¿QUÉ ES LA ECPATÍA?
nuevo concepto, complementario de empatía, que permite el apropiado manejo del contagio
emocional y de los sentimientos inducidos”.
González de Rivera también indica que Ecpatía es lo contrario de la Empatía y se define
como unproceso voluntario de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y
motivaciones inducidas por otro.
como unproceso voluntario de exclusión de sentimientos, actitudes, pensamientos y
motivaciones inducidas por otro.
El término Empatía es mucho más conocido por todos, muchos sabemos de las bondades de
ser empáticos y lo que la empatía mejora nuestras relaciones interpersonales.
Tomamos pues una de las acepciones más aceptadas de empatía: “La acción y la
capacidad de ser sensible a, comprender o darse cuenta de, los sentimientos,
pensamientos y experiencias de otra persona, sin que estos sentimientos,
pensamientos y experiencias hayan sido comunicados de una manera objetiva o explícita”.
ser empáticos y lo que la empatía mejora nuestras relaciones interpersonales.
Tomamos pues una de las acepciones más aceptadas de empatía: “La acción y la
capacidad de ser sensible a, comprender o darse cuenta de, los sentimientos,
pensamientos y experiencias de otra persona, sin que estos sentimientos,
pensamientos y experiencias hayan sido comunicados de una manera objetiva o explícita”.
Después de leer ambas definiciones tal vez os preguntáis cómo es posible que ambos
conceptos estén relacionados y sean necesarios para una buena gestión emocional.
Leed la siguiente historia budista a ver qué os parece:
conceptos estén relacionados y sean necesarios para una buena gestión emocional.
Leed la siguiente historia budista a ver qué os parece:
Un monje, imbuido de la doctrina budista del amor y la compasión por todos los seres,
encontró en su peregrinar a una leona herida y hambrienta, tan débil que no podía ni
moverse. A su alrededor, leoncitos recién nacidos gemían intentando extraer una gota
de leche de sus secos pezones. El monje comprendió perfectamente el dolor, desamparo
e impotencia de la leona, no solo por sí misma, sino, sobre todo, por sus cachorros.
Entonces, se tendió junto a ella, ofreciéndose a ser devorado y así salvar sus vidas.
encontró en su peregrinar a una leona herida y hambrienta, tan débil que no podía ni
moverse. A su alrededor, leoncitos recién nacidos gemían intentando extraer una gota
de leche de sus secos pezones. El monje comprendió perfectamente el dolor, desamparo
e impotencia de la leona, no solo por sí misma, sino, sobre todo, por sus cachorros.
Entonces, se tendió junto a ella, ofreciéndose a ser devorado y así salvar sus vidas.
A través de esta pequeña historia nos damos cuenta de que tal vez es necesario ponerle
límites a la empatía ya que de no ser así podemos llegar a involucrarnos tanto en la vida y los
problemas de los demás que, lejos de ser un pilar de sujeción y ayuda, lo que conseguimos
es dañarnos a nosotros mismos. Por esta razón podemos considerar la ecpatía como
una nueva habilidad compensadora que nos permitirá regular nuestra capacidad empática.
límites a la empatía ya que de no ser así podemos llegar a involucrarnos tanto en la vida y los
problemas de los demás que, lejos de ser un pilar de sujeción y ayuda, lo que conseguimos
es dañarnos a nosotros mismos. Por esta razón podemos considerar la ecpatía como
una nueva habilidad compensadora que nos permitirá regular nuestra capacidad empática.
Como se ha dicho es J.L. González quien propone este nuevo término Ecpatía, tomado
del griego ek-patheia, y que literalmente significa “sentir fuera”, y que el autor define como
“proceso mental de exclusión activa de los sentimientos inducidos por otros”.
del griego ek-patheia, y que literalmente significa “sentir fuera”, y que el autor define como
“proceso mental de exclusión activa de los sentimientos inducidos por otros”.
El autor nos aclara que Ecpatía no es lo mismo que la frialdad,
indiferencia o dureza afectiva característica de las personas carentes
de empatía, sino que es una maniobra o acción mental positiva
compensadora de la Empatía, no su mera carencia.
indiferencia o dureza afectiva característica de las personas carentes
de empatía, sino que es una maniobra o acción mental positiva
compensadora de la Empatía, no su mera carencia.
Fijaos a través de estos ejemplos en algunas implicaciones que puede tener el desarrollo de esta
habilidad propuesta por González tanto en la vida profesional de algunas personas como en la
personal de otros.
habilidad propuesta por González tanto en la vida profesional de algunas personas como en la
personal de otros.
Ejemplo nº 1
Luis acude a la consulta psicológica porque siente una gran angustia vital. Le cuenta a
su psicóloga un tema muy complejo y duro, mientras que la terapeuta la escucha
activamente mostrando una gran empatía por Luis fruto de la cual se genera una
buena relación terapéutica entre amoas necesaria para el buen funcionamiento
de la terapia. Sin embargo, tras varias sesiones, la empatía que la psicóloga
muestra por Luis se va exacerbando llegando hasta el punto de que se “contagia
emocionalmente” de las emociones negativas que está sintiendo su paciente.
¿Está ayudando la psicóloga a Luis a solucionar el problema? La respuesta
sería NO. La profesional necesita mantener cierta distancia emocional que le
permita “sostener” las emociones de Luis para poder ayudarle con su problema.
¿Entraría aquí en juego la Ecpatía compensando el exceso de empatía mostrado?
su psicóloga un tema muy complejo y duro, mientras que la terapeuta la escucha
activamente mostrando una gran empatía por Luis fruto de la cual se genera una
buena relación terapéutica entre amoas necesaria para el buen funcionamiento
de la terapia. Sin embargo, tras varias sesiones, la empatía que la psicóloga
muestra por Luis se va exacerbando llegando hasta el punto de que se “contagia
emocionalmente” de las emociones negativas que está sintiendo su paciente.
¿Está ayudando la psicóloga a Luis a solucionar el problema? La respuesta
sería NO. La profesional necesita mantener cierta distancia emocional que le
permita “sostener” las emociones de Luis para poder ayudarle con su problema.
¿Entraría aquí en juego la Ecpatía compensando el exceso de empatía mostrado?
Ejemplo nº 2.
Ginés es cuidador habitual de Genaro, padre del primero y enfermo de Alzheimer
desde hace 4 años. La enfermedad que sufre Genaro lo hace dependiente de su hijo
las 24 horas del día, y éste, queriendo como quiere a su padre, sufre también al ver
como día a día Genaro va perdiendo más facultades y se va deteriorando. Este
sufrimiento de Ginés está propiciado en parte por la empatía que siente hacia
su padre y hacia las circunstancias que le rodean.
desde hace 4 años. La enfermedad que sufre Genaro lo hace dependiente de su hijo
las 24 horas del día, y éste, queriendo como quiere a su padre, sufre también al ver
como día a día Genaro va perdiendo más facultades y se va deteriorando. Este
sufrimiento de Ginés está propiciado en parte por la empatía que siente hacia
su padre y hacia las circunstancias que le rodean.
Mucha gente le dice a Ginés que es necesario que ponga freno a ese
“contagio emocional”, que debería cuidarse él para poder ser un cuidador
útil, sin embargo para él resulta tremendamente difícil no dejarse influir por
el dolor de ver a su padre en ese estado. Aquí la Ecpatía sería aquella habilidad
que permitiría a Ginés frenar el estrés emocional que siente ante la enfermedad
de su padre.
“contagio emocional”, que debería cuidarse él para poder ser un cuidador
útil, sin embargo para él resulta tremendamente difícil no dejarse influir por
el dolor de ver a su padre en ese estado. Aquí la Ecpatía sería aquella habilidad
que permitiría a Ginés frenar el estrés emocional que siente ante la enfermedad
de su padre.
Por tanto, y a modo de conclusión la Ecpatía sería la acción mental compensatoria
que nos protege de la inundación afectiva y que impediría que nos dejemos
arrastrar por las emociones ajenas. Así, según dice J.C. Bermejo, “mientras
la empatía comporta metafóricamente hablando “ponerse en el lugar del otro”,
la ecpatía comportaría “ponerse en el propio lugar”, y bien es sabido que ambas
cosas son necesarias”.
que nos protege de la inundación afectiva y que impediría que nos dejemos
arrastrar por las emociones ajenas. Así, según dice J.C. Bermejo, “mientras
la empatía comporta metafóricamente hablando “ponerse en el lugar del otro”,
la ecpatía comportaría “ponerse en el propio lugar”, y bien es sabido que ambas
cosas son necesarias”.
Montse García
Bibliografía consultada
"Empatía y Ecpatía"- J.L. Gonzáles de Rivera Revuelta- Psiquis, 2004; 25 (6): 243-245
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo
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