Excusas y limitaciones

Me provoca cierta ternura, además del lógico respeto por sus limitaciones, ver cómo las personas se sabotean ellas mismas. En mi caso, lo detecto claramente cuando contactan conmigo porque están pasándolo mal y su vida requiere un cambio. En ese momento se puede dividir a las personas en dos tipos muy diferenciados: Las que encuentran razones y las que encuentran excusas.
Puedes centrarte en las RAZONES o en las EXCUSAS. Las últimas te bloquearán.

Las primeras, las que encuentran razones, son así:

  • Tienen conciencia de la importancia de su situación, y de que ya dieron las vueltas suficientes como para darse cuenta de que solas no podrán salir de allí.
  • En la mayoría de los casos su situación hace que comenzar un proceso de cambio suponga bastante desafío interior, enfrentarse a cosas que no les gustan de ellos, el esfuerzo económico, pero saben que no enfrentarlo sólo les hará estar peor cada día y luego todos esos costes serán mayores… o inútiles por llegar tarde.
  • No necesitan demasiadas explicaciones previas, pues vienen con la determinación de su situación y de la confianza en el éxito de proceso que les da haber visto la experiencia de otras personas que les fue bien. Quieren comenzar cuanto antes.
  • Priorizan su mejora personal, duradera y estable, frente a otros “caprichos” del día a día con los que encubrir esa profunda necesidad de cambiar. Buscan el tiempo, el dinero, el espacio para llevar a cabo esa prioridad y acercarse a la vida que desean.    

        • Determinación y confianza son claves al conseguir nuestras metas

Sin embargo las segundas, las que encuentran excusas, son más de esta manera:

  • También saben que no tiene la vida que les gustaría, que hay algo dentro de ellos que les hace sentirse mal, incompletos o frustrados, pero internamente todavía creen que es que ellos son así, y que no tienen posibilidad de mejorar.
  • Nunca es el momento de comenzar. Siempre hay un motivo, un cambio de turno, una situación económica temporalmente mala, un “dentro de poco lo voy a comenzar” que se alarga más y más. Piensan que las excusas me la dan a mi…no se dan cuenta que las excusas son las que hacen que se engañen ellas mismas. La experiencia ya me permite saber rápidamente qué persona está realmente con la intención de trabajarlo YA… y cual no.
  • Como realmente necesitan esa ayuda, están continuamente pidiéndola. Te escriben mails, te hacen preguntas en las redes sociales, te persiguen. La “ocultan” en peticiones previas de información, en consultas de cosas “menos importantes”…Tú amablemente, cuando puedes, porque sabes que en el fondo están mal, les vas contestando y tratando de guiar pero ya sabes que eso no les ayuda porque realmente no quieren cambiar sino solo tener un poco de atención y consuelo. Lo normal es que “desaparezcan” al cabo del tiempo, dando(se), por alguna nueva excusa,  para de nuevo justificar(se) que deban seguir sufriendo.
  • Aunque dicen que cambiar es lo mas importante en su vida, desde fuera puede observar como dedican tiempo, esfuerzo, recursos, a muchas otras cosas. Dan la prioridad a “caprichos” a veces, con las que tratan de evadirse de su realidad, aunque no les aparte realmente de sus problemas.
Como decía al principio siento mucho respeto por estas personas que buscan sus excusas, el mismo que por aquellas que encuentran las razones para ir hacia delante. En el fondo, están mas lejos de su camino, van a sufrir más en esas situaciones donde no quieren estar, siguen enredados en su madeja. A mi, que conozco sus excusas, que las recibo a veces con la ternura de un adulto al que un niño quiere convencer utilizando argumentos de su edad, sólo me queda tratar de hacerles ver que en cuanto acerquen la mano, otra mano la agarrará y comenzará firme a permitir que vayan saliendo de ese pozo de excusas…aunque la mano, lo antes posible, deben sacarla ellas mismas.

FUENTE: http://inspirayavanza.com/tus-excusas-te-alejan/
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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