La ciencia de los besos

Según la ciencia hay muchas razones para hacerlo y mucho que aprender de estas manifestaciones de cariño. El médico psiquiatra José A. Posada Villa* explica por qué besar es importante.

   Escena de la película, Mi primer beso


Besar implica un intercambio de aromas, sabores, texturas y emociones, no importa si es un beso furtivo, lascivo, gentil, tímido, cariñoso o ceremonial. Un beso no es solo un beso.  Según la ciencia, hay muchas razones para besar. Si bien aún tenemos mucho que aprender sobre la ciencia de los besos, hay algo que sí sabemos. Desde el punto de vista de la salud física, mental y social, besar es muy importante.

Pero el besar también satisface el hambre y la comunicación de una manera diferente

Los labios y la lengua se conectan con una cantidad desproporcionadamente grande de tejido cerebral somatosensorial y no es por azar que no besamos con otras partes del cuerpo. La parte sensorio motora del cerebro dedica una gran cantidad de tejido neural a una parte del cuerpo en particular como los labios.
La agudeza táctil, es decir, la capacidad de detectar pequeños detalles en objetos que entran en contacto con la piel de esa parte del cuerpo es alta. A la inversa, el cerebro dedica muy poco tejido cerebral a partes del cuerpo como la espalda y la piel de esa parte del cuerpo es insensible a los pequeños detalles de los objetos que entran en contacto con ella.

Besar causa que gran parte del tejido cerebral de la persona estimule y sea estimulado por una cantidad muy grande del tejido cerebral de la otra persona. Cuando labios y lengua se tocan, cantidades impresionantes de tejido cerebral de las dos personas involucradas están haciendo contacto.
El zoólogo y etólogo británico Desmond Morris propuso que los besos podían haber evolucionado a partir de los comportamientos en que las madres primates masticaban comida para sus crías y luego las alimentaban boca a boca, con los labios fruncidos y que la presión de labio contra labio se pudo desarrollar más tarde como una forma de consolar a los niños hambrientos cuando escaseaba la comida y con el tiempo, de expresar cariño y amor.
Pero el besar también satisface el hambre y la comunicación de una manera diferente.
Los besos probablemente no sean estrictamente necesarios desde un punto de vista evolutivo. No todos los humanos se besan. A principios del siglo XX, en algunas tribus finlandesas, sus miembros se bañaban juntos, pero consideraban indecente besar. Está documentado que en el siglo XIX, en algunas regiones de China se consideraban los besos de boca a boca tan horripilantes como el canibalismo. En Mongolia algunos padres no besan a sus hijos y n su lugar, huelen su cabeza. Para los Inuit en el Ártico, frotarse la nariz uno a otro es un cariñoso saludo entre familiares y amigos. De hecho, se calcula que más del 10 por ciento de la humanidad no se besa.


Los labios tienen la capa más delgada de la piel en el cuerpo humano y están repletos de neuronas sensoriales. Cuando dos personas se besan, estas neuronas, junto con las de la lengua y la boca, envían mensajes al cerebro y al cuerpo, provocando sensaciones, emociones intensas y reacciones físicas. Pero no todo ocurre internamente. Después de todo, se besan dos personas. Besar libera una mezcla de sustancias químicas relacionadas con el estrés, la motivación, los vínculos sociales y la estimulación sexual. Una hormona, la oxitocina, está involucrada en los vínculos sociales, y la otra, el cortisol, desempeña un papel en el estrés. Pero además, los besos pueden transmitir información importante sobre el estado y el futuro de una relación. Si un beso es el adecuado o no, puede ser fundamental al principio de una relación.

Para la mayoría de los hombres, un beso intenso es, en esencia, una forma de excitarse sexualmente

Es interesante observar que el nivel de oxitocina sólo aumenta en los hombres, mientras que disminuye en las mujeres, después de un simple beso con las manos cogidas. Los investigadores han concluido que las mujeres requieren más que un beso para sentirse emocionalmente conectadas o sexualmente excitadas, pues es probable que la mayoría de las mujeres necesiten una atmósfera romántica. Por otra parte, los niveles de cortisol generalmente disminuyen en ambos sexos sin importar la forma de intimidad, un indicio de que el estrés disminuye cuando dos personas se besan.
En una encuesta reciente, el 59 por ciento de hombres y el 66 por ciento de mujeres informan de situaciones en que alguien los atrajo sólo para descubrir que su interés se evaporó después del primer beso y no por aspectos negativos particulares. Simplemente no se sentían bien y ponían fin a una posible relación romántica.

Al parecer, la razón por la que un beso tiene tanta importancia en este sentido, es que transmite información inconsciente sobre la compatibilidad biológica de un posible compañero. También el beso proporciona información sobre el nivel de compromiso si se encuentran en una relación afectiva. Así que la apertura y fuerza en los labios es un tipo de barómetro emocional: cuanto más entusiasta es el beso, más sana es la relación.
Para la mayoría de los hombres, un beso intenso es, en esencia, una forma de excitarse sexualmente, pero para la mayoría de las mujeres, un beso apasionado puede ayudarlas a elegir una pareja que no solo sea buena para engendrar hijos sanos, sino que también se comprometa lo suficiente como para quedarse y criarlos.
Si bien el besar no es una panacea, igual que otros hábitos y estilos de vida saludable también pueden aportar de diferentes maneras bienestar general, disminuyendo el estrés, incrementando la felicidad, incrementando la autoestima y mejorando las relaciones de pareja.  

*Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental, UCMC

https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/por-que-besar-es-importante/612093
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza