El 90% de las parejas no aguantarán más de cinco años juntas dentro de poco. Solo tú puedes hacerte feliz

  • «La felicidad está al alcance de todos. Lo único que hay que hacer es cambiar el 'chip' y dejar de quejarte», sostiene el mediático psicólogo Rafael Santandreu en su nuevo libro, 'Ser feliz en Alaska'

  • El autor defiende que hay que trabajar cada día para «transformar nuestro mundo emocional a través de nuestro diálogo interno».


  • Rafael Santandréu propone a sus pacientes que todos los días tienen que dedicar unos 20 minutos a realizar lo que él llama "ejercicios de renuncia". Es decir, les hace imaginarse cómo sería su vida si se quedara sin trabajo... si le dejara su novia... si se viera obligado a vivir en un albergue municipal por carecer de todo... si estuviera abocado a vivir en una silla de ruedas... y de cada situación, el paciente ha de sacar todos los aspectos positivos que pueda para, así, darse cuenta de que es posible ser feliz siempre, siempre y cuando relativices la situación y tengas una mente fuerte para ver el lado positivo de la vida. Esto requiere de un entrenamiento pero cualquier persona, tenga las circunstancias que tenga, puede lograr este objetivo: ser feliz. Ésta es la tesis que defiende el psicólogo catalán y que explica en su nuevo libro, 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo).
    - Este libro viene a decir que se puede ser feliz pese a todos y a pesar de todo. ¿Cómo es posible?
    - Porque la felicidad está dentro de nuestra cabeza, no está en lo que nos sucede, sino en lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede. Tu bienestar no depende del exterior, porque siempre te puedes quejar de que las cosas me podrían ir mejor y no apreciamos la oportunidad de gozar que ya tenemos. Pero, claro, hay que dejar de quejarse de una vez. Y darte cuenta de que necesitas muy poco para estar bien.
    - ¿Entonces no hay nada que nos impida ser felices?
    - Solo hay dos cosas: si te falta el agua y te puedes morir de sed, o te falta la comida y realmente te puedes morir de hambre; todo lo demás no es motivo en absoluto para estar mal. Pero no conozco a nadie en España que se haya muerto de sed ni de hambre.

    - Tampoco. Existe el mito de que la salud es esencial, y es absurdo. La salud es lo primero que perdemos los seres humanos. A partir de los veintipico años ya empieza el declive: se te cae el pelo, te duele la espalda, pierdes visión... Y, por otro lado, hay muchísimas personas con una salud muy mala pero que son muy felices. Por ejemplo, el científico británico Stephen Hawking, uno de mis ejemplos de fortaleza emocional. Apegarse a la salud es una de las cosas más absurdas del mundo, porque la vas a perder seguro.- ¿Ni siquiera la salud?
    - ¿Y cómo iniciar ese debate que defiende que hay que tener con nuestra propia mente?
    - Para transformarte en una persona fuerte tienes que controlar tu diálogo interno. Lo que tú te dices a ti mismo cada día, sobre todo cuando suceden las adversidades. La técnica básica es debatir, darte cuenta de lo que te has dicho para ponerte mal y cambiarlo. Al final, uno se pone mal no por lo que ha sucedido, sino por lo que te has dicho. A medida que con ese debate cambias tu mundo emocional, cada vez las cosas te afectan menos y tú te estás haciendo fuerte. Nosotros transformamos nuestro mundo emocional a través de transformar nuestro sistema de valores, lo que nos decimos. Y es un trabajo que hay que hacer intensamente cada día.
    - Entiendo que no es solo lo que decimos y pensamos, sino que también habrá que cambiar lo que sentimos.
    - Lo que sentimos es siempre producto de lo que nos decimos. Por ejemplo, la gente dice: 'Pepe me pone de los nervios'. No es verdad. Las emociones te las provocas tú. El hecho en sí, mientras tengas cubierta la comida y la bebida del día, es bastante neutro. Y ahí está la clave. Si te dices: vale, me han despedido, no me ha gustado, pero sin trabajo yo también puedo ser feliz, puedo hacer muchas cosas valiosas por mí y por los demás. Si te dices eso, cambia un montón tu emoción.
    - ¿De verdad cree que la capacidad para ser feliz se puede aprender? ¿No hay una cierta predisposición genética?
    - Esa predisposición genética a la felicidad es muy pequeña. Nosotros nacemos más nerviosos o más tranquilos, pero poco más. El resto de carácter lo creamos a partir de nuestras experiencias, pero sobre todo a partir de las conclusiones a las que vamos llegando a lo largo de la vida. En un 75% tu carácter depende de tus pensamientos, no de tu fisiología.
    - He leído que realiza a sus pacientes un ejercicio de "ricas dosis de incomodidad".
    - Yo le asigno a mis paciente que cada semana se autoapliquen una incomodidad: si van al supermercado, que se pongan en la cola más larga; que vayan al trabajo andando, que se queden una noche entera sin dormir... Esas dosis de incomodidad sirven para no apegarse a la comodidad. Hay un problema: nuestra sociedad nos ha inculcado la idea de que comodidad es igual a felicidad. Y eso es un gran error. Cada vez que tenemos una situación incómoda nos ponemos de los nervios. Además, perseguimos la comodidad, y eso es un tanto aburrido y deprimente. Un poco de comodidad es buena, mucha comodidad es un coñazo.
    - ¿Nuestro gran defecto es que transformamos deseos en necesidades absolutas?
    - Transformar deseos en necesidades absolutas es el mecanismo para volverse neuróticos. Cada necesidad inventada es una carga, porque si no la consigues te haces a ti mismo un desgraciado. Pero, cuidado, si la consigues, también, porque si es una necesidad tan absoluta, entonces vas a tener miedo a perderla. Y así se vive en constante tensión.
    - ¿Por qué cada vez proliferan más los libros de autoayuda y las consultas de los psicólogos están llenas?
    - La sociedad cada vez es más compleja y necesita más de este saber. Si tú comparas el nivel de superexigencia que tenemos actualmente con el de nuestros abuelos... Para ser decente, como mínimo hay que ser delgado, tener educación, haber viajado, tener una casa bonita y ordenada, tener muchos amigos, ser extrovertido, tener trabajo, pareja... y el ser humano no está hecho para tanta presión. Y éste es el problema que tenemos actualmente: que el mundo es supercomplejo, cada vez más exigente, y si no tienes una buena conciencia en valores, esto se convierte en algo muy complicado.
    - Igual que complicada es la vida en pareja, hasta el punto de que usted la califica de ser "una aberración contra natura".
    - Sí, nosotros hemos inventado este modus vivendi de la monogamia y la familia biparental. Pero hay muchas pruebas antropológicas que dicen que aguantar tanto tiempo con alguien aburre. Es así de simple. El ser humano es mucho más curioso de lo que hemos instaurado y necesita variedad. Nos tenemos que dar cuenta de que lo normal, en libertad, es que la gente no esté más de cinco o diez años junta, porque pasa algo muy natural en ese chimpancé inteligente, y es que se aburre del otro. Yo vaticino que el número de divorcios y separaciones va a aumentar: el 90% de las personas no aguantará más de cinco años juntos dentro de poco. El único que te puede hacer feliz eres tú a ti mismo mediante tus pensamientos.
    - Llevamos toda la entrevista hablando de felicidad, pero no nos ha dado su definición.
    - La felicidad es un estado en el que uno se encuentra encantado de la vida, de uno mismo y también de los demás. Es cuando todos los días ves que hay tantas oportunidades de disfrutar, aprecias un montón las pequeñas cosas de la vida... e incluso tienes muchos momentos de éxtasis a la semana. Estoy tan bien, soy tan feliz... Eso es lo que llaman felicidad y está al alcance de todos. Lo único que hay que hacer es cambiar el chip y dejar de quejarte.

FUENTE: http://www.lasprovincias.es/videos/sociedad/201603/19/nadie-puede-hacerte-feliz-4807940921001-mm.html
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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