailandia, se dio un hecho inédito a mediados de este año: una escuela del lugar instaló un baño para alumnos transexuales. El director de la institución explicó que algunos alumnos expresaban "el deseo de ser niñas" y "eran molestados constantemente" por sus compañeros al usar el baño de varones, al tiempo que las niñas "no se encontraban cómodas" si usaban su baño. Así, se decidió colocar un baño especial con el letrero que muestra la imagen. Esta semana, cuando se votó el proyecto de ley de cambio de nombre y sexo registral, el senador blanco Ruperto Long mencionó el tema de los baños y preguntó si los transexuales que cambien el nombre irán a baños o vestuarios masculinos o femeninos. Más allá de los baños, los partidarios de la ley mencionan los habituales problemas de discriminación a los que se enfrentan los transexuales. "Es habitual que una sala de espera médica una mujer sea llamada con el nombre de un hombre", explicó el psicólogo Ruben Campero. Y mencionó un caso peculiar que se dio hace pocos años, cuando una transexual uruguaya con cirugía se casó y también se cambió el nombre en Italia. Luego vino a Uruguay y murió por una enfermedad crónica a los 50 años. "Ahí apareció el problema de quién era ella, porque no existía en Uruguay. Fulana de tal no existe, sí existe fulano de tal. Eso generó todo tipo de problemas, al punto de que la enterraron y la desenterraron", contó Campero.


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