El deporte y la adolescencia

Nicolás Banti - nicobanti@hotmai.com

Introducción

Mediante la presente monografía, trataré de investigar la relación existente entre la práctica
deportiva y la adolescencia, sus beneficios y la importancia que esto tiene para el desarrollo
muscular y fisiológico del individuo. Así mismo se hará hincapié en la importancia de una
buena nutrición desde las edades tempranas y sobre las enfermedades que pueden llegar
aparejadas con la práctica del deporte si el adolescente no se encuentra informado.
Definiendo conceptos
Antes de intentar desarrollar el tema “El deporte y la adolescencia”, es necesario establecer
una definición de lo que se conoce como ‘deporte’ y las características principales del período
de adolescencia.
Deporte
El deporte es toda aquella actividad en la que se siguen un conjunto de reglas, con frecuencia
llevada a cabo con afán competitivo. Como término solitario, el deporte se refiere normalmente
a actividades en las cuales la capacidad física del competidor son la forma primordial para
determinar el resultado (ganar o perder); por lo tanto, también se usa para incluir actividades
donde otras capacidades externas o no directamente ligadas al físico del deportista son
factores decisivos, como la agudeza mental o el equipamiento. Tal es el caso de, por ejemplo,
los deportes mentales o los deportes de motor. Los deportes son un entretenimiento tanto para
quien lo realiza como para quien lo ve. Aunque frecuentemente se confunden los términos
deporte y actividad física, en realidad no significan exactamente lo mismo. La diferencia radica
en el carácter competitivo del primero, en contra del mero hecho de la práctica del segundo.
Daremos también la definición de actividad física, ya que considero es la que más se adecua a
las necesidades de este trabajo. La actividad física es todo tipo de movimiento corporal que
realiza el ser humano durante un determinado periodo de tiempo, ya sea en su trabajo o
actividad laboral y en sus momentos de ocio, que aumenta el consumo de energía
considerablemente y el metabolismo de reposo, es decir, la actividad física consume calorías.
Más adelante se desarrollará con más profundidad esta temática.
Adolescencia
Ante todo, un adolescente es un Homo sapiens, que atraviesa una etapa especial de su ciclo
de vida. Pero, ¿qué es ser hombre? De acuerdo con la clasificación biológica, los humanos
pertenecemos al reino Animalia, clase Vertebrata, orden Primates, familia Homínidos, género
Homo, especie Sapiens. Pero esta definición, de carácter biológico, es insuficiente a la hora de
definir a la especie humana. Los humanos nos diferenciamos del resto de los animales por
nuestra capacidad de razonar, hablar, pensar y vivir en sociedad. Además, somos los únicos
que tenemos la inteligencia necesaria para transformar la naturaleza de acuerdo a nuestras
necesidades. Resumiendo, la diferencia esencial que tenemos con el resto de los seres vivos
es la presencia de cultura.
La adolescencia podría definirse como el período de la vida de una persona que marca la
transición entre la niñez y la adultez. Desde la etimología, la palabra “adolescente” proviene del
verbo latino adolescere, que quiere decir “crecer”. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la adolescencia comienza a los diez años. Los cambios físicos típicos de este período
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suelen darse antes en las mujeres que en los hombres. Durante la adolescencia, los cambios
que se producen, están relacionados con la inteligencia, la fuerza, la imaginación, la
sexualidad, la búsqueda de libertad e individualidad y la perseverancia en metas personales.
La salud del adolescente y el deporte
Las infecciones en el deporte
Distintos tipos de infecciones pueden adquirirse, directa o indirectamente, a través de la
práctica del deporte. Algunas se relacionan con la actividad deportiva en sí; otras, en cambio,
están asociadas a hechos vinculados, como el uso de vestuarios, los viajes, y la utilización del
tiempo libre.
Las infecciones más frecuentes son consecuencias de heridas, lesiones o traumatismos. La
causa mayor de traumatismos no fatales es la actividad deportiva. Muchos de los traumatismos
producen fracturas o heridas que pueden infectarse. Las bacterias, como los estreptococos y
los estafilococos, causan la mayoría de las infecciones y, en casos excepcionales, puede
aparecer el tétanos, dado que los campos deportivos están contaminados con esporas de
Clostridium tetani. Para evitar este tipo de complicaciones es imprescindible lavar profusa y
adecuadamente las heridas, utilizar antibióticos como profilaxis, y revisar las inmunizaciones
contra el tétanos. Si no se hubiera recibido la vacuna en los últimos diez años, debe aplicarse
rápidamente una dosis de refuerzo. Cuando el traumatismo se acompaña de sangrados
importantes debemos, además del rápido lavado, tener en cuenta la situación de la persona
afectada, por el riesgo de la transmisión del Virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) o la
hepatitis B. Si bien la transmisión de estos virus es excepcional, puede ser necesaria la
profilaxis con medicamentos, en el caso del VIH y gammaglobulina o vacuna para la hepatitis
B, si el afectado es positivo.
En el deporte o recreación en el agua (natación), las infecciones asociadas son la conjuntivitis,
otitis externa y gastroenteritis. Es importante, en estos casos, consultar rápidamente para
recibir las indicaciones médicas que correspondan según el tipo de infección.
Los vestuarios de los clubes o de campos deportivos, por su ambiente húmedo y el contacto
íntimo de las personas, son lugares propicios para la transmisión de infecciones respiratorias,
como gripe, anginas, resfrío, entre otras. Para evitar alguna de ellas, es recomendable la
vacunación anual contra la gripe, dado que dentro de las infecciones respiratorias es la más
severa. En estos ambientes también se transmiten fácilmente las infecciones por hongos, como
el pie de atleta.
La importancia de la nutrición
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Todas las personas necesitan una alimentación sana, tanto si siguen una dieta para adelgazar
o no. La pérdida permanente de peso requiere cambios en la forma de alimentación, pero
también hábitos de ejercicio físico. Sin embargo, muchas dietas para adelgazar resultan
demasiado intensas para poder mantenerlas durante un período prolongado. Un primer
requisito es consultar a profesionales médicos y nutricionistas, para lograr un adecuado
equilibrio en el plan alimentario recomendado, que además debe adecuarse a la edad, el sexo
y la actividad que la persona desarrolle. La misma dieta no es válida para todas las personas.
Debe considerarse no sólo la cantidad sino también la calidad, la cantidad, la armonía y la
adecuación de los alimentos que se consumen; además, es preciso hacer una selección
correcta de ellos (50-60% de hidratos de carbono; 15-20% de proteínas; 25-30% de grasas)
La siguiente tabla contempla el consumo diario de calorías para una actividad promedio
durante el período de la adolescencia. Habrá que reducirlas para bajar de peso y aumentarlas
para subir. El médico debe indicar cuál es el nivel recomendado para cada uno.
EDAD (en años) CALORIAS (por kg) CALORIAS (por día)
11-14 (promedio) 55 2500
15-18 (promedio) 45 3000
19-24 (promedio) 40 2900
Los malos hábitos alimentarios o un plan inadecuado por falta de nutrientes o calorías provocan
serios trastornos en la salud. Entre los factores que ponen en peligro la salud del ser humano
actual, la obesidad, la desnutrición o hiponutrición, la contaminación alimentaria y el consumo
de comidas rápidas y desbalanceadas en nutrientes se suman a trastornos de índole psíquica y
social, como la bulimia y la anorexia.
El deporte en la adolescencia
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En general, la práctica deportiva estimula los procesos vitales y favorece a los sistemas
respiratorio y circulatorio, debido a la mayor demanda de energía y de oxígeno y al aumento de
las frecuencias respiratorio y cardiaca. También mejora el sistema osteoartromuscular por el
aumento en la fuerza y la resistencia muscular, así como la funcionalidad de las articulaciones.
La práctica deportiva tiene incidencia sobre nuestro sistema nervioso, porque estimula la
formación de endorfinas, que provocan sensación placentera, y también la psiquis, al generar
buen ánimo, buen humor.
La vida sedentaria puede derivar en un deterioro paulatino de algunas funciones físicas, de ahí
la importancia de realizar ejercicios. En nuestro país, la educación física en las escuelas ha
tenido un gran desarrollo gracias al Dr. Enrique Romero Brest, quien fuera el promotor de la
inclusión de la educación física en el currículo de las escuelas argentinas desde fines del siglo
XIX. La oferta deportiva es amplísima. Culturalmente existe la tendencia a la elección de los
deportes más “mediáticos”, más difundidos.
Así mismo, existen deportes considerados sin riesgo y beneficiosos, deportes discutibles, y
deportes con riesgo:
Deportes sin riesgo y beneficiosos
· Natación
· Ciclismo
· Básquet
· Patinaje
Deportes discutibles
· Tenis
· Squash
· Equitación
· Danza clásica
· Judo
· Esgrima
· Esquí
Deportes con riesgo
· Rugby
· Fútbol
· Wind Surf
· Esquí náutico
·
Además de ayudar a prevenir enfermedades, se ha demostrado que los adolescentes que
practican deportes regularmente consumen menos drogas.
Biológicamente, la actividad física practicada regularmente produce un aumento del nivel de los
neurotransmisores como la serotonina, dopamina, epinefrina, las cuales nos producen una
sensación de bienestar, y reducen la tensión muscular causada por la ansiedad.
Conclusiones
A partir de lo investigado es posible reconocer la importancia que el deporte y la actividad física
presentan durante la etapa de la adolescencia.
Esta, justamente, se caracteriza por una gran cantidad de cambios que se producen tanto en la
esfera física como psíquica, determinando un nuevo esquema corporal que requiere aceptación
e incorporación.
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Para mantener y cuidar este nuevo cuerpo es fundamental una alimentación completa,
adecuada y variada que permita no sólo la incorporación de nutrientes básicos sino el aporte de
energía necesaria para desarrollar las diferentes actividades, entre ellas, la actividad física y el
deporte.
Son innegables los beneficios que estas actividades aportan al organismo en la fuerza y el
desarrollo muscular, en el afianzamiento de la personalidad, en la consecución de metas
personales y en las relaciones interpersonales que se favorecen por actitudes compartidas,
solidarias y que se desarrollan en un marco saludable, alejando de esta manera la posibilidad
de enfermedades sociales, tales como las adicciones y los trastornos alimenticios.
En síntesis, el deporte en la adolescencia contribuye a preservar la salud, considerada por la
OMS como un “equilibrio bio-psico-social, esencial para el desarrollo de la vida”.
Mens sana in corpore sano
Bibliografía
 Stamboulian, D. (2000). Las infecciones en el deporte. En, Stamboulian, D. Reflexiones
sobre la salud (pp. 73-75). Buenos Aires: F.U.N.C.E.I. (Fundación centro de estudios
infectológicos)
 Valli, M., Bustos, O. (2005). Adolescencia y salud. Buenos Aires: Santillana ediciones.
 AA.VV. (2001). Biología. Madrid: Puerto de palos.
 Página web de la Asociación Argentina de Nutrición
 “Revista Consumer” (España)
 www.latinsalud.com
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