Por qué llorar es una forma de ser resiliente
Ante
los acontecimientos que han sucedido recientemente, no solo en México
sino en El Caribe, los Estados Unidos y otras partes del mundo,
pareciera que muchos traemos la sensibilidad "a flor del piel". Además
de los eventos naturales como los sismos y los huracanes, los ataques
terroristas, las guerras, son situaciones a las que no podemos
permanecer ajenos o inmunes.
La escasa comprensión que todavía parece existir sobre la RESILIENCIA,
lleva a muchas personas a pensar que para ser resilientes, tenemos que
ser "fuertes" todo el tiempo, que hay que reír siempre, y mostrarse
indestructible frente a las circunstancias. Esta falsa idea, ha permeado
por ejemplo en la educación de los varones, en la que se les ha instruido a no llorar, porque llorar es de niñas, es signo de poca hombría, etc.
Pero llorar,
no es solo algo perfectamente saludable y normal frente a los hechos
que vivimos hoy día, sino que puede ser de hecho, una forma de volvernos
más resilientes.
De acuerdo a un artículo, llorar tiene importantes beneficios, entre ellos:
1. Nos permite liberar el estrés. Un
estudio hecho por la Asociación Americana de Psicología muestra que
llorar permite a las personas liberar el estrés, canalizar y filtrar los
pensamientos que les causan preocupación y dolor. El no hacerlo, puede
conducir a las personas a sufrir daño psicológico en el largo plazo.
Al
llorar, liberamos la tensión cotidiana, lo cual nos permite sentir
alivio y recargar nuestras baterías. Las lágrimas asociadas a una
emoción, también contienen hormonas que al ser liberadas mejoran nuestro
estado de ánimo.
El profesor Roger Baker de la Universidad de Bournemouth señala que llorar
nos permite transformar el distrés o estrés negativo en algo tangible, y
este proceso en sí mismo reduce las posibilidades de trauma.
2. Nos permite liberarnos del qué dirán. El
sentirse vulnerable usualmente aparece en relación a los demás. Con
frecuencia, ante las ganas de llorar, tendemos a suprimirlas por el
temor a mostrarnos débiles ante los otros y que éstos se aprovechen de
ello.
Pero
contrariamente a este pensamiento, un estudio señala que la respuesta
ante alguien que llora es menos negativo y más compasivo. Aunque para
algunas personas, ver a otro llorar puede ser incómodo, hacerlo nos permite colocar nuestros sentimientos por sobre las expectativas de los demás. Y eso, es realmente valioso.
3. Nos permite afrontar nuestros sentimientos. La
realidad es que podemos llorar por diversas causas, no solo por estrés,
también el llanto puede estar asociado a desequilibrios hormonales,
tristeza, soledad, enojo, e incluso hay quienes lloramos al ver una
película o escuchar una canción. O aún más, sin que podamos identificar
la causa.
Reconocerla, podría, llevarnos a un mejor manejo de nuestras emociones, mientras que el
no hacerlo, puede conducirnos a problemas mayores, como conductas
compulsivas, adicciones (para no enfrentar nuestras emociones) e incluso
a sufrir depresión.
4. Nos permite experimentar más empatía hacia los demás. Aquellas personas que aceptan la tristeza como una emoción, pueden también sintonizar más cuando otros la experimentan, logrando relaciones interpersonales más significativas y cohesivas.
Pese
a lo anterior, si el llanto es recurrente o incontrolable, es
conveniente buscar ayuda profesional, para identificar las causas y
atenderlas.
Fuente: The Hearty Soul
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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