Una rueda de palabras emocionales

A menudo, cuando iniciamos nuestras carreras de escritores, donde más se nota nuestra falta de pericia es en el vocabulario. Y esto, también afecta a la descripción de las emociones. Nuestros personajes están siempre felices, contentos, o tristes. O son malvados o tienen miedo. Siempre las mismas expresiones…
La palabra clave para superar este punto débil: Precisión.
Y para lograr esa precisión, tan característica de los grandes escritores, es necesario incrementar nuestro vocabulario.
Buscando una lista que me permitiera avanzar más rápido, o que fuera «fácil de usar», encontré una en inglés: Feelings wheel.
Me pareció tan interesante que decidí traducirla para los que escribimos en la lengua de Cervantes.


Investigando un poco más, descubrí que sentimientos y emociones son dos cosas diferentes; aunque para ser honesto, y al no ser este un blog de psicología, creo que nos bastará con saber que esta rueda puede ser empleada para describir estados de ánimos, sin importar si son sentimientos o emociones.
Investigando otro poco más, descubrí que hay varios autores que intentaron clasificar las emociones. Y, aparentemente, la rueda está basada en una lista elaborada por Paul Ekman (1972). Según el autor, las emociones básicas son seis:

1) Asco: lo que ayuda a elegir.

Cuando se rechaza algo, por la repugnancia que provoca, difícilmente se volverá a elegir ese objeto que desencadenó tal reacción.
La capacidad de sentir asco es innata (universal), aunque los disparadores (lo que lo provoca) varían de cultura en cultura. Por ejemplo: la percepción de comer insectos según la cultura occidental y la oriental.
¿Le causaría asco a tu personaje comer cucarachas?

2) Ira: lo que da fuerza.

Si bien el enfado es muchas veces percibido como algo negativo, otras veces se convierte en una verdadera fuente de «energía» (que sirve para sobrellevar una situación).
Un grupo (tribu, pandilla, etc.) en peligro podría hacer uso de esta energía para defender su territorio. Haciendo uso de la rabia, le estarán gritando a sus enemigos que no se rendirán, que lucharán hasta la muerte si es necesario.
Ahora bien, ¿de dónde viene la ira?
La ira se genera por la diferencia entre expectativa y realidad: nos hubiera gustado que suceda A, pero terminó sucediendo B.
Enfado.
Luego, esta emoción desencadena muchísimas otras emociones como por ejemplo: frustración, rabia, irritación, etc.

3) Miedo: lo que nos protege.

Cuando en el ser humano se activa la emoción del miedo, este se prepara para luchar o huir. El cuerpo toma toda clase de decisiones (bombear más sangre, tensar los músculos, respirar más rápido…) para enfrentar a la amenaza. Se trata, en definitiva, de una emoción protectora, imprescindible para la supervivencia.
Pero ¿qué sucede cuando el individuo cree que está en peligro, pero en realidad no lo está?
Es la otra cara del miedo: puede paralizar a una persona por completo.
¿Cómo gestionan el miedo tus personajes?

4) Sorpresa: lo que no se esperaba.

La sorpresa causa sobresalto. Es una emoción neutra, pues podría llevar a nuestros personajes en cualquier dirección: positiva o negativa.
Así, estos podrían acabar perplejos o abatidos, asombrados o estupefactos.
Debido a la naturaleza breve de esta emoción, he decidido llamarla: Emoción-puerta.

5) Felicidad: lo que nos hace bien.

La emoción del bienestar; también conocida como Alegría.
Es una emoción poderosa porque favorece la disposición a relacionarse y vincularse socialmente con otras personas. Cuando se está feliz, se despierta la creatividad, la memoria, la resolución de conflictos, etc.
Bajo esta emoción, tus personajes se mostrarán animados, optimistas, confiados…, prácticamente todo lo contrario a la siguiente emoción: la tristeza.

6) Tristeza: lo que nos apena o inspira.

Es también una emoción poderosa, relacionada con el dolor, la pérdida y el daño.
Puede abarcar desde un simple estado de aburrimiento hasta una profunda depresión. Gracias a la fuerza con que se expresa esta emoción, la gente puede identificar con facilidad cuando una persona está triste, y podrá brindar, de esta manera, atención o ayuda sin necesidad de pedírselo.
Por otro lado, la tristeza puede convertirse en una tremenda fuente de inspiración. Muchos artistas han concebido sus mejores obras bajo esta influencia.
Si te interesa profundizar en este tema, te dejo una impecable colección de artículos que desarrollan la teoría de Paul Ekman: https://paraemocionarse.wordpress.com/category/teoria-de-ekman/
Si solo quieres aumentar tu vocabulario, puedes visitar la siguiente lista de emociones (en orden alfabético):
http://elmundodelasemociones.com/pdf/Listado_de_emociones.pdf
Para terminar, me despido anunciándote que todo lo anterior no te servirá de nada si no emocionas a tus lectores. En palabras de Gordon Lish:
No se trata de lo que le ocurre a la gente en una página, se trata de lo que ocurre en el corazón y en la mente del lector».


http://adriansilisque.com/emociones-basicas-y-una-rueda-de-palabras-emocionales/
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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