El hombre de arena en el psicoanálisis


El hombre de arena es un cuento escrito en 1817 por Ernest T.A. Hoffman y que Sigmund Freud tomó para introducir el concepto de lo siniestro o lo ominoso, en el psicoanálisis.

Dicho cuento pertenece a la colección de Cuentos Nocturnos de Hoffman y está catalogado como literatura de terror gótico.

Este cuento escalofriante, con la jugada de los diferentes sentidos que puede tomar el término ‘siniestro’, le sirvió a Freud para explicar una paradoja en la que algo que es terrorífico, resulta familiar al mismo tiempo.

Lo siniestro u ominoso en Freud

De acuerdo con el autor Felipe Galeano, en su estudio titulado: Lo ominoso y la mirada, lo real en el hombre de arena, Freud hace referencia, por una parte, a lo extraño, a lo extranjero, a lo que se encuentra fuera del sujeto, pero que, por otro lado, evoca aquello que no es extraño en absoluto, sino íntimo y propio.

Pero, ¿cómo podría ser ello posible? Para comenzar, el estudio en el Freud aborda este tema fue publicado en 1919, en donde enfatiza que lo ominoso o siniestro formar parte de lo terrorífico, o de aquello que causa angustia y horror.

Así, lo ominoso es parte de lo terrífico que resalta de lo familiar, lo antiguo, algo que subyace desde hace mucho tiempo, y para ello, le resulta conveniente traer a la palestra el mencionado cuento de Hoffman.

En el cuento, protagonizado por Nataniel, hay recuerdos de su infancia que le atormentan y le llevan al borde de la locura (adelantar más no sería lo más indicado). El personaje central puede experimentar alegría, pero no logra deshacerse de todas esas reminiscencias relacionados con la misteriosa y horrenda muerte de su padre.

Eso es solo una parte del terror que infunde Hoffman con su cuento. Pues, la verdad que el título del mismo, El hombre de arena, trae a colación otro horror, y era que para llevar a los niños tempano a la cama, la madre les amenazaba con que vendría “el hombre de arena”, el cual era un ser maligno.

Nataniel interroga a su madre por el misterioso hombre, y ella misma le explica que no tiene cabida en la realidad y es solo una manera de decir, pero, una niñera le proporcionó más información.

Esta niñera le explicó al joven que se trataba de un hombre malo que buscaba a los niños que no querían dormir, les lanzaba arena en los ojos y estos brincaban llenos de sangre de sus órbitas. Luego, los guardaba en una bolsa para llevarlos a sus hijos, quienes tenían picos, como las lechuzas, y se los comían.

Esta narración perturbó o tuvo influencia en la vida del personaje por el resto de su vida.Son muchas las conjeturas y suposiciones que se pueden extraer al analizar dicho cuento, pero, desde la óptica psicoanalítica Freud hace algunos planteamientos.

Lo siniestro para Freud

Para poder explicar cómo algo que es familiar se convierte en ominoso, Freud analiza la palabra de origen alemán unheimlich, la cual es opuesta a heimlich, la cual se traduce como íntimo o familiar.

En el caso de unheimlich, o lo ominoso, esta despierta terror porque no se conoce. De modo que heimlich se vuelve unheimlich, pero, dicho vocablo, como también advierte Freud, posee diferentes sentidos, por lo que hay un retorno a aquello que se encuentra reprimido.

Esta explicación podría funcionar para dar cuenta de las personas que hoy día tienen algunos temores que son irracionales, y aparentemente desconocidos, pero que en realidad están reprimidos desde su infancia, como cuando temen a un ser inexistente “dentro del closet”, o “el coco”, entre otros, pues, cada cultura posee algo con lo cual aterrorizar a los pequeños.

Volviendo al cuento de Hoffman, es posible notar que hay mucho más por dilucidar. Por ejemplo, perder la vista o herirse los ojos es una angustia infantil que perdura en la vida adulta. De allí que muchas personas refieran que deben cuidar algo “como a sus propios ojos”.

Este temor a la ceguera puede equipararse, psicoanalíticamente, a la angustia que produce la castración.

Vale mencionar que no todo lo desconocido debe producir terror, pero sí puede convertirse en siniestro si a esta novedad se le agrega algo que ya existe reprimido.

Nataniel llega a los extremos de lo ominoso cuando cree descubrir que el hombre de arena es un personaje llamado Coppelius, un demoniaco que, según él, fue quien dio muerte a su padre y ahora lo persigue, de forma psicótica.

Para descifrar un poco más este vocablo de unheimlich, vale recordar la definición que Shelling hace de él, para quien, unheimlich es todo aquello que está destinado a permanecer oculto o secreto, pero que sale a la luz, y allí muestra el rostro de lo familiar.

El psicoanálisis nos ha dado muchos conceptos para pensar y analizar con profundidad, y lo siniestro no deja de ser uno. Cada día, son más los estudios que se aventuran a indagar sobre el enigmático significado de esta palabra.


Bibliografía

  • Arias, Felipe. (2009). Lo ominoso y la mirada, lo real en el hombre de arena. // The ominous and the look, the real in the «Sandman».. Affectio Societatis. 6.
  • Freud, S. (1973). CIX. Lo Siniestro. Obras completas3.
  • Kristeva, J., & Vericat, I. (1996). Freud:“heimlich/unheimlich”, la inquietante extrañeza. Debate feminista13, 359-368.
  • Oyarzún, P. (2003). La cuestión de lo siniestro en Freud. Revista de Teoría del Arte, (8), 53-94.

https://www.psicoactiva.com/blog/el-hombre-de-arena/ 

http://www.psicologosmontevideo.com/gonzalo-cosenza-psicoterapeuta

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es el fotolenguaje?

FODA Matemático: Cómo funciona , paso a paso

La diferencia entre adular y alabar