El principio de Peter: ascenso e incompetencia


Libro: El principio de Peter

El principio de Peter, también denominado ‘principio de incompetencia de Peter’, sostiene que alguien puede ir en ascenso laboral hasta llegar a su más alto nivel de incompetencia.
De esta afirmación se deduce que el hecho de ser bueno en una posición no implica que se vaya a tener una participación destacada en un puesto más alto.
Esto ocurre porque muchas veces los empleados son ascendidos a cargos que requieren mayor responsabilidad y por desgracia no todos están capacitados.
Así, alguien que es bueno en un puesto comienza a ser ascendido hasta alcanzar su máxima incompetencia.

El principio de Peter: un ascenso mortal en términos laborales

Las personas que son buenas ejerciendo sus funciones generalmente tienden a ser promovidas, ya que la directiva considera que, si el empleado aporta valor a la empresa desde su posición, seguramente también lo será en otro de mayor nivel y las ganancias serán superiores.
Lamentablemente, esto no siempre ocurre así. Pues, la persona que ha recibido continuos ascensos puede llegar a ocupar un cargo para el cual no está preparada, debido a este exige más responsabilidad u otras habilidades específicas que dicho empleado no posee.
De modo que, esa persona que ascendió llega a un peldaño en el que ya no es capaz siquiera de diseñar las estrategias más adecuadas para desempeñar sus funciones, ni de crear los objetivos pertinentes para que todo  marche de forma óptima.
Este principio debe su nombre al catedrático Laurence J. Peter, quien en 1969 afirmó en su libro The Peter Principle, que:
“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse”.
Con la formulación de este principio, Peter quería dar cuenta de un grave problema que estaba observando y era que había muchas organizaciones con jefes incompetentes para su cargo.
Por supuesto, la idea no fue bien recibida en ese momento y su libro fue rechazado por muchas editoriales que no aceptaban su punto de vista y se negaban a publicarlo. Pero, hoy día se sabe que esto tienden a ocurrir en diferentes instituciones que trabajan con un nivel jerárquico.
En efecto, el educador Manuel Romero Mengotti escribió en su artículo tituladoEl principio hacia el mundo del trabajo, que el postulado de Peter también era aplicable a la esfera educativa.
Para Mengotti, en una sociedad organizada jerárquicamente, con una estructura de pirámide, el individuo tiene una tendencia natural hacia el ascenso, pero esto era un riesgo, ya que, lejos de estar en la cúspide de la pirámide, esta se comenzaba a hundir con su propio peso.

Otras consideraciones en torno al principio de Peter

Vale acotar que, antes de Laurence Peter se percatara de este asunto, ya el filósofo José Ortega y Gasset había escrito al respecto.
De manera que en el año 1920 Ortega y Gasset expresó:
“Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes”.
El filósofo español ya había observado lo que luego comenzaría a ganar auge y dar paso a los estudios de jerarquiología, a saber: las organizaciones que siguen estructuras jerárquicas se fundamentan en el axioma de mérito-recompensa.
Bajo esta premisa entonces los integrantes comienzan una cadena de ascensos indefinidos que los van llevando a ocupar puestos para lo que ni siquiera están capacitados.
¿Qué hacer entonces para no incurrir en este principio de Peter? En primer lugar, el trabajador debe tomar un examen de conciencia y ser honesto, considerando si realmente está preparado para ese puesto o no. En caso de no estarlo, solicitar a su jefe que le deje en su posición.
Por ejemplo, si un vendedor es destacado y se ha convertido en uno de los mejores en la empresa, continuar con su trabajo actual puede generar más ganancias que convertirse en un gerente.
Otra de las opciones también está en manos del empleado, pues, él puede decidir si desea continuar la carrera hacia el ascenso, adquiriendo destrezas por medio de la formación para ser efectivo en su cargo, o ceder el sitio para alguien que sí esté dispuesto.
Conscientes de esta situación, hoy día muchas empresas están mirando hacia los lados en lugar de ver hacia arriba. Es decir, están creando espacios para los movimientos laterales, suprimiendo así la verticalidad y tomando en cuenta que el crecimiento no siempre es hacia arriba.

Finalmente…

La peor consecuencia que podría derivarse del principio de Peter es que cuando un empleado llega a su nivel máximo de incompetencia, ya no tiene nada útil que producir a la empresa.
Esto trae consigo otros efectos que son negativos. Por ejemplo, el empleado se esfuerza más porque cree que su falta de rendimiento se debe a que no emplea las horas suficientes, y no que a que le falta competencia en el área.
El trabajador incrementa su ritmo hasta caer en estrès o depresión, comprometiendo su salud en general.
La mejor recomendación para evitar incurrir en el principio de Peter es, antes de renunciar al ascenso, intentar no ser ascendido, sino mantenerse dando lo mejor en su posición actual, sin sentir culpa, puesto que ser bueno en un lugar no quiere decir que se tenga la capacidad o el interés de liderar grupos.

Bibliografía

  • Aucejo, E. A. (2016). Dr. Laurence J. Peter y Raymond Hull. El principio de Peter. Editorial Plaza & Janés, agosto 1992. Revista de Educación y Derecho., (13).
  • Agis, D. F. (2007). El desarrollo del pensamiento politico de josé Ortega y Gasset. Ediciones IDEA.
  • Mengotti, M. R. (1976). Hacia el mundo del trabajo. El principio de Peter. Padres y Maestros/Journal of Parents and Teachers, (52), 26-28.
  • Peter, L. J., Hull, R., & Martín, A. (1992). El principio de Peter. Plaza & Janés.

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