Mi vida es mejor sin ti

Como a un mal amante, al tabaco también le deberíamos decir  aquello de “mi vida es mejor sin ti“. La realidad, experimentada durante décadas es irrevocable, el tabaco te puede envejecer más de veinte años. La “cara de fumador” no es un estereotipo, sino una secuela más de la larga lista de efectos negativos que sobre la salud tiene el hábito de fumar.


La nicotina agrede la piel al provocar una disminución de la circulación sanguínea, sus efectos sobre la misma provoca envejecimiento prematuro, más evidente en las mujeres, ya que son más propensas a la deshidratación cutánea. El monóxido de carbono del tabaco penetra en la hemoglobina disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos periféricos. Los fumadores multiplican por tres la probabilidad de sufrir necrosis de la herida, o muerte tisular de tejidos por la falta de riego sanguíneo, porque el tabaco contribuye notablemente a la no cicatrización de heridas. En muchos casos, sustancias cancerígenas como el benzopireno contenidas en la mezcla de tabaco de los cigarrillos provocan que la necrosis de herida derive en un cáncer de piel.

La ansiedad patológica, la depresión y las obsesiones compulsivas son las principales causas psicodermatológicas que afectan a la piel, y también son algunos de los detonantes más frecuentes en el consumo de tabaco. El consumo de tabaco y de alcohol empeora notablemente el curso de cualquier enfermedad psicodermatológica, esta relación es muy llamativa en los casos de psoriasis. Muchos factores se han relacionado con la aparición y el agravamiento de la psoriasis, como los determinantes genéticos o el entorno y la conducta de la persona, últimamente se ha podido comprobar que en los fumadores compulsivos que padecen psoriasis, esta suele acabar siendo de gravedad.
El fumar está fuertemente relacionado con patologías graves, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares y respiratorias; es la mayor causa de muerte a nivel mundial. Pero también provoca, como hemos indicado, enfermedades graves en la piel, como el cáncer labial, leuqueratosis en la lengua. El carcinoma celuloescamoso de piel, el cáncer de pene, ano y vulva son más frecuentes en los fumadores. Y otras patologías menos graves a nivel de riesgo para la salud física, pero que tienen un gran impacto estético y, en consecuencia, puede provocar reacciones psicológicas adversas. El tabaco hace a la persona fumadora más vieja y fea, porque contribuye a marcar las arrugas con profundidad y el aspecto demacrado facial con prominencia de los huesos. Qué lejos para muchos fumadores de años están aquellas imágenes y mensajes publicitarios donde los personajes del marketing tabaquero se mostraban pletóricos de energía y salud, de juventud y personalidad. Qué engaño que aún toleramos en defensa de la libertad de mercado y de la recaudación de impuestos.


¿Mejora nuestro aspecto al dejar de fumar?

La gente que deja de fumar vive más y mejor. Para la pie los beneficios son igualmente muy importantes. El mejoramiento de la psoriasis es muy llamativo, así como el del envejecimiento precoz del cutis y del resto de la piel. Es habitual notar estos cambios por la desaparición paulatina de la coloración amarillenta-parduzca de las uñas de los dedos de la mano y la tonalidad también amarillenta de los cabellos de los fumadores. Sin embargo dejar de fumar no es suficiente o no es todo lo que debemos hacer para recuperar una piel más sana y rejuvenecida, los efectos del tabaco suelen perdurar muchos años. En este sentido y siendo la condición sine qua non dejar de fumar, debemos complementar el tratamiento de la piel con tratamiento a base de estrógenos, ácidos retinoicos y glicólicos, alimentación rica en vitaminas A, C y E, zinc, betacaroteno, selenio, etc.; evitar la exposición masiva al sol y no consumir alcohol.
Naturalmente, los efectos de dejar de fumar también se sienten en la salud mental. La ansiedad, la depresión, el estrés, la calidad de vida a nivel psicológico y una visión más positiva de la vida son efectos inmediatos del abandono del hábito tóxico del tabaquismo. Las personas con problemas psicológicos suelen estar más predispuestas a un consumo excesivo de tabaco, existe una falsa creencia de que fumar ayuda a “los nervios” y a “controlar el estrés”, sin embargo la realidad es bien distinta. Los efectos beneficiosos de haber dejado de fumar en muchos casos han superado los tratamientos medicamentosos a base de antidepresivos  y ansiolíticos para los trastornos de humor y la ansiedad.
Una última cosa que os puedo decir es que: DEJAR DE FUMAR SI SE PUEDE.

FUENTE: http://blasrodriguezmedicinapsicologica.blogspot.com.es/2015/08/mi-vida-es-mejor-sin-ti.html
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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