Tengo los ingredientes pero no la receta
¿Sirve la autoayuda para algo?
Generalmente los libros de autoayuda son amables con el lector, se ponen fácilmente en su piel, llegan por muchas vías porque nos hablan de situaciones que hemos vivido. Lo concreto es que tras esa lectura que nos ha enganchado y hasta gustado, no somos capacer de poner en práctica la información que se nos propone como la luz a nuestros problemas. ¿Es falta de concreción o de técnica?
Los psicólogos en Zaragoza tenemos la compleja labor de analizar el problema de la persona que se sienta con nosotros, de explicarle qué le pasa, proponerle una forma de actuar y de plantearle una manera (nueva) de enfrentarse a ese problema. Todo ello es tan específico para cada problema y ¡para cada persona! que a veces no conseguimos nuestro objetivo. Además de ello hemos de conseguir un buen raport, mostrar empatía con quien sufre depresión, entender los síntomas cuasicardiacos del que sufre ansiedad, mostrar neutralidad con ambos miembros de la pareja, ganarnos al niño, ser colegas del adolescente, aceptar al drogodependiente, tener paciencia con el que no evoluciona favorablemente, insistir de diferentes formas con el que se resiste a la terapia.., y no olvidemos aplicar la terapia más oportuna para el problema en cuestión. Es obvio que un libro que se escribe para un blanco de población en particular, probablemente miles de personas, no cuenta con ese potencial.
Tengo los ingredientes pero no sé qué hacer con ellos: De muchas maneras podemos enfrentarnos a nuestros problemas pero pocas son las vías eficaces de atajarlos. Las ideas generales o concretas pueden aliviarnos y hacernos sentir que no somos raros, que alguien nos entiende o que a mucha más gente le pasa, pero cómo intervenir, es otra cosa.
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