Error Nº 1 cuanto se esta con desmotivación


La motivación es un bien muy valioso. Es algo que se echa en falta en cuanto dejas de tenerla. Es el combustible que te mueve en tu día a día. Pero, qué pasa cuándo dejas de estar motivada?

 

Cuando el coche se queda sin gasolina se para y no hay forma de ponerlo en marcha. Cuando la chimenea se ha quedado sin carbón o sin madera, el fuego no prospera porque de las brasas no es posible conseguir un buen fuego por mucho que insistamos en ello.
Eso mismo te ocurre a ti cuando pierdes la motivación por hacer algo. Puede ser algo en concreto o en general. La motivación por vivir.
Es fácil que tu combustible, eso que te hace poner en marcha cada día, se termine si lo que te mueven son cosas externas. Por ejemplo, a nivel profesional o laboral, quizá lo que te motiva a ir a trabajar todos los días es la nómina que tienes a fin de mes. Pero a medida que pasa el tiempo, si es un trabajo que para ti no tiene aliciente, que no te gusta o que es repetitivo, esa motivación va a necesitar de un empujoncito. Puede ser un aumento de sueldo o un ascenso.
Es decir, tus motivaciones tienen que ver con cosas ajenas a ti. Son motivaciones extrínsecas. Y son muy difíciles de que se mantengan a lo largo del tiempo.
Por eso, el verdadero combustible, ése que nunca va a dejar de funcionarte está dentro de ti. Es tu motivación interna. Es tu para qué.
Si lo que quieres es adelgazar, piensa realmente por qué quieres hacerlo. Cuál es tu beneficio personal. Si quieres perder unos quilos porque tu pareja te dice que estarás más guapa y tú quieres hacerle feliz y gustarle más, vas a adelgazar por ti o por tu pareja?


Si te sientes triste y con baja autoestima y te dicen que tienes que buscar ayuda porque tienes hijos a los que cuidar, te vas a poner en tratamiento por ti o por tus hijos?
Con esto no quiero decir que tus hijos no sean motivación suficiente. Al contrario. Pero ése tiene que ser tu para qué. Tu motivación interna. Porque si lo haces por tus hijos pero no por ti, qué pasará cuando ellos sean mayores y ya no te necesiten? Si pones toda tu motivación en ellos, les estás pasando la responsabilidad de sentirte bien tú. Y cuando ya no estén contigo, volverás a caer en el mismo pozo. Porque la responsabilidad de estar bien o no siempre es tuya. Me explico?

El mayor error que puedes cometer si te sientes desmotivada

Cuando te sientes así, sin nada que te empuje a seguir, el mayor error que puedes cometer es seguir pensando como lo haces.
Cuando no encuentras tu verdadero para qué y tu motor no funciona, comienzas a darle vueltas a las cosas. “No me apetece”, “no tengo ganas”, “no me veo bien”. Todos tus pensamientos son absolutamente negativos. Y eso se convierte en una especie de imán que atrae todo lo malo que hay a tu alrededor. Tú te sientes negativa y, por tanto, no vas a poder ver nada de lo bueno que tienes.
Sabes cuando estás cocinando un rico asado y te descuidas un momento y se pega? Por mucho que al ponerlo en el plato vayas con cuidado para no coger nada de lo quemado, no puedes remediar que tenga sabor a quemado.
Con la desmotivación pasa exactamente igual. Si todo lo ves negro, te va a ser muy difícil que lo que tienes alrededor deje de tener tonalidades de gris.


Por eso, un pensamiento negativo atrae a otro y a otro más. Y se convierte en una bola de nieve cada vez mayor.
Se me viene a la cabeza un chiste algo ya antiguo que explica lo que quiero decir:
A un hombre se le pincha la rueda de su coche en plena noche cuando circula por una carretera solitaria. Va al maletero y se da cuenta de que no tiene herramientas ni gato para cambiar la rueda de repuesto. A lo lejos, ve las luces encendidas de una casa y decide ir allí a pedir ayuda.
Por el camino va pensando:
” Les pediré que me dejen un gato”
“Y si no se fían de que se lo devuelva y no me lo quieren dejar?”
“Será mejor que les pida que me dejen usar su teléfono y pedir una grúa”
“Pero es muy tarde. A lo mejor están ya durmiendo y se levantarán enfadados y no me dejarán llamar”
“Y si piensan que es una excusa para entrar a robarles?”
“Tendría que haberme manchado un poco de grasa para que me crean”
“Y si les ofrezco dinero? Aunque.. y si se ofende? Y qué? Si se ofende, que le den…”
El hombre va dándole vueltas a esas ideas en la cabeza y se va poniendo cada vez más nervioso.
Cuando, por fin, llega a la casa y llama al timbre, sale a la puerta un amable anciano que le dice
“Buenas noches. Puedo ayudarle en algo?
y el hombre contesta
“Sabe qué? ¡Métase el gato donde le quepa!
Cuando eres presa de la desmotivación, vas a ir creando en tu mente una serie de pensamientos que serán cada vez menos motivadores. Y te sentirás más y más abatida, cansada, triste,… Porque la desmotivación es lo que tiene. Ante cualquier pequeña cosa, puedes montarte una película desoladora en tu cabeza. Puedes, incluso, somatizar algunos síntomas: dolores de cabeza o de espalda, insomnio. Y llegar hasta la depresión.

Si no tienes motivación, comienza a buscar remedio

Si te sientes desmotivada, decaída, apática y, sobre todo, estás somatizando lo que te ocurre, es hora de que tomes cartas en el asunto. Y comiences a indagar cuál es tu objetivo de vida.
Lo primero de todo es ser consciente de cómo estás.
Luego busca qué puede sacarte de ese estado. Busca esa motivación interna que puede hacerte mover y continuar adelante.
Rodéate de personas positivas, alegres. Que te sumen. Aléjate de las negativas porque únicamente te van a hacer sentir peor.
Si te gusta la música, escucha canciones que te provoquen sensaciones alegres. Baila. Salta. Muévete.
Y sobre todo, busca tu para qué. Porque, hasta en las situaciones más adversas, visualizar lo que de verdad te mueve puede derrumbar cualquier barrera.

Por Salva Contreras


FUENTE: http://coachingenfocate.es/error-cuando-no-sientes-motivacion/
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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