Aceptar las emociones negativas

Las emociones negativas, no son malas en sí, son necesarias y aparecen como un mecanismo de defensa en el ser humano, como de que algo está ocurriendo y debemos atenderlo. Aprender a tolerarlases una clave fundamental para convivir con algo, de la mejor forma posible, que resulta inevitable que aparezca.

Si entendemos como emociones negativas la frustración, rabia, ira, desagrado, etc., sabremos que en algún momento hemos pasado por ellas, resultando inevitable. Siempre hay momentos en los que sentimos alguna de estas emociones, sin que podamos controlar dichas situaciones que nos las generan.

Sentir las emociones negativas al igual que las positivas, parte de cómo percibimos las situaciones que vivimos, y a las personas con las que nos relacionamos. Por nuestra experiencia y manera de entender las cosas podemos percibir algo como negativo y sentirlo de tal forma; lo cual no implica que otra persona lo vaya a percibir de igual manera. Resulta clave tomar conciencia de que esto es un proceso interno, que no depende realmente de lo externo, sino de algo interno que es lo que se remueve, y dice mucho de nosotros mismos.

• Atender a las emociones

Estamos acostumbrados culturalmente a evadir, rechazar, ocultar y reprimir las emociones negativas que experimentamos en muchas ocasiones. Poner buena cara y tapar el malestar es lo que reforzamos en nuestra sociedad. Sin considerar las graves consecuencias que tiene este comportamiento. Acumular tristeza, dolor, rabia y enfado son las principales causas de que nos embargue el sufrimiento y también de que haya manifestaciones físicas de enfermedad, ya que el sistema inmune se debilita ante este malestar interno.

Este sufrimiento que aparece no es necesario ni ayuda al crecimiento personal, como comentábamos sobre la función de las emociones negativas. En cambio el atenderlas supone un proceso de escucha, de observarse, sin pretender controlar las emociones y pensamientos, simplemente dejar que sigan su curso.

Aceptarlas y escucharlas ayuda a comprender mejor la situación, acercándose más a la realidad, alejándose de las interpretaciones y pensamientos catastrofistas; que son los que llevan al camino del sufrimiento. Atender a las emociones supone sobreponerse a la situación para afrontarla, conviviendo con el malestar, sin interponerse, ya que nuestra intervención provoca su aumento y una mala canalización de la energía, que se enquista y se manifiesta de diversas formas negativas.

FUENTE: http://www.qualiaconnect.com/blog/aceptar-las-emociones-negativas/
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo