Teoría del apego y la historia de nuestras relaciones


20151110ApegoSeguro
¿Por qué algunas personas tienen modelos internos de la realidad y las relaciones que les permiten sentirse amados y seguros la mayor parte del tiempo? ¿Por qué otras personas tienen tendencia a retraerse en la relación con los demás? ¿Y en cambio otras, se sienten perpetuamente dependientes y confusas respecto a sus propias emociones en la relación?
Los seres humanos somos seres sociales. Como individuos estamos constantemente emprendiendo nuevas relaciones. Estas relaciones construyen una historia de experiencias que influyen en como pensamos, sentimos y nos comportamos en la relación con los demás. En todos los casos, esta historia siempre empieza con las relaciones que establecimos con las personas que nos cuidaron de niños. El modelo teórico con la que la mayoría de psicólogos trabajamos para entender desde dónde se mueven las personas en sus relaciones es la teoría del apego.
En los años 50 del pasado siglo, John Bowlby formuló la teoría del apego a raíz de su trabajo en instituciones con niños privados de la figura materna. En un principio, el término apego se refería al vínculo emocional que los niños establecen con sus padres. Bowlby postuló que este vínculo es la base para que el niño pueda sentirse seguro y pueda desarrollar adecuadamente su personalidad. Posteriormente otros investigadores cómo Mary Ainsworth en los 70 y Main y Solomon en los 90 describieron tipologías en las relaciones de apego entre padres e hijos.
Lo más interesante de la teoría del apego es que los diferentes estilos de apego que se desarrollan con los cuidadores en la infancia tienden a mantenerse a lo largo del desarrollo hasta la edad adulta. Así el estilo de apego termina construyendo nuestro mapa mental acerca de cómo es el mundo que nos rodea y cómo somos nosotros en la relación con los demás. Entender nuestro estilo de apego predominante nos permite alcanzar una compresión del modelo mental con el que nos hemos relacionado durante toda nuestra vida. Y además permite un trabajo psicoterapéutico profundo con las heridas que nos han marcado desde la infancia.
Con éste artículo empiezo una serie en que iré desgranando las diferencias entre los diferentes estilos de apego en la infancia y en la edad adulta así como el enfoque posible en psicoterapia de cada uno de ellos. Los tipos de apego que se han definido en psicología son:
  • Apego seguro
  • Apego inseguro – evitativo
  • Apego inseguro – ambivalente
  • Apego desorganizado
Antes de entrar en los estilos de apego que pueden generar conflictos o malestar es importante entender qué es y qué significa tener un estilo de apego seguro. Para estudiar el apego en los bebés, Mary Ainsworth desarrolló el procedimiento experimental de la “situación extraña”. Niños de entre 1 y 2 años de edad se encontraban en una habitación desconocida para ellos primero en presencia de la madre, posteriormente ésta se marchaba dejándolos solos con el desconocido y finalmente regresaba a la habitación. En este modelo experimental los niños con apego seguro se despegaban de la madre para explorar el entorno cuando ésta estaba en la habitación. Protestaban, lloraban y mostraban signos de echarla de menos cuando se iba. Finalmente corrían al reencuentro cuando ésta volvía a menudo buscando la proximidad física con ella, y se tranquilizaban fácilmente cuando la madre estaba presente. Un estilo de apego seguro implica una creencia implícita en la bondad de la relación. En otras palabras, la creencia en el amor del otro y la convicción de que uno será satisfecho en sus necesidades emocionales. Esta creencia basada en una relación fiable y congruente con sus cuidadores, permite al bebé alejarse para explorar su entorno y poco a poco irse construyendo como individuo diferenciado a lo largo de su desarrollo. Un niño con un estilo de apego seguro tiene una buena capacidad para tolerar la frustración sin sentirse sobrepasado: es capaz de tranquilizarse a sí mismo así como de recurrir al entorno cuando es necesario para poder buscar consuelo. En la vida adulta una persona con apego seguro puede buscar la relación con los demás sin mostrarse temeroso o sin dar señales ambivalentes o contradictorias a los otros. Estas personas, se sienten igualmente cómodas siendo autónomos y buscando el apoyo de los demás. En una relación terapéutica, el paciente con un estilo de apego seguro se muestra congruente en su lenguaje verbal y no verbal, es decir su estado de ánimo y sus deseos coinciden con lo que explica y con sus actos. Finalmente, usa al terapeuta como una base segura, un lugar dónde sostenerse momentáneamente en un momento difícil para poder continuar luego con su vida.
FUENTE: http://psicoterapiacotidiana.com/teoria-del-apego-y-la-historia-de-nuestras-relaciones/
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es el fotolenguaje?

FODA Matemático: Cómo funciona , paso a paso

La diferencia entre adular y alabar