1 de cada 3 personas en relaciones monogámicas tendría fantasías con relaciones abiertas






En las relaciones consensualmente no monógamas las personas que las componen pueden tener más de una pareja sexual o romántica a la vez. Tras evaluar las consultas web anónimas de cientos de miles de usuarios de motores de búsqueda de Google durante un período de 10 años (2006-2015), investigadores encontraron que las búsquedas de palabras relacionadas con el poliamor y las relaciones abiertas han aumentado significativamente con el tiempo. Esta investigación destacó también que la magnitud de la correlación entre las consultas web de relaciones no monógamas consensuadas y el tiempo fue significativamente mayor que las consultas web populares durante el mismo período de tiempo, indicando un patrón único de gran interés en el poliamor y las relaciones abiertas (Moors, 2017). A estos datos se suman las crecientes representaciones en medios populares de la industria audiovisual, mayor cobertura de medios de comunicación, y la proliferación de libros y guías sobre cómo llevar adelante una relación no monógama consensuada.

¿De qué se tratan las relaciones no monógamas consensuadas? De manera muy breve, podemos decir que estos acuerdos incluyen, entre otras conductas, relaciones abiertas (los miembros de la pareja se permiten tener relaciones sexuales fuera de la pareja); poliamor, que implica tener relaciones íntimas con más de una pareja a la vez; voyeurismo en el que uno de los miembros de la pareja observa al otro cuando mantiene relaciones sexuales con otra persona.

Recientemente, un equipo de investigadores quiso saber qué tan común puede ser fantasear con relaciones no monógamas consensuadas entre las personas que se encuentran en una relación monógama, qué fantasías de este estilo son más populares y quiénes están interesados en ellas.

Metodología: para averiguarlo, llevaron a cabo una encuesta online de la que participaron 822 personas adultas, las cuales informaron encontrarse actualmente en una relación monógama.

Se pidió a los participantes que describieran su fantasía sexual favorita. Las fantasías sexuales fueron definidas como “imágenes mentales que tienes mientras estás despierto y que encuentras sexualmente excitantes o eróticas”.

Posteriormente se les dio una lista de temas de fantasía sexual (por ejemplo, tener relaciones sexuales con más de una pareja al mismo tiempo, intentar algo prohibido o tabú, estar en una relación sexualmente abierta), y se les pidió que marcaran uno o más temas que sean sus fantasías sexuales favoritas.

Además, los participantes respondieron una serie de preguntas sobre su deseo de llevar a cabo su fantasía sexual y si la habían discutido con su pareja actual. Finalmente, completaron evaluaciones de ansiedad y evitación del apego, erotofilia, búsqueda de sensaciones sexuales, satisfacción en la relación y el Inventario de las Cinco Grandes Personalidades.

Resultados: tras analizar los datos el equipo encontró que el 33% de la muestra informó que su “fantasía sexual favorita de todos los tiempos” tenía que ver con pertenecer a algún tipo de relación sexualmente abierta. Además, el 80% de estos participantes indicó que quería llevar a cabo esta fantasía en el futuro (Lehmiller, 2020).

Explican los autores que esto confirma la distinción entre “fantasía sexual” y “deseo sexual”, teniendo presente que no todas las personas querían actuar sobre su fantasía.

Por otro lado, se encontró que identificarse como hombre o no binario se asoció con fantasías más frecuentes sobre relaciones no monógamas consensuadas, que identificarse como mujer; con la excepción de las fantasías voyeuristas, en las que no había diferencia de género.

Otras asociaciones con las fantasías de relaciones no monógamas consensuadas fueron no ser heterosexual, ser mayor y puntuar alto en erotofilia, apertura y búsqueda de sensaciones. Aquellos con puntuaciones más bajas de neuroticismo y satisfacción sexual/de relación también eran más propensos a informar fantasías de relación no monógama consensuada.

Señalan finalmente los autores que pocas personas (de las que informaron el deseo de realizar estas fantasías), las llevaron a cabo en la realidad, e interpretan que si se suma este dato al hallazgo de que el miedo y la falta de conocimiento se encuentran entre los mayores obstáculos percibidos para llevar a cabo este tipo de fantasías, podría ser importante la desestigmatización de tales conductas.

Referencias bibliográficas:

Lehmiller, J. J. (2020). Fantasies About Consensual Nonmonogamy Among Persons in Monogamous Romantic Relationships. Archives of Sexual Behavior. https://doi.org/10.1007/s10508-020-01788-7

Moors, A. C. (2017). Has the American Public’s Interest in Information Related to Relationships Beyond «The Couple» Increased Over Time? En The Journal of Sex Research (Vol. 54, Número 6, pp. 677-684). https://doi.org/10.1080/00224499.2016.1178208

Fuente: Psypost

http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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