LA ADOLESCENCIA 10 ASPECTOS IMPORTANTES PARA MEJORAR LA RELACION CON TU HIJO/HIJA.



 El salto generacional que existe entre padres e hijos, y las nuevas necesidades de autonomía de los adolescentes, provocan ciertas tensiones familiares, pero el hecho de que existan algunos conflictos inevitables no quiere decir que las relaciones entre padres e hijos estén continuamente deterioradas.
Los adolescentes tienen más dificultad para comunicarse con los adultos (en especial con la figura paterna) que con la figura materna. Esta ofrece mayor capacidad de comprensión y escucha; aunque esto no significa una regla; sin embargo también necesitan y desean establecer diálogos y comunicaciones con los padres.

Los adolescentes hablan con más frecuencia con su madre que su padre y en general, los temas a tratar son sobre su vida social y sus intereses (relaciones con amigos, información sexual, problemas diarios, etc.) mientras que los temas a tratar con el padre en su mayoría suelen ser de política, e interés nacional. En cuanto a compartir y descubrir sus sentimientos, la madre vuelve a ser la elegida para hacerlo por delante del padre.
Los adolescentes se encuentran con dos grandes fuentes de influencia social en su desarrollo: Los  amigos que adquieren un papel fundamental en este periodo; y la familia (especialmente los padres).
Hay investigaciones que demuestran, que el hecho de que el adolescente mantenga estrechas relaciones positivas, tanto con la familia, como con los amigos, contribuye a su adaptación social actual y futura.
En el periodo adolescente el hijo/a, al igual que en la infancia, necesita cariño, afecto y apoyo por parte de sus padres; así como también de mayor comprensión y paciencia, ya que, está sufriendo una serie de cambios en su forma de pensar y en su aspecto físico, que en un primer momento, no sabe como afrontar y por lo tanto necesita de la ayuda de los adultos (padres).
En relación a todo esto se observa que los adolescentes que perciben un gran apoyo por parte de sus padres se acercan más a ellos, mientras que los que reciben escasa ayuda por parte de su familia acuden más a los amigos buscando en ellos el apoyo que necesitan.
PRINCIPALES CONFLICTOS Y CONCORDANCIAS EN LA RELACIÓN CON LOS PADRES
A partir de la pubertad, los adolescentes empiezan a sentir nuevas necesidades de independencia, y como consecuencia de esto desean realizar actividades sin el continuo control paterno; les molestan las ocupaciones caseras, las preguntas de los padres sobre lo que ellos consideran “su vida privada” (amigos, lugares que frecuentan, etc.). Los padres ven como sus hijos van perdiendo la docilidad infantil, se vuelven más desobedientes, mostrándose ingobernables.
Los adolescentes no saben muy bien lo que quieren o a qué aspiran. Pueden llegar a parecer adultos muy pronto (físicamente), por lo que desean ser tratados como tales por sus padres; sin embargo la concepción social de la adolescencia alarga enormemente este periodo, por lo que aun les queda un largo camino por recorrer para conseguir el estatus de adulto.
Existen investigaciones que demuestran que un comportamiento paternal de orientación igualitaria, democrática y liberal favorece que no aparezcan conflictos graves, contribuyendo al dialogo y la comunicación familiar, y pacificando las relaciones con los hijos.Los adolescentes que mantienen una comunicación abierta con sus padres, tanto en temas sociales como en temas personales o íntimos, se identifican con ellos más que los adolescentes que no logran alcanzar un buen grado de comunicación socio-personal con los padres.
Existen estudios que analizan las diferencias existentes entre los padres y las madres en la relación con sus hijos/as adolescentes. Los resultados, en general, indican que las actitudes que tienen ante la vida familiar los(as) adolescentes coinciden más con las de sus madres que con las de sus padres, ya que las madres son más comprensivas y abiertas en la comunicación con los hijos, siendo más fácil negociar y llegar a acuerdos con ellas.
Los resultados de estos estudios también indican que hay claras diferencias entre los hijos(as) en la relación con los padres; las adolescentes se comunican más con su padre que los hijos, y tanto ellos como ellas se comunican más con su madre que con su padre. También hay evidencias de que los diálogos con la madre son considerados, generalmente, como más frecuentes, positivos y fructíferos que con el padre, debido a esa mayor frecuencia y calidad de sus interacciones.
A la hora de hablar de conflictos y discrepancias entre padres e hijos adolescentes los temas hacen referencia a:
El orden en la casa, la forma de vestir, la apariencia externa, la obediencia a los adultos, la higiene personal, las peleas con los hermanos, la reivindicación de la autonomía e independencia, el trato a las salidas con otros chicos y chicas, el horario de salidas, cuestiones económicas, consumo, etc.
Se han analizado las distintas estrategias utilizadas por los adolescentes para afrontar los conflictos entre ellos y sus padres:
  • Cuando el tema hace referencia a la vida social del joven (horario de salida, salidas fuera de casa, fiesta)
  • Las estrategias más utilizadas por los adolescentes son las descargas emocionales con enfados y gritos.
  • Cuando el tema a tratar son las relaciones con el sexo opuesto, el adolescente se muestra menos agresivo, pero en caso de no haber acuerdo con los padres, callan, y no hacen caso de la opinión de estos.
  •  Cuando el tema se refiere a los estudios, el adolescente, en un principio, lanza la descarga emocional, pero posteriormente es capaz de dialogar para así buscar nuevas alternativas.

Un rasgo característico de la adolescencia es el deseo de emancipación familiar, que se transforma en un elemento del proceso de adquisición de autonomía personal e independencia social.
Los padres en muchas ocasiones reclaman la independencia por parte de sus hijos, pero solo en determinadas condiciones que al fin y al cabo conllevan a la dependencia.
Así la adaptación a la autonomía no es fácil para el adolescente, y los adultos a menudo no se la facilitan, le enfrentan a situaciones contrapuestas tratándole como a un niño y a un adulto, según las circunstancias.
Se le advierte que solo cuando sea adulto y gane su propio dinero podrá realizar muchos de sus deseos; con lo que el adolescente ve su autonomía psico-social cada vez más lejos.
En lo referente a la autonomía de desplazamientos (salidas de fin de semana, salidas nocturnas,etc) es la que el adolescente tarda más en adquirir, suelen tener libertad para ir al cine y salidas cercanas en la propia ciudad, pero esta libertad disminuye cuando se trata de distancias mayores o salidas nocturnas.
Hay que señalar que a medida que avanza la sociedad actual se va concediendo mayor libertad e independencia a los adolescentes, que, por su parte cada día exigen más. De igual modo cada día se van aproximando más las diferencias entre los sexos, mucho más difuminadas que hace unas décadas. En este sentido hay que señalar que la posición económica y el nivel sociocultural que tenga la familia, va a determinar la independencia otorgada a los hijos.

TIPOS DE DISCIPLINA PATERNAL, Y SU INFLUENCIA EN LA ADOLESCENCIA
La intervención de los padres en el periodo adolescente es decisiva, la calidad de relación que establezcan con sus hijos y el tipo de disciplina que empleen con ellos, va a modular cada uno de los logros que estos consigan favoreciendo, o entorpeciendo el desarrollo del adolescente.
Se observa que los diferentes tipos de disciplina parental se relacionan con la probabilidad de aceptación, por parte de los hijos, de los padres democráticos; el rechazo de los padres autoritarios y los excesivamente permisivos, ya que los adolescentes lo interpretan como desinterés de los padres hacia ellos.

  • PADRES DEMOCRÁTICOS: Los adolescentes con conductas más autónomas e independientes, proceden de familias con padres democráticos o igualitarios que favorecen la adquisición de la autonomía personal, que ofrecen un gran calor emocional, una comunicación abierta, una disciplina dialogante y razonada, una tolerancia y flexibilidad adecuadas, y unas exigencias de madurez acordes con la edad de su hijo. Este tipo de disciplina favorece y potencia el desarrollo integral del adolescente, además de una mayor adaptación y madurez del joven, e incluso con resultados académicos positivos.
 
  •  PADRES AUTORITARIOS: Son aquellos padres que no favorecen el diálogo y la comprensión, que no demuestran afecto a sus hijos, que ejercen un fuerte control sobre ellos y exigen demasiado a los adolescentes. Estos padres se convierten en padres autoritarios al no permitir que se discuta su autoridad y su poder sobre los hijos. Estos padres no exigen de sus hijos superaciones personales, y este tipo de disciplina da lugar a que aparezca: la incomprensión, falta de comunicación, así como también continuos conflictos familiares.
 
  •  PADRES EXCESIVAMENTE PERMISIVOS: Son padres que no ejercen ningún control sobre sus hijos, no les exigen superaciones personales, provocan en los adolescentes sentimientos de abandono y de no ser importantes para los padres, sintiéndose poco apoyados en su desarrollo personal.

Es de gran importancia que los padres intenten aplicar estas estrategias exitosas para mantener una mejor relación más cercana con su hijo o hija y que a continuación citamos:

1.    Dale parte de tu tiempo. Encuentra algo muy entretenido que puedan hacer los dos juntos. Insiste, aunque proteste al principio.

2.    Escúchalo, pero escúchalo de verdad. Así le das a entender que tú le estás prestando atención.

3.    Tolera las diferencias de opinión y de gustos entre tu hijo y tú. Esto no quiere decir que no des tu opinión si no estás de acuerdo con tu hijo/a.
4.    No trates los sucesos desagradables, pero sin importancia, como si fueran grandes catástrofes, sino escoge solamente los problemas importantes. No hagas de tu casa un campo de batalla.
5.    Respeta la privacidad de tu hijo/a, pero si te preocupa algún comportamiento díselo.

6.    Nunca le digas que sus sentimientos no importan o que cambiarán, pues para los adolescentes sus sentimientos son muy importantes.
7.    No lo juzgues. Exponle datos de opiniones personales cuando lo elogies o lo critiques. Siempre critica el hecho, nunca a la persona.
8.    Se muy generoso en tus elogios y dale valor a sus esfuerzos más que sus logros.
9.    Establécele límites razonables. Los adolescentes necesitan metas, pero siempre que sean realistas.
10. Enséñale a tomar decisiones inteligentes estimulando su independencia y dejándolo cometer errores. No salgas a resolverle los problemas, a menos que sea indispensable.






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