9 habilidades para entender y ser entendidos


La pirámide de Maslow intenta explicar las necesidades básicas que tenemos como seres humanos. Sin embargo una de ellas, la de entender y ser entendidos, raramente recibe atención, aunque los psicólogos sabemos lo importante que es.
Sin dichas habilidades nuestra vida probablemente sería caótica, confusa, triste y muy solitaria. Aunque muchos contamos con algunas estrategias para entender a otros y darnos a entender, seguramente nos vendría muy bien aprender nuevas. Pero ¿cómo?
Aquí hay 9 habilidades de comunicación que podés practicar, algunas siguen al sentido común y otras pueden significar nuevos perspectivas a considerar.

Habla claramente con menos palabras

Una sugerencia práctica es utilizar menos palabras, pero elegirlas sabiamente. La gente suele perder concentración o interés cuando la conversación es muy larga. Ir al punto lo antes posible ayuda. Además, si te ganas la reputación de ser alguien que es preciso y acertado al hablar y no hace perder el tiempo, la gente te va a escuchar más y entender mejor.

Pensar antes de hablar

Comenzá por pensar qué vas a decir (antes de decirlo). Si se te hace difícil, podés emplear la técnica de inhalar y exhalar. Inspira profundamente una o dos veces (se puede hacer sin que sea obvio) mientras considerás cómo querés enmarcar las palabras. ¿Cuál es el propósito de la conversación? ¿Necesitas informar algo, requerir información, pedir asistencia, ofrecer simpatía, aliento o consejo? Cuando sea claro porqué necesitas decir algo, tu mensaje probablemente será mejor recibido y entendido.

Utiliza la comunicación no verbal apropiadamente

Adicionalmente, reconoce que entender al otro a veces significa responder en forma no verbal. En vez de un sermón sobre lo que el/ella hicieron mal, tal vez lo que necesitan es un abrazo o una mirada de simpatía. Las acciones también expresan comprensión y es una técnica que podés trabajar tanto para mejorar tu comprensión hacia otros como para que te entiendan mejor a vos.

Se honesto con lo que decís

La mayoría de las personas puede detectar la falsedad cuando otro habla. Tus palabras son solo una parte del proceso de comunicación. El tono, lenguaje corporal, énfasis o falta de ésta en las palabras, expresiones faciales, sonrojarse, sudar y otras señales físicas también transmiten emoción, convicción o una incongruencia entre lo que se dice y lo que el emisor siente o cree realmente. Habla de acuerdo a los valores que son importantes para vos y en los cuales crees verdaderamente.

No te explayes sobre el punto

Muchos de nosotros hablamos demasiado, tal vez pensando erróneamente que más es mejor, que extendernos en el punto tal vez lo hará más claro. En la mayoría de los casos, no lo hace. Hay excepciones claro, como cuando sos profesor y tenés que explicar una teoría complicada a tus alumnos, o un cirujano discutiendo los posibles riesgos y beneficios de un procedimiento quirúrgico propuesto. La clave es saber cuándo es tiempo de callar. Una vez que el mensaje fue enviado, respira. Dale tiempo al receptor de digerir y procesar lo que has dicho y responder de acuerdo a esto. Las conversaciones son un intercambio entre dos lados, no uno solo.

Evita la jerga

Solo porque algunas palabras se usen constantemente en los medios, entre amigos o familiares o por políticos, no significa que conduzcan a una mejor comprensión en conversaciones o discusiones (especialmente si estás en un lugar donde hay muchos extranjeros). De hecho la jergas y los clichés tienden a producir el efecto contrario. La mayoría de las personas se desconecta, pensando que ya han escuchado ese argumento y saben a dónde va. Cualquier esperanza que tengas de ser entendido o comprometerte con lo que estás diciendo, disminuyen. Adopta más palabras o frases descriptivas, utiliza verbos activos y forma oraciones cortas. No solo que van a empezar a escucharte, también van a “absorber” más de lo que decís.

Aprende a escuchar

Es de vital importancia que desarrolles tus habilidades para escuchar. En vez de anticipar lo que vas a decir y desconectarte de lo que te están diciendo, mantene tu concentración en lo que el/ella están diciendo. Si querés entender mejor a otros, tenés que escuchar lo que dicen. Practica la escucha activa (para saber más entra aquí). No solo se trata de respetar al otro, también es totalmente necesario para el proceso de entender y ser entendido.

Validación emocional

Las conversaciones muchas veces tienen un componente emocional, es por esto que otra habilidad que podemos practicar al escuchar es hacerlo sin aconsejar o juzgar en ese momento. Esto nos permite comunicarle al otro que nos importa su experiencia.
Paula José escribe: “Tampoco es necesario que nos parezca lógica la respuesta emocional. Si asumimos que todas las respuestas emocionales son producto de una historia de aprendizaje y un contexto particular, podremos entender que son siempre válidas, aunque no comprendamos del todo esa respuesta particular.”

La validación emocional beneficia la confianza e intimidad y disminuye la sensación de estar aislado.

Asertividad

Por último, se asertivo cuando vas a comunicar algo. Esto significa que cuando expreses tus necesidades, creencias, opiniones, etc., lo hagas de forma sincera, directa y oportuna, manteniendo el respeto hacia el otro, así se trate de un extraño o un familiar o amigo cercano.
Entendernos más claramente se puede traducir en mejores relaciones interpersonales, menos conflictos, mayor empatía y compasión y decisiones más acertadas.

Fuente: PsychCentral

http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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