Los psicólogos consultados
sobre el caso de la joven de Málaga no dudan en circunscribir su actitud en una dicotomía clara: actuó así o por venganza o por amor. Su personalidad, trazada de la mano de
José Elías Fernández, psicológo sanitario en Madrid, es «infantil», de un cariz «grandilocuente», «se siente desvalida» y tiene afán por «llamar la atención» de alguien de su entorno, con toda probabilidad de alguien del que esté «enamorada» u obsesionada, como dicen respecto de su monitor de baloncesto, sin medir
las secuelas que puede tener.
«Lo normal es que antes esta chica hubiese sufrido "bullying" o acoso en el colegio por parte de alguno de los jóvenes denunciados y tiene sed de venganza personal. Si no es así, entonces es muy astuta y sobre todo es dominadora y de psicología seductora», colige el psicólogo del centro Elías Fernández de la capital.
Si este tipo de personas no consiguen lo que quieren, entonces son capaces de articular mecanismos «enrevesados» como los mostrados por la joven para sustentar su denuncia ficticia, añade, al tiempo que agrega la probabilidad de que ella haya atravesado una situación de profundo estrés y su vía de escape sea esta tan poco natural.
«Finge incluso que le han hecho daño, oculta la vengana e intenta seducir, hace que paguen por una determinada situación», describen los expertos de la psicología entrevistados. «Cabe resaltar que está en la pubertad y en un mundo de fantasía que agranda la situación como grandilocuente. Ésta es una situación terrible», resalta José Elías.
FUENTE: http://www.abc.es/sociedad/20151003/abci-nina-malaga-psicologos-201510021949.html
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