BIPOLARIDAD INFANTIL.
Así como existe la presencia de la depresión infantil, también hay un problema afectivo en la vida del niño: la bipolaridad. Podremos acaso pensar que estos síntomas serian aun mayormente visibles.
Hace algún tiempo retomaba la depresión en los niños del cual está demostrado, incluso desde el momento en que son concebidos, en ocasiones la propia madre no ha podido resolver sus conflictos emocionales o bien hay una tendencia depresiva en la familia que no se ha podido controlar debido a la falta de atención psicológica.
Con ello resaltar la importancia tanto de la investigación como de la información, este tema al igual que muchos otros han sido objeto de criticas, de dudas, lo cual es importante construir un concepto más coherente al respecto, hablemos de una realidad, hoy en día los niños requieren la mayor atención posible, no la sobreprotección, sino el cuidado integral optimo y adecuado para cada etapa de su vida.
La bipolaridad no es más que otro problema que se puede desencadenar antes o después de la etapa adulta, en los niños lo único que alberga son pensamientos y síntomas.
Generalmente se le conoce la bipolaridad con episodios maniacos y depresivos, el primero se caracteriza por tener un humor eufórico, felicidad, la grandiosidad, mucha iniciativa mientras que el segundo se define por la presencia de irritabilidad, tristeza, enojo, insatisfacción, apatía.
En el caso del niño tiende a ser confuso si cumple o no con estos episodios pues la duración de estos es de aproximadamente de tres a seis meses cada episodio, el porqué de ello: su variación , sin dejar de lado que la frecuencia es notable y sus conductas interfieren con el rendimiento académico, en el hogar y se va aislando cada vez más de sus grupos de iguales o bien se entromete demasiado, y esto llega a confundirse con TDAH con predominio hiperactivo-impulsivo, pero la diferencia radica en el que la posee no deja para nada su actividad, ni su energía por hacer las cosas, el bipolar sí.
Cabe mencionar que así como la tristeza altera nuestra mente lo es también la felicidad, a quien no le ha ocurrido que estaban tan felices que no pudieron concentrarse en sus actividades importantes u otro suceso, increíble ¿Cierto?, cuando suponemos que tener felicidad es sinónimo de confianza, estabilidad y hasta lo mejor de todo, pero no siempre la felicidad trae buenos resultados, es como abrazarla por un momento para luego encontrarnos con algo que no nos gusta, lo mismo pasa con la bipolaridad pasar de un extremo de felicidad a la tristeza más profunda y aquí si es más peligroso el suicidio. En los niños ocurre lo mismo pero difícilmente nos dirán que el cómo se sienten, más bien no lo expresaran y sus conductas hablaran por si solas, pero es claro que la comunicación y la interacción hace posible detectar que algo no está bien con el niño, rápidamente pedir la orientación, el apoyo necesario.
Hoy en día los problemas de los adultos ya es consumado por un niño, es decir, ya no nos debe sorprender, pues cada paso que da el adulto es una cadena, los niños solo absorben todo lo que hay a su paso, así como ellos viven sus propias emociones también las transforman y hacen suyo toda una serie de problemas.
Después de exponer esto piensa: el niño necesita de tú atención, observa, investiga, no te quedes con dudas, el día de mañana no solo estas salvando a un niño con este tipo de síntomas o a un adulto que puede presentar una bipolaridad consolidada, estas salvando a una generación completa.
FUENTE: http://psicologosedomexico.wordpress.com/2014/12/23/bipolaridad-infantil/http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo
Comentarios