Mandalas de Sanación
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Mandalas creados en un estado de meditación activa
con la intención de canalizar formas y colores propicios
para conectar a las personas con estados de sanación.
Son realizados con total conciencia de la energía que conectan
y que traen al plano de la materia, a través de estas formas
y colores se entra en sintonía con la vibración sanadora.
FUENTE: http://mandalasdesanacion.blogspot.com/p/mandalas-en-la-psicologia-moderna.html
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo
con la intención de canalizar formas y colores propicios
para conectar a las personas con estados de sanación.
Son realizados con total conciencia de la energía que conectan
y que traen al plano de la materia, a través de estas formas
y colores se entra en sintonía con la vibración sanadora.
Mandalas en la Psicologia
Moderna
Jung introdujo
la idea del mandala a la psicología moderna.
Su descubrimiento fue producto de su propia búsqueda interior, cuando cada mañana esbozaba
en su diario diseños circulares. Observó que estos cambiaban como reflejo de su estado de ánimo,
y comenzó a investigar sobre los mandalas en las tradiciones de la India.
Así postuló que el mandala representa al self o sí mismo, y se corresponde con la naturaleza de
la psiquis, ya que el patrón de desarrollo psicológico no es una progresión lineal sino que consiste mas bien
Su descubrimiento fue producto de su propia búsqueda interior, cuando cada mañana esbozaba
en su diario diseños circulares. Observó que estos cambiaban como reflejo de su estado de ánimo,
y comenzó a investigar sobre los mandalas en las tradiciones de la India.
Así postuló que el mandala representa al self o sí mismo, y se corresponde con la naturaleza de
la psiquis, ya que el patrón de desarrollo psicológico no es una progresión lineal sino que consiste mas bien
en un
continuo retornar al centro de la psiquis, al self, a la esencia.
Jung escribió que los mandalas se basan en la cuadratura del círculo. Su motivo básico es la premonición
de un centro de la personalidad, de un cierto punto central dentro de la psique, con el que todo esta
relacionado, mediante el cual todo se ordena, y que es en si mismo una fuente de energía. La energía
del punto central se manifiesta en la compulsión y necesidad casi irresistible de llegar a ser lo que uno es,
así como cada organismo tiene el impulso de asumir la forma característica a su naturaleza, cualesquiera
sean las circunstancias.
Jung empleó la pintura de mandalas como recurso terapéutico para identificar desórdenes emocionales
en sus pacientes y trabajar en procura de la integridad de la psiquis.
Las formas mandálicas son arquetípicas. Los arquetipos son ideas primordiales o modalidades de
percepción heredadas, innatas, comunes a toda la humanidad, y que se expresan a través de las imágenes
arquetípicas. Se encuentran en el inconciente de todas las personas y, como tales, aparecen en los sueños,
fantasías, diseños y rituales, sin importar la edad o la cultura a la que la persona pertenece.
En cada mandala tradicional se puede distinguir un punto central, la influencia —o lo que sucede— hacia y
desde el centro y la propia delimitación del círculo.
El punto central sería el núcleo de energía, de donde nace tiempo y espacio. La influencia que procede de
ese centro o núcleo tiene que ver con un diálogo
hasta los límites. Con el enlace entre lo interno y lo externo, con una irradiación que viaja para regresar de
nuevo al centro más íntimo Todo mandala se concentra en el núcleo, del que parte todo movimiento y al que
todo conduce. Ese centro aparece como principio y fin de todos los caminos posibles.
El circulo del mandala refleja el carácter de contención del self para el anhelo que tiene la psiquis de alcanzar
la autorrealización o totalidad. En el interior del mandala encuentran expresión los motivos del pasado común
de todos los seres humanos, en los contornos, y la manifestación de la individualidad (concebida como un
objetivo destinado a perfeccionar), en el centro.
Casi todos los mandalas conservan una simetría y se construyen con los símbolos más sencillos y a la vez más
potentes.
Estos símbolos que aparecen son medios de expresión del espíritu, no apelan a relaciones lógicas y
consistentes sino que están estrechamente vinculados con los aspectos inconscientes de la psiquis.
Se vinculan con el pensamientointuitivo que procura conectar el interior del alma con el mundo circundante.
El hombre contemporáneo debe hacer centro en sí mismo en estos tiempos de transición,
la necesidad de encontrar puntos de orientación en una nueva realidad nos lleva a enfocarnos
en nuestro propio interior temporalmente. El mandala nos ayuda a recurrir a las reservas
inconcientes de fuerza que hacen posible la reorientación en el mundo exterior.
El camino del mandala es una meditación activa con fines de crecimiento personal y enriquecimiento
espiritual. Provoca la curación, el descubrimiento de sí y el crecimiento personal cuando realizamos una
creación personal de color y forma contenida en un círculo. Podemos profundizar en el significado de
quiénes somos realmente.
El mandala entendido como un psicograma o proyección de contenidos espirituales es un
medio para invocar la energía divina que tiende a provocar el despertar de esta misma energía en
quien lo observa. Representa las fuerzas cósmicas, es un lenguaje celestial. Por eso es utilizado para la
elevación del estado de conciencia.
Actúan como concentradores y generadores de energía favoreciendo un despertar hacia niveles de
conciencia superior, abriendo puertas de conexión con el mas allá.
El valor terapéutico de los mandalas reside en su capacidad de
integrar elfuncionamiento de ambos hemisferios cerebrales. Junto a la satisfacción de
hacerlos o colorearlos este valor terapéutico puede ampliarse con otros aspectos que lo estimulan,
como la meditación. También la música, y su conocido don favorecedor del hemisferio cerebral derecho,
ayudará a equilibrar el predominio del hemisferio izquierdo.
Al estar el sentimiento como función inferior en la conciencia de la persona, se ha privilegiado el
pensamiento como la función superior. Situación que lleva a un estado de rigidizacion de la psiquis,
abundante presencia de mecanismos de defensa como la nacionalización excesiva, negación predominante
y excesivo uso de la lógica. A nivel cerebral, habría un predominio del hemisferio izquierdo, con su tendencia
a lo digital. En consecuencia, el hemisferio derecho que abarca más la capacidad analógica, metafórica y
lúdica, estaría atrofiado en muchas personas. Este fundamento neurocognitivo permite recordar la importancia
de lo lúdico para el ser humano, el arte como alternativa plástica ante la rigidez, y sobre todo el acto de la
confección de mandalas como un juego en el que circula libremente la imaginación sin evaluaciones, críticas
ni miedo al ridículo.
Comparación de las características de la modalidad izquierda y la modalidad derecha
Modalidad Izquierda
Verbal: utiliza palabras para nombrar, describir, definir
Analítica: soluciona las cosas paso a paso, parte a parte
Simbólica: usa un símbolo para representar algo. Ej.: + representa suma
Abstracta: toma un pequeño fragmento de información y lo usa para representar el todo
Temporal: lleva cuenta del tiempo y ordena las cosas en sucesión
Racional: extrae conclusiones basándose en la razón y los datos
Digital: usa números, como al contar.
Lógica: extrae conclusiones basándose en la lógica. Ej.: teorema matemático
Lineal: piensa en función de ideas encadenadas, de modo que un pensamiento sigue directam ente a otro.
Conclusiones convergentes.
Modalidad Derecha
No verbal: utiliza la cognición no verbal para procesar las percepciones
Sintética: une las cosas para formar todos completos
Real: se relaciona con las cosas tal como son en el momento presente
Analógica: ve semejanzas entre las cosas, comprende las relaciones metafóricas
Atemporal: no tiene sentido del tiempo
Irracional: no necesita basarse en la razón ni en datos, posterga los juicios
Espacial: ve las relaciones entre una cosa y otra y la manera en que las partes se unen para formar un todo
Intuitiva: da saltos de comprensión, con frecuencia basándose en sensaciones, imágenes visuales, corazonadas.
Holista: ve la totalidad de las cosas de una vez, percibe las formas y estructuras en su conjunto.
Conclusiones divergentes.
Los Mandalas actúan también equilibrando los chakras por medio de los colores y haciendo meditar
el lado lógico de nuestro cerebro a través de las formas geométricas sagradas. El Mandala enviará
impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro donde se procesará y se obtendrá
una reacción.
Como se ha dicho, el meditar con Mandalas sana tanto a nivel físico como psíquico y espiritual. Es muy
probable que se experimenten alteraciones en la conciencia, como la sensación de expansión de la misma.
También suele traer "recuerdos" a la memoria conciente que los teníamos olvidados en el subconsciente,
permitiendo así sacar las "trabas" de nuestra mente, para poder superar todas nuestras limitaciones a nivel
psicológico-espiritual y enfermedades a nivel físico.
A nivel físico libera endorfinas (hormonas del placer) como consecuencia de la observación o creación de
sus imágenes armonizadoras, lo que causa un efecto benéfico y relajador sobre el sistema endócrino y el
sistema inmunológico se ve reforzado y fortalecido. Esto también favorece un insigth (darse cuenta) a nivel
de la conciencia, lo que vuelve a liberar endorfinas retroalimentando el sistema.
La realización de mandalas en forma repetida entrena la meditación activa.
Las turbulencias externas nos llevan a buscar nuestra paz interna.
Los mandalas nos facilitan este encuentro con nuestro centro, con nuestra esencia.
Cuando usamos los mandalas para prácticas meditativas podemos encontrarnos con el “observador”
o “testigo”: una parte de nosotros que nos observa sin juzgarnos. Este no juicio sirve para tener más
claridad de lo que es la realidad.
La mente generalmente enjuicia automáticamente y entonces la visión de la realidad pasa a ser parcial.
Si logro tomar esta visión puedo tener una idea mas amplia, y puedo encontrar soluciones alternativas.
El testigo es como una foto: veo que piensa mi mente, que emociones y sensaciones tiene mi cuerpo, pero
no juzgo.
Si puedo hacer esto no me identifico con lo que veo. Si puedo ver mi cuerpo, mis sensaciones y emociones,
entonces yo no soy eso, mi conciencia es algo más amplio que eso.
Si me identifico con lo que pasa afuera (problemas económicos, cambio climático, inseguridad) paso a ser
parte de eso. Si logro observarlo desde afuera puedo pensarlo como una idea más del afuera.
Si me identifico con el pensamiento negativo que surge me convierto en este pensamiento negativo, y no veo
todo el resto.
Si logro mantener el testigo, veo el pensamiento negativo sin juzgarlo y sin identificarme con él. Lo mismo
con las enfermedades (soy enfermo o tengo una enfermedad?)
Junto con el desarrollo del testigo empiezan a aparecer ciertas cualidades en nuestra conciencia, el desarrollo
del testigo nos lleva a ver como actúa la mente pero a no actuar desde la mente.
La mente está en la polaridad y el estrés. El testigo ve totalidades.
La mente es ansiosa, quiere todo ya (cuando se focaliza en el futuro, si se enfoca en el pasado añora).
El testigo es paciente.
Si tengo mi testigo que se da cuenta que estoy sintiendo ansiedad o impaciencia, registro esto y apelo a la
configuración energética contraria: la paciencia.
Si me aburro apelo a mi capacidad de asombro, a ver todo como si fuera la primera vez.
Si siento rebeldía apelo a la aceptación de la realidad tal cual es, pensando que lo que es así es maravilloso
porque ES. (no es lo mismo que resignarse, eso seria pasividad).
Al separar y vivir en la dualidad siempre hay una barrera, un contrario. Por lo tanto surge el miedo.
Jung escribió que los mandalas se basan en la cuadratura del círculo. Su motivo básico es la premonición
de un centro de la personalidad, de un cierto punto central dentro de la psique, con el que todo esta
relacionado, mediante el cual todo se ordena, y que es en si mismo una fuente de energía. La energía
del punto central se manifiesta en la compulsión y necesidad casi irresistible de llegar a ser lo que uno es,
así como cada organismo tiene el impulso de asumir la forma característica a su naturaleza, cualesquiera
sean las circunstancias.
Jung empleó la pintura de mandalas como recurso terapéutico para identificar desórdenes emocionales
en sus pacientes y trabajar en procura de la integridad de la psiquis.
Las formas mandálicas son arquetípicas. Los arquetipos son ideas primordiales o modalidades de
percepción heredadas, innatas, comunes a toda la humanidad, y que se expresan a través de las imágenes
arquetípicas. Se encuentran en el inconciente de todas las personas y, como tales, aparecen en los sueños,
fantasías, diseños y rituales, sin importar la edad o la cultura a la que la persona pertenece.
En cada mandala tradicional se puede distinguir un punto central, la influencia —o lo que sucede— hacia y
desde el centro y la propia delimitación del círculo.
El punto central sería el núcleo de energía, de donde nace tiempo y espacio. La influencia que procede de
ese centro o núcleo tiene que ver con un diálogo
hasta los límites. Con el enlace entre lo interno y lo externo, con una irradiación que viaja para regresar de
nuevo al centro más íntimo Todo mandala se concentra en el núcleo, del que parte todo movimiento y al que
todo conduce. Ese centro aparece como principio y fin de todos los caminos posibles.
El circulo del mandala refleja el carácter de contención del self para el anhelo que tiene la psiquis de alcanzar
la autorrealización o totalidad. En el interior del mandala encuentran expresión los motivos del pasado común
de todos los seres humanos, en los contornos, y la manifestación de la individualidad (concebida como un
objetivo destinado a perfeccionar), en el centro.
Casi todos los mandalas conservan una simetría y se construyen con los símbolos más sencillos y a la vez más
potentes.
Estos símbolos que aparecen son medios de expresión del espíritu, no apelan a relaciones lógicas y
consistentes sino que están estrechamente vinculados con los aspectos inconscientes de la psiquis.
Se vinculan con el pensamientointuitivo que procura conectar el interior del alma con el mundo circundante.
El hombre contemporáneo debe hacer centro en sí mismo en estos tiempos de transición,
la necesidad de encontrar puntos de orientación en una nueva realidad nos lleva a enfocarnos
en nuestro propio interior temporalmente. El mandala nos ayuda a recurrir a las reservas
inconcientes de fuerza que hacen posible la reorientación en el mundo exterior.
El camino del mandala es una meditación activa con fines de crecimiento personal y enriquecimiento
espiritual. Provoca la curación, el descubrimiento de sí y el crecimiento personal cuando realizamos una
creación personal de color y forma contenida en un círculo. Podemos profundizar en el significado de
quiénes somos realmente.
El mandala entendido como un psicograma o proyección de contenidos espirituales es un
medio para invocar la energía divina que tiende a provocar el despertar de esta misma energía en
quien lo observa. Representa las fuerzas cósmicas, es un lenguaje celestial. Por eso es utilizado para la
elevación del estado de conciencia.
Actúan como concentradores y generadores de energía favoreciendo un despertar hacia niveles de
conciencia superior, abriendo puertas de conexión con el mas allá.
El valor terapéutico de los mandalas reside en su capacidad de
integrar elfuncionamiento de ambos hemisferios cerebrales. Junto a la satisfacción de
hacerlos o colorearlos este valor terapéutico puede ampliarse con otros aspectos que lo estimulan,
como la meditación. También la música, y su conocido don favorecedor del hemisferio cerebral derecho,
ayudará a equilibrar el predominio del hemisferio izquierdo.
Al estar el sentimiento como función inferior en la conciencia de la persona, se ha privilegiado el
pensamiento como la función superior. Situación que lleva a un estado de rigidizacion de la psiquis,
abundante presencia de mecanismos de defensa como la nacionalización excesiva, negación predominante
y excesivo uso de la lógica. A nivel cerebral, habría un predominio del hemisferio izquierdo, con su tendencia
a lo digital. En consecuencia, el hemisferio derecho que abarca más la capacidad analógica, metafórica y
lúdica, estaría atrofiado en muchas personas. Este fundamento neurocognitivo permite recordar la importancia
de lo lúdico para el ser humano, el arte como alternativa plástica ante la rigidez, y sobre todo el acto de la
confección de mandalas como un juego en el que circula libremente la imaginación sin evaluaciones, críticas
ni miedo al ridículo.
Comparación de las características de la modalidad izquierda y la modalidad derecha
Modalidad Izquierda
Verbal: utiliza palabras para nombrar, describir, definir
Analítica: soluciona las cosas paso a paso, parte a parte
Simbólica: usa un símbolo para representar algo. Ej.: + representa suma
Abstracta: toma un pequeño fragmento de información y lo usa para representar el todo
Temporal: lleva cuenta del tiempo y ordena las cosas en sucesión
Racional: extrae conclusiones basándose en la razón y los datos
Digital: usa números, como al contar.
Lógica: extrae conclusiones basándose en la lógica. Ej.: teorema matemático
Lineal: piensa en función de ideas encadenadas, de modo que un pensamiento sigue directam ente a otro.
Conclusiones convergentes.
Modalidad Derecha
No verbal: utiliza la cognición no verbal para procesar las percepciones
Sintética: une las cosas para formar todos completos
Real: se relaciona con las cosas tal como son en el momento presente
Analógica: ve semejanzas entre las cosas, comprende las relaciones metafóricas
Atemporal: no tiene sentido del tiempo
Irracional: no necesita basarse en la razón ni en datos, posterga los juicios
Espacial: ve las relaciones entre una cosa y otra y la manera en que las partes se unen para formar un todo
Intuitiva: da saltos de comprensión, con frecuencia basándose en sensaciones, imágenes visuales, corazonadas.
Holista: ve la totalidad de las cosas de una vez, percibe las formas y estructuras en su conjunto.
Conclusiones divergentes.
Los Mandalas actúan también equilibrando los chakras por medio de los colores y haciendo meditar
el lado lógico de nuestro cerebro a través de las formas geométricas sagradas. El Mandala enviará
impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro donde se procesará y se obtendrá
una reacción.
Como se ha dicho, el meditar con Mandalas sana tanto a nivel físico como psíquico y espiritual. Es muy
probable que se experimenten alteraciones en la conciencia, como la sensación de expansión de la misma.
También suele traer "recuerdos" a la memoria conciente que los teníamos olvidados en el subconsciente,
permitiendo así sacar las "trabas" de nuestra mente, para poder superar todas nuestras limitaciones a nivel
psicológico-espiritual y enfermedades a nivel físico.
A nivel físico libera endorfinas (hormonas del placer) como consecuencia de la observación o creación de
sus imágenes armonizadoras, lo que causa un efecto benéfico y relajador sobre el sistema endócrino y el
sistema inmunológico se ve reforzado y fortalecido. Esto también favorece un insigth (darse cuenta) a nivel
de la conciencia, lo que vuelve a liberar endorfinas retroalimentando el sistema.
La realización de mandalas en forma repetida entrena la meditación activa.
Las turbulencias externas nos llevan a buscar nuestra paz interna.
Los mandalas nos facilitan este encuentro con nuestro centro, con nuestra esencia.
Cuando usamos los mandalas para prácticas meditativas podemos encontrarnos con el “observador”
o “testigo”: una parte de nosotros que nos observa sin juzgarnos. Este no juicio sirve para tener más
claridad de lo que es la realidad.
La mente generalmente enjuicia automáticamente y entonces la visión de la realidad pasa a ser parcial.
Si logro tomar esta visión puedo tener una idea mas amplia, y puedo encontrar soluciones alternativas.
El testigo es como una foto: veo que piensa mi mente, que emociones y sensaciones tiene mi cuerpo, pero
no juzgo.
Si puedo hacer esto no me identifico con lo que veo. Si puedo ver mi cuerpo, mis sensaciones y emociones,
entonces yo no soy eso, mi conciencia es algo más amplio que eso.
Si me identifico con lo que pasa afuera (problemas económicos, cambio climático, inseguridad) paso a ser
parte de eso. Si logro observarlo desde afuera puedo pensarlo como una idea más del afuera.
Si me identifico con el pensamiento negativo que surge me convierto en este pensamiento negativo, y no veo
todo el resto.
Si logro mantener el testigo, veo el pensamiento negativo sin juzgarlo y sin identificarme con él. Lo mismo
con las enfermedades (soy enfermo o tengo una enfermedad?)
Junto con el desarrollo del testigo empiezan a aparecer ciertas cualidades en nuestra conciencia, el desarrollo
del testigo nos lleva a ver como actúa la mente pero a no actuar desde la mente.
La mente está en la polaridad y el estrés. El testigo ve totalidades.
La mente es ansiosa, quiere todo ya (cuando se focaliza en el futuro, si se enfoca en el pasado añora).
El testigo es paciente.
Si tengo mi testigo que se da cuenta que estoy sintiendo ansiedad o impaciencia, registro esto y apelo a la
configuración energética contraria: la paciencia.
Si me aburro apelo a mi capacidad de asombro, a ver todo como si fuera la primera vez.
Si siento rebeldía apelo a la aceptación de la realidad tal cual es, pensando que lo que es así es maravilloso
porque ES. (no es lo mismo que resignarse, eso seria pasividad).
Al separar y vivir en la dualidad siempre hay una barrera, un contrario. Por lo tanto surge el miedo.
FUENTE: http://mandalasdesanacion.blogspot.com/p/mandalas-en-la-psicologia-moderna.html
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo
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