Las grandes dificultades del Trastorno Límite de la Personalidad






Una de las patologías que más asusta a la sociedad en general puede ser la denominada Trastorno Límite de la Personalidad. Si bien es denominada también como Borderline no debe confundirse ya que también este término hace referencia a un nivel de inteligencia inferior al normal sin llegar al retraso. En el caso que nos ocupa el Trastorno Límite de la Personalidad no se ve afectada la inteligencia sino el aspecto emocional y el control de los impulsos.
Los orígenes de este mal se pueden encontrar en aspectos genéticos, pero en su mayoría vienen determinados por ambientes familiares negativos o abusivos. Siendo más frecuentes en el género femenino, proporcionalmente 3 a 1, se ven detectados a edades muy tempranas. Son personalidades débiles, con baja confianza en uno mismo y en las que las emociones están muy presentes pasando de la calma a la ira, del enamoramiento al desprecio frente al rechazo. 
Estamos hablando de un trastorno muy lesivo y muy duro a nivel psicológico para el enfermo y también para su entorno. Asimismo se trata de una patología muy frustrante para el enfermo que no ve mejoras y para el especialista psicólogo. Sus características más generales hablan de conductas auto lesivas, relaciones personales cambiantes que van de la idolatría al rechazo y baja percepción de uno mismo.  En muchas ocasiones se ven acompañadas de trastornos alimentarios y consumo de sustancias nocivas que pueden agravar su estado. Del mismo modo se producen cambios muy bruscos del estado de ánimo y situaciones de enajenamiento de sus comportamientos derivados por una sobrecarga de las emociones del individuo.
La entrevista personal con el especialista será la mejor prueba de determinar este tipo de diagnóstico y será muy recomendable iniciar este proceso a la edad más temprana posible si se detecta algún síntoma. Serán las indicaciones del especialista las que determinarán los movimientos a llevar a cabo por el enfermo y de forma especial por su entorno.

Convivir con un enfermo de trastorno de personalidad

Es muy frecuente la sorpresa y la incredulidad en el entorno del enfermo cuando se diagnostica ya que no se comprenden los comportamientos tan bruscos. Por tanto recomendaremos una serie de acciones. Teniendo en cuenta su debilidad ante sus emociones es importante que en el seno familiar el enfermo se encuentre estable y seguro evitando situaciones que puedan descontrolar su estado de ánimo. 
Será importante no forzar las situaciones, si el enfermo se encuentra con dificultades ante una situación no se deberá tensar más la situación sino se deberá hacerle patente el apoyo que tiene para afrontar el problema. 
Si se producen situaciones lesivas para él mismo o para alguien de su entorno, la riña o el castigo no será la medicina adecuada sino se deberá tender a hacerle entender y comprender que son fruto de una emoción que debe encauzar de otra manera no lesiva bien con el diálogo o descarga de la tensión con otra acción no violenta.
Es importante que las personas de su entorno expresen ante él sus emociones y sensaciones cuando el enfermo de Trastorno Límite de Personalidad actúa de esta forma. Debe entender la preocupación, pena o tristeza que existe entre sus familiares y amigos.  
Se hace aconsejable actuar con un tratamiento psicoterapéutico y con medicinas si son recetadas por el especialista y del mismo modo se hace aconsejable actuar en el entorno cercano con toda la información para que se actúe en el mismo sentido que determina el especialista. Este apoyo y consulta con su entorno busca encontrará el equilibrio y nunca una causa o pero aún una culpa de la enfermedad del sujeto. 
Los enfermos de Trastorno Límite de la Personalidad buscan la satisfacción inmediata de sus deseos y emociones y el no conseguirlo en el plazo esperado es una de las causas de la frustración que le llevará a actuar de forma negativa. Por tanto es un buen camino intentar tratar con él el proceso de toma de decisiones. En este proceso intentar evitar la toma de decisiones desde el plano emocional y tratar de que intervenga más el apartado racional será una buena táctica.
Se trata de un trastorno muy desconocido, dificultoso en su diagnóstico y en su proceso de cura y es inevitable el apoyo de especialistas para que la integración del individuo en la sociedad no se agrave sino que se remedie.
FUENTE: http://psicoter.net/blog/item/66-las-grandes-dificultades-del-trastorno-l%C3%ADmite-de-la-personalidad
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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