El puente del amor: por qué el cerebro confunde estar excitado con estar enamorado
El experimento de 1974 conocido como El puente del amor mostró que,
cuando se trata de reconocer sentimientos, nuestro cerebro a menudo se
confunde.
Cualquiera que se haya enamorado reconoce las sensaciones: el corazón palpita fuertemente y a toda velocidad, la respiración se acelera, las palmas de nuestras manos se humedecen.
Si la presencia de alguien te genera esto, seguramente lo atribuyas a la enorme atracción que sientes por esa persona. Incluso es muy posible que lo llames amor.
Sin embargo, podrías estar muy equivocado o equivocada.
De hecho, quizás lo que realmente estés experimentando es miedo, ansiedad o estrés.
¿Cómo podría confundir emociones tan diferentes?, te preguntarás.
Pues resulta que, como descubrió el psicólogo social Stanley Schachter en la década de 1960, las emociones no son tan espontáneas ni tan claras como uno cree.
Según Schachter, son dos los factores que las determinan: primero hay una excitación psicológica y luego está la etiqueta que le damos a ese sentimiento.
Esto segundo lo definimos según el contexto en el que estemos. Y a veces, nuestro sistema de etiquetado falla, algo que Schachter llamó “atribución errónea de la excitación“.
Entonces, esas sensaciones que tú atribuyes a estar enamorado en realidad podrían tener otro origen muy diferente.
El sistema nervioso simpático provoca cambios en nuestro cuerpo similares a los que sentimos cuando estamos enamorados.
Las hormonas que se liberan -adrenalina y noradrenalina- también afectan nuestro estómago, haciendo que sintamos “mariposas”.
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
Cualquiera que se haya enamorado reconoce las sensaciones: el corazón palpita fuertemente y a toda velocidad, la respiración se acelera, las palmas de nuestras manos se humedecen.
Si la presencia de alguien te genera esto, seguramente lo atribuyas a la enorme atracción que sientes por esa persona. Incluso es muy posible que lo llames amor.
Sin embargo, podrías estar muy equivocado o equivocada.
De hecho, quizás lo que realmente estés experimentando es miedo, ansiedad o estrés.
¿Cómo podría confundir emociones tan diferentes?, te preguntarás.
Pues resulta que, como descubrió el psicólogo social Stanley Schachter en la década de 1960, las emociones no son tan espontáneas ni tan claras como uno cree.
Esto segundo lo definimos según el contexto en el que estemos. Y a veces, nuestro sistema de etiquetado falla, algo que Schachter llamó “atribución errónea de la excitación“.
Entonces, esas sensaciones que tú atribuyes a estar enamorado en realidad podrían tener otro origen muy diferente.
El sistema nervioso simpático provoca cambios en nuestro cuerpo similares a los que sentimos cuando estamos enamorados.
Las hormonas que se liberan -adrenalina y noradrenalina- también afectan nuestro estómago, haciendo que sintamos “mariposas”.
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