Mi pareja no quiere tener hijos. Como llegar a un acuerdo

Esther y Roberto toman asiento en la consulta. En principio, se trata de unaterapia de pareja, a demanda de la esposa, quien no quiso explicar el motivo por teléfono. “Bien, ya estamos aquí, pero, ¿por qué?” Se inicia una especie de guerra “cuéntaselo tú”, “no, mejor se lo cuentas tú, que lo tienes más por la mano”, que empieza a ir in crescendo, cuando decido intervenir “¿os importaría explicármelo, entre los dos?” Esther, vuelve a tomar la iniciativa; “él no quiere tener hijos y yo sí”.
Aunque pueda parecer lo contrario, en muchas ocasiones las parejas no se ponen de acuerdo a la hora de tener hijos. Sin embargo, que sea la mujer quien posponga el embarazo o que decida que no desea ser madre, no resultaría tan “raro”. Pero que el deseo de tener hijos se vea frustrado por el hombre nos puede resultar difícil de asumir. Este es el motivo por el cual en el presente artículo nos centramos en cuando él no quiere tener hijos.

¿Cuáles pueden ser las causas porque un hombre no quiera ser padre?

1. Apoyo por parte de la pareja
En algunos casos, la paternidad no es tan importante como tener una pareja que los apoye. Aunque siempre hay la posibilidad de que el amor generoso le haga cambiar de opinión. Lo básico es que nunca perdáis la meta: un hijo es una opción de pareja. Es muy necesario que los dos os abráis a un diálogo franco en el que cada uno consiga explicar al otro qué temores le despierta la idea de tener un hijo.
2. Miedo al compromiso
El hombre puede tener temor a comprometerse de forma definitiva en la relación ya que tener un hijo hace sentir que la relación es fundamentada. A veces, se puede considerar apresurada la idea de tener hijos porque el marido cree que no ha disfrutado el suficiente tiempo de novios y, por tanto, de amantes. A pesar de ello, todo depende del tipo de vínculo que una a la pareja, así como las historias personales por las cuales hayan transitado cada uno. Si os encontráis en esta situación, os aconsejamos dialogar. Discutir las ventajas e inconvenientes de tener un hijo. Sea la que sea vuestra conclusión final, cada uno debe respetar la decisión del otro.
3. Situación económico-laboral
Influye, asimismo, el temor a que su actual situación económico–laboral le impida asumir la manutención de un hijo. Algunos hombres rehúsan tener hijos hasta conseguir determinado estatus económico ya que consideran – desde una visión muy paternalista y machista- que este es el principal pilar con el que pueden complementar las responsabilidades biológicas de la mujer. Ante esta situación tenemos varias opciones, entre las cuales no entra presionar al hombre para que tome la decisión que deseamos. Al contrario, debemos sopesar las dos opciones que el destino nos brindaría, es decir, continuar con nuestro marido y renunciar, al menos temporalmente, a tener hijos o, desgraciadamente, perseguir nuestro proyecto vital por separado.
4. Conflictos del pasado
Quizás nuestra pareja no quiere ni oír hablar de paternidad porque le viene a la mente su propio conflicto interno, visto durante su infancia y, por tanto, procedente del pasado. Y, tan sencillo como que él no desea repetirlo, ya sea de forma consciente o inconsciente, con su propio hijo/a…sólo que no es una decisión unilateral. En este caso no suele ser suficiente una conversación entre la pareja, sino que es necesaria ayuda profesional mediante terapia individual para el hombre o, incluso, una combinación de terapia individual para él más terapia de pareja –que mejorará la comunicación entre ambos así como canalizará la expresión correcta de los sentimientos- que sirva para facilitar que aquellas respuestas que suelen ser desconocidas, incluso, para el hombre que se niega a ser padre salgan a la luz.
5. Gran responsabilidad
A veces, dejar de ser hijo para pasar a ser padre es un paso que no todos los varones están preparados para dar porque implica una gran responsabilidad y un enorme compromiso más toda una serie de renuncias que, muchos de ellos, no están dispuestos a aceptar.
De hecho, muchas veces el hombre que se halla en esta situación, desconoce el motivo verdadero por el cual no quiere tener hijos aunque tiene claro que, en esos momentos, liga su proyecto vital más a cuestiones profesionales y a su relación de pareja que no a la idea de la paternidad que se le antoja muy lejana aunque por edad no debiera estarlo tanto. Muy posiblemente, detrás de todo ello, se halla el miedo a imaginar un futuro en que hay una tercera personita cuya educación, salud y bienestar depende, en parte, de él.
6. Cuestión de salud: dificultades para tener hijos
Hay parejas a las que les cuesta muchísimo tener hijos y, tras varios intentos en que no se queda embarazada, la persona sufre un desgaste, no solo a nivel físico sino también psicológico. Algunas veces, uno de los dos quiere seguir intentándolo porque es muy intenso el sueño a cumplir y, en ese intento, no tiene en cuenta qué es lo que le está pasando al otro. Y no solo nos referimos a la mujer , que es la que pasa por el procedimiento técnico, sino también al hombre, que se siente muy dolido a nivel emocional y, entonces, quiere parar con la búsqueda. Por ello, muchas parejas intentan, entonces, buscar una salida con la adopción aunque sea un proceso con una larga espera y que también requiere de una alta cuota de paciencia, por ambas partes. Por tanto, la situación es muy dolorosa para la pareja ya que, aunque vislumbran la posibilidad de realizar un sueño, también existe la posibilidad de perder al otro en este arduo camino. De esta manera, si la mujer quiere tener hijos pero el hombre no, se toma la negativa como un rechazo a sí misma y, por tanto, una demostración de falta de amor. En esta situación, es muy difícil hacerle entender que está equivocada, que su pareja la quiere pero que debe comprender que es “el otro”, una persona diferente a sí misma, con sus propios proyectos e ilusiones y con necesidades distintas.
A su vez, el hombre tiene la sensación de estar siendo manipulado por su mujer aunque si la situación es a la inversa, es decir; hombre que quiere tener hijos y mujer que no puede tenerlos, por edad biológica, por proyectos personales o por otras cuestiones, en la cultura occidental, el hombre oculta su deseo de ser padre, aprendiendo a “desconectarse” de sus emociones.
7. Personalidades inseguras
En estas ocasiones, aparecen el egoísmo y los celos, ya que temen que el bebé capte todo el interés de la madre y anule el amor que ésta siente por su pareja.

¿Qué sucede si nuestra pareja no quiere tener hijos?

Normalmente es la mujer la que desea tener un hijo, ya sea por instinto maternal o como proyecto de vida. Ellas suelen esperar al momento apropiado para tenerlo, aquel en el que dicho instinto es más fuerte y coincide con un período de estabilidad, ya sea tras la boda o un buen contrato laboral. Es ese momento álgido, todo está a punto, le sugieres a tu pareja que es el momento de tener hijos y él, bueno, te dice que, ahora mismo, no quiere tenerlos. Es entonces cuando el deseo de ser madre se hace añicos ante la negativa de tu pareja; “¿ sabes? Es que creo que no estoy preparado…”, “…pienso que deberíamos esperar a mejorar nuestra situación económica…” Estos son los argumentos más usados pero, en cualquier caso, la persona amada nos acaba de dar un “NO” a una de las preguntas más importantes que le haremos jamás. i no hay acuerdo en este tema, ¿ podemos seguir como pareja?
Desde el inicio de la relación, por diversos motivos, muchos hombres explican que no quieren tener hijos. Sin embargo, también los hay más sutiles “no, por ahora, no”; el único problema de los “sutiles” es que su “momento” o la edad de la paternidad, no llegará nunca porque antepondrán siempre un nuevo logro profesional, una subida de sueldo que no llega o un viaje “ sólo para nosotros”, que es uno más.
Y, aunque bien es cierto que para los hombres el reloj biológico no es un factor decisivo, sí lo es para las mujeres que, a partir de cierta edad, valoran el embarazo como un “ahora o nunca” lo cual provoca que los hombres retrocedan y, en algunos casos, acaben por romper la relación.
Si llegado este momento te vuelve a recordar su misma decisión pero, al mismo tiempo, se aman mucho, entra en juego otro importante dilema: ¿tengo hijos o mantengo al amor de mi vida? Muchas parejas han decidido renunciar a los hijos por mantener su amor, una relación asentada, madura y con futuro. El valor de lo conocido ante la búsqueda de lo desconocidos.
¿Cedo a la idea de mi pareja de tener hijos aunque yo no quiera o rompo con el amor de mi vida? Un dilema común en parejas cuyo uno de los dos no quiere tener hijos
Si, finalmente, ser madre es tu mayor ilusión en la vida, incluso, por encima de la felicidad conyugal, posiblemente, debas plantearte continuar el viaje por tu cuenta, quizás para volver en un tiempo, o para no hacerlo nunca.
Tener un hijo producirá innumerables cambios en vuestra vida. Aporta miles de aprendizajes, experiencias únicas y un vínculo intenso que, muchas veces, es más duradero que el de una pareja. Además, dicho vínculo es diferente al de la pareja ya que implica renuncias, expectativas, decisiones y responsabilidades y puesto que, obviamente, dura toda la vida.
Por otra parte, no tener un hijo aporta un tiempo que podemos dedicar a nuestro ocio, nuestra realización creativa o laboral, un tiempo para crear relaciones, obtener dinero, independencia, no responsabilizarse de la vida de otro ser que, además, se halla indefenso y, por lo tanto, también miles de aprendizajes y experiencias únicas que, sin embargo, son totalmente distintas a los que aporta un hijo.
Si el deseo de vivir uno de estos dos caminos es firme, real, renunciar a ellos por una pareja va a ser una gran renuncia. Pero, si lo hacemos, será una decisión óptima como cualquier otra, pero tendremos que tomarla con seguridad. Y, no sólo considerando el presente sino también visualizando el futuro dentro de muchos años, considerando que se producen cambios en los sentimientos y en la vida. Siendo conscientes de que nuestro vínculo de pareja puede cambiar, y que nuestra decisión con respecto a tener o no tener hijos podría convertirse en definitiva. Intentando ser realistas e intuir, si quizás algún día, cuando nuestra relación de pareja evolucione, nos arrepentiremos de no haber seguido nuestro proyecto.
Pero antes de decir adiós a nuestra pareja o a nuestro proyecto, no dejemos de plantearnos las miles de opciones alternativas: pensemos en la posibilidad de que la mujer tenga un hijo, incluso dentro de la pareja, sin necesidad de que sea hijo de los dos.

Recomendaciones si tu marido no quiere tener hijos

  • Dialogar: lo mejor que puedes hacer es alejarte, tanto como puedas, de los impulsos o de los “porque lo digo yo” que sólo empeorarían el problema. Sentaros y hablad, en el sentido de comunicaros (uno habla y el otro escucha) , intentando entender, saber cuáles son sus motivos y, muy importante, empatizar con él. También, es fundamental valorar vuestra relación para poder resolver la situación o, en su caso, seguir nuestros caminos, sin mirar atrás. La función básica del dialogo sería que cada miembro de la pareja pudiera explicar qué fantasías y temores le despierta la idea de tener un hijo.
  • No hacer falsas promesas: muchas veces, el hombre intenta posponer el dialogo, usando el “no quiero tener hijos por ahora, pero ya se verá…” lo cual enciende la chispa de la ilusión en las mujeres, que se aferran al “ya se verá” y, mientras, transcurre el tiempo, esperando una decisión que nunca llegará. Si os dicen una frase parecida, a continuación, hay que ofrecerle un plazo de tiempo máximo, dentro de lo razonable, para revisar el “ya se verá”. Una vez llegado este plazo, si volvemos a hablarlo, y no existe ninguna concreción, es más que probable que nunca se vaya a tomar una decisión al respecto.
  • Escúchate: date tiempo para vivir este momento y para no tomar una decisión apresurada. Si decides continuar con tu pareja, piensa que dejar de lado la maternidad/paternidad, es algo que va a pesar en vuestra relación y que, con el paso de los años, os acabaréis echando en cara, puesto que, a lo largo de vuestra vida como pareja, será un tema recurrente.
  • Los amores deben coexistir: en una pareja sana deben coexistir el amor a uno mismo, alimentado de los deseos y proyectos propios, con el amor hacia el otro que es aquel que se nutre de los proyectos que compartís ambos. Por ello, suele pasar que uno de los integrantes de la pareja debe ceder en su realización personal para que la pareja pueda seguir construyendo su futuro.
Cada relación de pareja, como sistema familiar, es un mundo, así que buscad las posibilidades que tiene el vuestro. Pero todas ellas implican renuncias. Y cambios.
La mujer no debería sentir la postura de su pareja como un asunto personal. El hombre debe tener la libertad para decidir si desea ser padre. Desde ese punto de vista, es respetable que se niegue. Pero al aceptar las reglas que él mismo impone en la relación debe recordar evitar reproches posteriores por la infelicidad que ha generado la decisión de no tener hijos.
¿Te sientes identificado? Si tienes alguna duda, te animamos a que dejes tu consulta a la psicóloga Dolors Mas y ella te recomendará por dónde seguir.
Sobre la autora de este artículo
Dolors Mas Delblanch psicologa siquia 150x150 No creo en los psicólogos. Mitos y prejuicios más comunes en torno a la psicologíaMaría Dolors Mas es psicóloga en Badalona (Barcelona) con Nº Colegiada 17222. Sus especialidades son la ansiedad, la depresión, crianza de niños y TDAH. Puedes dejarle tu consulta y resolver tus inquietudes a través de este enlace.
FUENTE: http://www.siquia.com/2015/04/mi-pareja-no-quiere-tener-hijos-como-llegar-a-un-acuerdo/#.VSwdf4DP54Y.linkedin
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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