¿Cómo llevar un diario terapéutico?

Muchos psicólogos utilizan la terapia cognitivo-conductual para tratar una gran variedad de trastornos mentales, como la ansiedad, la depresión, la anorexia, la adicción o el trastorno bipolar.

En esencia, la terapia cognitivo-conductual lo que pretende es cambiar el comportamiento mediante la identificación de los patrones de pensamiento negativos y distorsionados. A grosso modo, parte de la idea de que muchos de los comportamientos disruptivos no son sino una manifestación de determinados pensamientos que, a su vez, forman parte de un conjunto de creencias, una visión del mundo y una forma de relacionarnos que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años.

Como comprenderás, en la terapia cognitivo-conductual es muy importante identificar cómo algunos pensamientos contribuyen a originar o mantener un problema específico porque al cambiar el patrón negativo de pensamiento y colocar en su lugar uno positivo, que tenga un fin terapéutico, no solo se puede cambiar la conducta sino que se puede obtener un cambio estable a lo largo del tiempo.

Una herramienta particularmente útil para detectar estos pensamientos negativos consiste en pedirle a la persona que lleve un diario. Obviamente, no se trata de un diario donde anote lo que ha hecho durante el día sino lo que ha sentido y pensado, sobre todo en situaciones que han despertado una intensa respuesta emocional.

Gracias a e este diario, el psicólogo puede darle un seguimiento a los sentimientos y pensamientos de la persona así como comprender cuáles son las circunstancias que los desencadenaron. 

Un instrumento muy útil para conocerse mejor


El diario terapéutico no es solo una herramienta que pueden utilizar los psicólogos sino que también te puede resultar muy útil. Si comienzas a escribir un diario de este tipo podrás encontrar diferentes patrones que explican de dónde surge la ansiedad, el miedo o la tristeza. Por ejemplo, quizás descubres una causa común a los ataques de pánico o comprendes cuáles son las situaciones que desatan tu ira y así aprendes a controlarlas.

Por otra parte, el hecho de ir más allá de las acciones que realizas cada día para centrarte en lo que piensas y sientes, te obliga a reflexionar sobre aspectos de tu personalidad que normalmente permanecen ocultos. De esta forma aprenderás a conocerte mejor y sabrás qué aspectos potenciar y cuáles sería mejor cambiar.

Otra de las ventajas de este tipo de diarios consiste en que a menudo nos brindan soluciones que no habíamos visto. A veces, en esta conversación con nosotros mismos descubrimos nuevos detalles que nos abren otras perspectivas.

Por último, pero no por ello menos importante, este tipo de diario a menudo se convierte en una válvula de escape, en un espacio donde podemos hacer catarsis sin dañar a nadie. De esta manera, cuando lo cerramos, solemos sentirnos aliviados, como si nos hubiésemos quitado un peso de encima.

Las pautas para escribir un diario que sea realmente terapéutico


Ante todo, es importante que elijas un momento y un lugar en el que nadie pueda molestarte para que puedas conectar con tu mundo interior y traigas a colación las experiencias que has vivido. Es importante que escribas con total libertad pero, aún así, debes tener en cuenta algunos aspectos:

1. Escribe en primera persona. De esta forma podrás asumir con mayor facilidad la responsabilidad por tus acciones, pensamientos y emociones. Usar el “yo” también te permitirá tomar las riendas de tu vida y convertirte en una persona más proactiva. 

2. No juzgues. El objetivo del diario terapéutico no es juzgarte sino dejar que tus vivencias se abran paso. Por tanto, no critiques la forma en que has reaccionado ante determinada situación, intenta escribir desde una perspectiva objetiva. Tampoco juzgues a las demás personas ni interpretes sus pensamientos, escribe de forma meramente descriptiva. Se trata de un ejercicio que al inicio puede ser complicado pero que te ayudará a manejar las emociones negativas y a enfrentar la vida desde una postura más equilibrada.

3. Evita el debeísmo. Un error común que todos solemos cometer consiste en ponernos prohibiciones y darnos órdenes, hablamos demasiado usando el “debo” y el “tengo”. En su lugar, comienza a utilizar el “quiero” o “elijo”. Se trata de un cambio de perspectiva radical porque te permitirá darte cuenta de todas aquellas cosas que haces por compromiso pero que en realidad no te apetecen. 

4. No preguntes, afirma. Las preguntas en sentido general suelen generar una sensación de incertidumbre poco agradable. Por tanto, en vez de plantearte preguntas, realiza afirmaciones y, al leerlas, reflexiona sobre cómo te sientes sobre ellas. Es probable que descubras aspectos de ti que no conocías. Por ejemplo, en vez de preguntarte “¿amo a mi pareja?” Simplemente escribe: “amo a mi pareja”. Y analiza cómo te hace sentir esa frase. Después de todo, el diario terapéutico es una herramienta para buscar respuestas.

5. Sé concreto y positivo. A menudo divagamos porque queremos esconder la verdad pero en un diario terapéutico las mentiras no tienen cabida. Sé concreto y escribe de manera positiva. Por ejemplo, si te refieres a tu estado de salud, la frase “no quiero sentirme mal” es totalmente contraproducente. En su lugar puedes escribir “voy a dejar de fumar”, una meta concreta que te acercará a un objetivo. Ten siempre en mente que la meta de un diario terapéutico no es regodearte en tus problemas sino buscar soluciones que te hagan sentir mejor.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2014/06/como-llevar-un-diario-terapeutico.html
http://www.psicologosmontevideo.com/lic-psic-gonzalo-cosenza

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