Factores psicológicos que contribuyen al dolor
Los factores
psicológicos que contribuyen habitualmente al dolor, especialmente el
dolor crónico, pueden ser la ansiedad, la depresión y el insomnio.
Los factores psicológicos pueden influir de forma importante en
la percepción del dolor, en especial del dolor crónico, y a veces
también en la discapacidad relacionada con el dolor. Casi todos los
dolores tienen algún tipo de base física. Sin embargo, los factores
psicológicos, incluyendo el insomnio, la ansiedad y la depresión, pueden
hacer que las personas afectadas se sienten menos capaces de controlar
sus síntomas y por tanto menos capaces de realizar sus actividades
cotidianas. Por ejemplo, las personas con dolor crónico saben que el
dolor se repetirá, y pueden volverse temerosas y ansiosas anticipándose
al retorno del dolor. Cuando se comprende que el empeoramiento del dolor
no indica necesariamente un daño al organismo, se puede tener menos
ansiedad (por ejemplo, por un deterioro físico o por una pérdida de
funcionalidad) y por lo tanto se tiene menos dolor.
En muy pocos casos, la persona tiene dolor persistente con
evidencia de trastornos psicológicos y sin indicios de un trastorno que
pudiera explicar la causa del dolor o su intensidad. Este dolor se puede
describir como psicógeno. Sin embargo, dolor psicofisiológico es un
término más adecuado, ya que el dolor resulta de la interacción de
factores físicos y psicológicos. Por ejemplo, el temor y la ansiedad
pueden reducir la producción de sustancias que rebajan la sensibilidad
de las neuronas al dolor. Este cambio en la sensibilidad al dolor
explica en parte el dolor que persiste después de la remisión de la
causa y el dolor que se siente más intenso de lo esperado. El dolor
psicofisiológico es mucho menos frecuente que el dolor nociceptivo y que
el dolor neuropático.
El hecho de que el dolor empeore por factores psicológicos no
significa que no sea real. La mayoría de las personas que refieren dolor
realmente lo sienten, aunque no se identifique causa física alguna. Los
médicos siempre investigan si existe un trastorno físico que pueda
repercutir en el dolor crónico pero, a menudo, no se encuentra una
explicación adecuada para el dolor.
Tratamiento
-
Medicamentos para aliviar el dolor
-
Tratamientos no farmacológicos como la biorretroalimentación
-
A menudo, asesoramiento psicológico
El dolor que está muy influído por factores psicológicos requiere
tratamiento, a menudo por un equipo que incluya un psicólogo o un
psiquiatra. El tratamiento para este tipo de dolor cambia según la
persona, y por ello el médico tratará de adecuarlo a las necesidades
individuales.
Los objetivos del tratamiento para la mayoría de las personas con
dolor crónico psicógeno son mejorar el confort y las funciones físicas y
psicológicas.
El médico recomienda el aumento gradual de las actividades físicas y sociales.
Se utilizan fármacos y tratamientos no farmacológicos,
como la biorretroalimentación (el biofeedback), el entrenamiento en
relajación, las técnicas de distracción, la hipnosis, la
neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS) y la fisioterapia. Muchos de los medicamentos que ayudan a aliviar el dolor también ayudan a aliviar el insomnio, la ansiedad y la depresión.
Con frecuencia se requiere asesoramiento psicológico.
https://www.msdmanuals.com/es/hogar/enfermedades-cerebrales,-medulares-y-nerviosas/dolor/factores-psicol%C3%B3gicos-que-contribuyen-al-dolor
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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