Lo que el Mindfulness puede hacer por ti
En los últimos años se oye hablar del Mindfulness
de forma habitual. Cada vez son más los estudios científicos que
corroboran que el Mindfulness es beneficioso para nosotros en muchos
sentidos. Por eso, hoy quisiera compartir con vosotros qué es el
mindfulness y cómo nos puede ayudar a incrementar nuestro nivel de
bienestar.
El mindfulness es la práctica de la atención plena, pero ¿Qué significa esto realmente?
Lo podemos explicar con la siguiente metáfora. Imaginemos un jarrón lleno de agua al que le metemos una pastilla efervescente. ¿Qué pasa con esa agua? Se vuelve turbia y movida. Se llena de burbujas que nos impiden ver el agua. No obstante, si esperamos a que la pastilla se termine, el agua se vuelve clara de nuevo, permitiéndonos ver lo que hay detrás del jarrón.
En esta metáfora, el jarrón es nuestro cuerpo. La pastilla todo lo que nos ocurre a lo largo del día (esos estímulos que recibidos) y el agua nuestro estado mental y emocional. Por tanto, cuando recibimos estímulos que nos mueven, nuestras emociones y pensamientos empiezan a secuestrarnos, removiendo las aguas y no permitiéndonos ver con claridad.
Con el Mindfulness, lo que buscamos es ese momento de pausa, para que la pastilla deje de actuar y podamos ver de nuevo las cosas con claridad. Ese momento de pausa que nos hace conscientes de lo que está pasando y nos impide ser secuestrados por pensamientos y/o emociones.
Cuando actuamos mientras la pastilla está en acción, estamos reaccionando a aquello que nos ocurre. Una reacción que es automática y está motivada por aquello que estamos sintiendo o pensando. En cambio, si nos tomamos esa pausa, para dejar que esas emociones o pensamientos se posen, somos capaces de ver con claridad y actuar de una forma más conveniente, respondiendo en vez de reaccionando.
En el mindfulness, nosotros somos el observador y el que, a la vez, está en ese proceso. El observador que está mirando el jarrón y a la vez viendo y sintiendo la pastilla efervescente y el agua.
A través de las prácticas de Mindfulness, ampliamos ese tiempo de reacción para convertirlo en lo suficientemente largo como para convertirse en respuesta o acción.
Otra cosa que conseguimos con la práctica continuada del mindfulness es, ampliar nuestra ventana de tolerancia. Pero ¿Qué significa esto?
Imaginemos una manada de cebras en la sabana. Están bebiendo tranquilamente de una charca. Cerca está una leona, dispuesta a cazar. Cuando empieza a correr hacia las cebras, éstas, salen corriendo hasta que se encuentran fuera de peligro. Y ¿Luego que hacen? Vuelven a esa paz y quietud que tenían antes. El peligro ya ha pasado para ella, por lo que pueden “descansar”.
En cambio, nosotros, cuando nos activamos por algo que nos ha ocurrido y que nos ha hecho sentir que estábamos en peligro, tardamos mucho en volver a ese estado de quietud porque nos secuestran nuestras emociones y pensamientos.
Con la práctica del mindfulness, aumentamos esa tolerancia para que cada vez cueste más encontrarnos en peligro ante situaciones que no lo son y además tardemos menos tiempo en volver a ese estado de calma.
Todo esto lo conseguimos gracias a la práctica diaria de ejercicios de Mindfulness. Hay dos tipos de ejercicios:
FUENTE: http://psicocode.com/psicologia/lo-que-el-mindfulness-puede-hacer-por-ti/
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
El mindfulness es la práctica de la atención plena, pero ¿Qué significa esto realmente?
Lo podemos explicar con la siguiente metáfora. Imaginemos un jarrón lleno de agua al que le metemos una pastilla efervescente. ¿Qué pasa con esa agua? Se vuelve turbia y movida. Se llena de burbujas que nos impiden ver el agua. No obstante, si esperamos a que la pastilla se termine, el agua se vuelve clara de nuevo, permitiéndonos ver lo que hay detrás del jarrón.
En esta metáfora, el jarrón es nuestro cuerpo. La pastilla todo lo que nos ocurre a lo largo del día (esos estímulos que recibidos) y el agua nuestro estado mental y emocional. Por tanto, cuando recibimos estímulos que nos mueven, nuestras emociones y pensamientos empiezan a secuestrarnos, removiendo las aguas y no permitiéndonos ver con claridad.
Con el Mindfulness, lo que buscamos es ese momento de pausa, para que la pastilla deje de actuar y podamos ver de nuevo las cosas con claridad. Ese momento de pausa que nos hace conscientes de lo que está pasando y nos impide ser secuestrados por pensamientos y/o emociones.
Cuando actuamos mientras la pastilla está en acción, estamos reaccionando a aquello que nos ocurre. Una reacción que es automática y está motivada por aquello que estamos sintiendo o pensando. En cambio, si nos tomamos esa pausa, para dejar que esas emociones o pensamientos se posen, somos capaces de ver con claridad y actuar de una forma más conveniente, respondiendo en vez de reaccionando.
En el mindfulness, nosotros somos el observador y el que, a la vez, está en ese proceso. El observador que está mirando el jarrón y a la vez viendo y sintiendo la pastilla efervescente y el agua.
A través de las prácticas de Mindfulness, ampliamos ese tiempo de reacción para convertirlo en lo suficientemente largo como para convertirse en respuesta o acción.
Otra cosa que conseguimos con la práctica continuada del mindfulness es, ampliar nuestra ventana de tolerancia. Pero ¿Qué significa esto?
Imaginemos una manada de cebras en la sabana. Están bebiendo tranquilamente de una charca. Cerca está una leona, dispuesta a cazar. Cuando empieza a correr hacia las cebras, éstas, salen corriendo hasta que se encuentran fuera de peligro. Y ¿Luego que hacen? Vuelven a esa paz y quietud que tenían antes. El peligro ya ha pasado para ella, por lo que pueden “descansar”.
En cambio, nosotros, cuando nos activamos por algo que nos ha ocurrido y que nos ha hecho sentir que estábamos en peligro, tardamos mucho en volver a ese estado de quietud porque nos secuestran nuestras emociones y pensamientos.
Con la práctica del mindfulness, aumentamos esa tolerancia para que cada vez cueste más encontrarnos en peligro ante situaciones que no lo son y además tardemos menos tiempo en volver a ese estado de calma.
Todo esto lo conseguimos gracias a la práctica diaria de ejercicios de Mindfulness. Hay dos tipos de ejercicios:
- Formales: Que son aquellas prácticas que hacemos en un cojín de meditación o silla para entrenar habilidades como son la intención, la atención y la observación (sin intentar cambiar lo que estamos observando)
- Informales: Son aquellas prácticas que hacemos en nuestras tareas del día a día con el fin de ir integrando el Mindfulness en nuestra vida.
- Reducción del estrés
- Incremento en la percepción de eventos positivos en nuestra vida
- Relaciones más saludables y asertivas
- Aumento de la confianza en uno mismo
- Mayor productividad
FUENTE: http://psicocode.com/psicologia/lo-que-el-mindfulness-puede-hacer-por-ti/
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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