¿Sabemos afrontar los conflictos cotidianos?

Hacer frente a los problemas con las estrategias adecuadas tiene un efecto positivo sobre nuestra salud y bienestar
Las situaciones conflictivas cotidianas forman parte de la vida diaria. Los  problemas surgen cuando hay una diferencia entre la situación real y la que deseamos,  la percepción de estas situaciones varía de unos individuos a otros y por eso una misma situación pude ser percibida como problema por parte de algunas personas y no serlo para otras. Es decir, la definición de un problema no depende de las características del mismo sino de cómo lo afrontamos.
Ante una situación de conflicto podemos reaccionar de diversas maneras:
  1. Afrontarlo de forma activa: viviendo el problema como una oportunidad para mejorar, en este caso, la persona planifica, busca soluciones, percibe que tiene control sobre la situación y aumenta su confianza y eficacia
  2. Afrontarlo de forma pasiva: se percibe el problema como una amenaza, la persona evita encarar el conflicto, lo aplaza, abandonando cualquier esfuerzo para afrontarlo, y delegando en  otra persona.
Las personas que utilizan la negación como estrategia de afrontamiento niegan la existencia del problema o su relación o relevancia para ellos mismos. Rechazan aquellos aspectos de la realidad que consideran desagradables. A corto plazo experimentan un mayor alivio emocional pero a largo plazo son más vulnerables a situaciones similares. Se centran  en  emociones negativas, focalizando la atención en ellas mismas como personas sin habilidades suficientes para resolver problemas, adoptan en ocasiones el rol de víctima, reforzando aún más su percepción errónea de ineficacia. Como consecuencia tienen una mayor probabilidad de sufrir problemas de ansiedad o depresión y, por tanto, un menor bienestar físico y psicológico
Algunos factores influyen en  la elección de estrategias de afrontamiento: la personalidad, la sensación de control, una actitud optimista, tener apoyo social pero solucionar adecuadamente los problemas es algo que puede aprenderse.


      Un afrontamiento adecuado de los problemas supone:
  • Una actitud de ACEPTACIÓN,
  • AUTOANÁLISIS Reflexionar sobre los propios pensamientos, motivaciones, sentimientos y comportamientos, reconociendo la propia responsabilidad en el origen mantenimiento o manejo del problema y actuar en base a ésta reflexión.
  • EL HUMOR. El sentido del humor permite afrontar conflictos, o situaciones potencialmente angustiantes, de forma humorística, acentuando los aspectos cómicos o irónicos, ayudándonos a percibirlos más objetivamente.
  • APOYO SOCIAL. Acudir a otras personas para buscar apoyo instrumental, información, o apoyo emocional. Implica compartir los problemas con otros, pero sin tratar de hacerles responsables de ellos.
  • AUTOCONTROL EMOCIONAL. Reconocer nuestras emociones y saber expresarlas asertivamente.
 FUENTE: http://www.psicologiaysalud.com/sabemos-afrontar-los-conflictos-cotidianos/

http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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