Resolución de problemas, la técnica de las 3 urnas



Llevamos un año en el que nos estamos viendo llamados de forma frecuente a ejercer nuestro derecho al voto. Y todavía nos quedan alguna que otra votación que celebrar. Pues os vamos a proponer una forma de decidir que también requiere de este ejercicio de depositar una papeleta en una urna.
En psicología existen dinámicas que podemos llevar  a cabo de forma individual o grupal para que el caos no se apodere de nosotros. Hoy vamos a hablar de una de esas técnicas, las tres urnas.
Muchas ocasiones los problemas cotidianos son una preocupación y una fuente de generarnos stress de forma constante. La forma en que llevamos estas situaciones en función de nuestra personalidad nos puede acarrear más consecuencias de las debidas. Y esto suele generarnos incapacidad para hallar las armas para alcanzar la solución. 
Las decisiones. Muchas veces la verdadera madurez de la vida consiste en cómo llevamos a cabo el proceso de decidir qué es lo que más nos conviene. Acarrear con la responsabilidad de una decisión puede ser algo que nos provoque miedo. Pero vivir en la propia indecisión de una manera constante tampoco nos va a ayudar, no es la solución. Y a pesar que la ayuda de nuestro entorno puede ser de gran utilidad, no siempre va a ser la mecánica aconsejable en todas las situaciones. Existirán momentos en los que sólo nosotros podremos tomar la decisión, sea correcta o no.
Por tanto enfrentarte a una encrucijada, a un momento en el que debes tomar una opción, puede ser el instante preciso para hacer uso de las técnicas de toma de decisiones personales.
La dinámica es muy sencilla. Se basa en identificar problemas y proponer soluciones, y todo esto con la ayuda de tres urnas (o recipientes diversos).
La ayuda de un profesional psicológico puede ayudar a un determinado grupo a alcanzar una resolución si lleva a cabo este proceso en el que puede participar cualquier persona. Los objetivos que este proceso, que no debe exceder de una hora y media, pueden llevarnos desde la asunción de la responsabilidad, reconocer los errores, hablar de si aparecen sentimiento de culpa, participar hablando y escuchando, crear conciencia de grupo, confiar en nuestros compañeros de viaje y proponer soluciones reales a los problemas que surjan. 

Cómo llevar a cabo el  proceso de las tres urnas
En cuanto a la metodología es muy sencilla. Si existe un grupo, debe haber uno o más moderadores que lleven a cabo la explicación y el correcto funcionamiento. Si se trata de uno mismo, podremos ayudarnos de una persona de confianza o de un profesional de la psicología, pero si somos sinceros podremos hacerlo en soledad. 
Crearemos 3 recipientes (las urnas) y cada una llevará los siguientes rótulos:
  • Me arrepiento de…
  • Mi problema es…
  • Me gustaría superar…
Cada participante tendrá un mínimo de tres papeletas y deberá escribir en ellas el final de cada una de las frases. Así se establecerán las normas de mínimos, es decir, se deberán rellenar todas las papeletas, o bien como mínimo un pensamiento en cada una de ellas, o las que los organizadores crean necesario. 
Terminado este proceso, que deberá tener un mínimo de tiempo para la reflexión y un máximo para que se lleve a cabo, en función del problema y del grupo se pasará a la lectura de los mensajes. 
Se podrá dar la opción a haya un tiempo después de cada lectura de mensaje y permitir si, en el caso de un grupo, se identifique la persona que ha escrito esa idea e incluso se puede dar un pequeño tiempo por si quiere matizarla, pero que sea una excusa para iniciar un debate. No deberá haber contestación a ese mensaje por parte de los otros miembros del grupo.
Con esta dinámica podemos trabajar en diferentes áreas del proceso de toma de decisiones. Así cada uno de los participantes debe adquirir conciencia de la existencia de un problema y que existe una parte de responsabilidad propia en que ese problema haya surgido. 
De mismo modo nos ayuda a que el grupo y el individuo piensen y creen una metodología de trabajo para solucionar el conflicto y prever situaciones similares a esta. También se deberán aceptar las consecuencias que se derivan de la responsabilidad de cada miembro en el funcionamiento correcto de la comunidad. Y por último, se deberá poner en funcionamiento un protocolo para evitar que estas situaciones conflictivas se repitan.
En el caso del trabajo individual, además de la sinceridad, será muy importante ser capaz de descubrir cuestiones que posiblemente hasta la fecha había pasado inadvertidas. Y del mismo modo es una forma de juzgarse a uno mismo que nos ayudará en nuestro proceso de maduración. Posiblemente en el planteamiento de esta dinámica a título individual será muy necesaria la ayuda de un profesional psicológico.
FUENTE: http://psicoter.net/blog/item/68-resoluci%C3%B3n-de-problemas-la-t%C3%A9cnica-de-las-3-urnas
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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