De qué hablamos cuando hablamos de empatía
La empatía está de moda, quien más,
quien menos la usa a diario para referirse y, paradójicamente, juzgar a
unos y a otros por su poca o mucha capacidad empática. Y digo paradójicamente porque la empatía es y necesita, entre otras cosas, de ausencia de juicio valorativo.
Por otro lado la empatía no es un don que poseen unos pocos y no es algo automático, es una actitud de escucha y acogida, si se quiere, una herramienta.
En el
momento en el que juzgamos a una persona o a un grupo de personas de,
por ejemplo, carecer de empatía, evidentemente nuestra actitud no está
siendo empática sino todo lo contrario, de jueza o inquisidora.
De la
misma forma, si a una persona la juzgamos como irremediablemente buena o
carente de defectos tampoco vamos a poder establecer un contacto
empático, ya que le estamos negando la humana realidad de los vicios y de las virtudes, lo cual impedirá la escucha y acogida de aquellos aspectos de la persona mas oscuros o menos luminosos.
Me
resulta evidente, que en el noventa por ciento de las veces que alguien
hace alusión a la trillada empatía se está refiriendo en realidad a las
ideas de “simpatía” o “compasión”.
Transcribo a continuación las definiciones según la RAE de estos tres conceptos: Empatía, simpatía y compasión, con la ilusión de poder aclarar un poco esta cuestión.
Empatía:
Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo
del otro. (Incide en mental y afectiva y añado yo el esfuerzo y
concentración en la escucha que esto supone).
Simpatía:
Inclinación afectiva entre personas generalmente espontanea y mutua.
(Desaparece lo mental, es espontanea, no supone esfuerzo, al igual que
la antipatía).
Compasión: Sentimiento de conmiseración o lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades y desgracias.
Con estas tres sencillas definiciones creo que se aclara bastante la diferencia.
La
simpatía (o antipatía) y la compasión pueden, si no se es consciente de
su influencia, resultar un obstáculo en lugar de un facilitador del
encuentro empático.
La empatía supone un esfuerzo de “vacío mental” de crítica y de juicio,
que no de criterio, para poder escuchar sin obstáculos. Y nos
encontramos aquí con dos conceptos fundamentales que también paso a
transcribir:
Criticar: 2.tr. Censurar, notar, vituperar las acciones o conducta de alguien.
Criterio: 1. m. Norma para conocer la verdad. 2.m. discernimiento.
He seleccionado las acepciones que mas se ajustan a lo que quiero transmitir para hacer notar la diferencia.
Se
recomienda con frecuencia y vehemencia el desarrollo del “espíritu
crítico” con el que yo estoy de acuerdo como idea abstracta general,
pero creo que sería más correcto que promoviéramos el desarrollo del “Criterio”.
Criticar
es muy fácil, es humano y va de la mano del juicio automático. Sin
embargo, para tener criterio es preciso objetivar, medir, pensar,
pausar, sentir. Es mucho mas complicado.
Por lo
que la crítica estaría relacionada con la dualidad mas espontanea y
afectiva simpatía-antipatía y la empatía más con el criterio, racional y
afectivo.
Empatía y neuronas espejo
El sistema de neuronas espejo es un mecanismo fisiológico de resonancia motora que puede participar en la imitación, y también de manera indirecta en el contagio de las emociones, un sistema que a menudo se vinculó con la capacidad empática.
Sin embargo, los datos neurofisiológicos
y neuropsicológicos actuales no avalan la idea de que este mecanismo
sea responsable de la comprensión de las emociones y, en
consecuencia, de la empatía.
No ha sido posible por tanto demostrar la participación del sistema de neuronas espejo en la sensibilidad interpersonal.
FUENTE : http://psicopedia.org/5742/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-empatia/
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza
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