¿Cómo saber si un niño es superdotado?

Aproximadamente el dos por ciento de los niños nacen con capacidades intelectuales altas. La mayoría de los casos no son diagnosticados

Tener un hijo superdotado no significa que el niño tiene el éxito asegurado. En muchas ocasiones, el entorno ni siquiera es consciente de la superdotación del infante. Algunos de los síntomas de un niño cuyo coeficiente intelectual supera los 130 se pueden confundir con hiperactividad o falta de atención.
Según publica el periódico español ABC, Carmen Sanz, psicóloga clínica experta en superdotados y presidenta de El Mundo del Superdotado (EMS), todas las semanas llegan nuevos casos. Y en casi todos, el diagnóstico de superdotación se ratifica. «Cuando son pequeños, muchos padres vienen explicando que tienen un hijo diferente, que no se relaciona bien, que tiene un alto nivel de agresividad. Cuando son un poco más mayores, nos explican que presentan síntomas incluso de depresión y, en un porcentaje alarmantemente elevado, incluso de fracaso escolar».
«Todo esto es normal. Entienden todo más rápido que los demás y a veces se aburren en clase. Cuando ya son más mayores se creen Steve Jobs y piensan incluso que pueden dejar el colegio», afirma Sanz. La experta aconseja que, ante la mínima sospecha, los padres acudan un especialista. «Es fundamental que se valore y se oriente psicológicamente a los pequeños cuanto antes».
Cuando son bebés
Jeanne Siaud-Facchin es experta en el tema. Es autora del libro El niño superdotado y ¿Demasiado inteligente para ser feliz?.Recomienda que se diagnostique cuanto antes un caso.
Según Siaud-Facchin, los padres pueden vislumbrar algunos síntomas que pueden ser indicadores de que su hijo tiene gran capacidad intelectual. «El bebé superdotado no mira el mundo, sino que lo perfora con la mirada. Sus preguntas parecen estar ya presentes. Las mamás cuentan a veces lo desconcertadas que se sentían ante aquel pequeñín que les dirigía una mirada interrogativa. Esto es lo que nos reconocía una madre en consulta: "A veces su mirada me daba miedo. Tenía la impresión de que me estaba juzgando. En aquellos momentos, lo ponía rápidamente en los brazos de mi marido"», dice la experta.
«Los padres también nos refieren a menudo que, cuando el niño empezó a hablar, hablaba casi con fluidez. Que no había pasado por el lenguaje del bebé. En estos pequeños la adquisión del "yo" es rápida, la sintaxis correcta y el vocabulario, rico y elaborado», describe. También, Siaud-Facchin asegura el niño superdotado pregunta a edad muy precoz. «Acerca de todo y sin interrupción», apunta. «Y también que el niño, muy pronto, lo leerá todo. Glotona y ávidamente: las cajas de cereales, los nombres de los bares, los letreros de las tiendas... Estará exultante, "a tope" como dicen los chavales».
Luego de los cinco y seis años
«Es verdad que se puede sospechar muy pronto, y que hasta nuestra consulta han llegado niños de tres años, pero es a partir de los cinco cuando realmente podemos empezar a hablar de un diagnóstico real», afirma la experta Carmen Sanz. Jeanne Siaud-Facchin considera lo mismo: «Hasta entonces es una suposición. Los test existen, pero no son fiables antes de esa fecha. Pueden dar pistas... Hacia los seis, todo se estabiliza. Y a partir de ahí, se tiene el mismo coeficiente de inteligencia que a los 30, los 40 o los 60. Un superdotado va a ser siempre un superdotado».
Según la edad y el perfil del niño, se hacen varios test que evalúan cuál es su inteligencia verbal, manipulativa, y de velocidad en el procesamiento de datos.
Sanz afirmó a ABC que en segundo o tercero de educación primaria hay un pico de consultas. «Esto se debe a que, hasta ese momento, no se tenían que esforzar para estudiar, todo les salía de forma natural pero, de pronto, se ven perdidos, porque no saben cómo hacerlo. Empiezan a mostrar problemas de autoestima, falta de habilidades sociales, de motivación, y una baja resistencia a la frustración», cuenta Sanz. «La mayoría suele presentar también una sensibilidad altísima, y una capacidad de abstracción de 9 sobre 10. Son muy despistados», agrega.
El fracaso en la escuela
Aunque puede resultar mentira a primera vista, todo lo anterior lleva a que estos niños puedan tener un alto nivel de fracaso en el sistema educativo. Según Sanz, falta que se entienda que “los chicos con altas capacidades necesitan una educación especial.«En este momento las únicas soluciones existentes son acelerar el curso a estos niños, la adaptación curricular, o los cursos especiales, y esto es poco. Hay muchos casos que no están ni diagnosticados ni escolarizados como tales. Estamos perdiendo talento y eso es vergonzoso».
La psicóloga consideró que «a menudo hablando con profesores nos dicen que no tienen superdotados en sus clases, y también a menudo nos encontramos con colegios de 3.000 o 4.000 alumnos en los que según sus directivos no hay ningún superdotado. Y les decimos que es imposible. Estadísticamente hay un dos por ciento de niños superdotados en cualquier colegio y en cualquier área educativa dentro de ese colegio».
La experta concluyó que «todo el mundo tiene derecho a la mejor educación. E igual que a un deportista se le lleva a un centro de alto rendimiento, a un chaval con altas capacidades en matemáticas y en lengua se le debería dar una enseñanza especial. Sería crucial cambiar cuanto antes de la enseñanza por edades a la enseñanza por capacidades».
Síntomas falsos y verdaderos (cuadro citado por ABC)

 

Posibles síntomas verdaderos:
—Aprenden a leer muy pronto y tienen gran facilidad con los números.
—Les gusta estar con niños mayores
—Están en su mundo, abstraídos en sus cosas y son bastante despistados
—Son muy sensibles
—Piensan rápido, aprenden rápido y tienen muy buena memoria
—Son muy exigentes con ellos mismos y con los demás
—Son hiperactivos mentales, y tienen muchos intereses a la vez
—Son niños con baja autoestima, retraídos y/o con problemas de conducta, y con poca resistencia a la frustración
—Tienden a cuestionar las normas y la autoridad
—Son imaginativos, preguntan mucho y tienen un sentido del humor especial.

Los niños superdotados generalmente no son:

—Niños con alto rendimiento, por el contrario es frecuente el fracaso escolar
—Niños motivados, si no reciben educación especial suelen estar aburridos y desmotivados.
—Niños con Trastorno por Déficit de Atención y no necesitan medicación. Solo se aburren.
—Niños Hiperactivos, y no necesitan medicación. Necesitan hacer cosas que les interesen.
—Niños con Trastorno Negativista Desafiante. Se rebelan porque nadie les comprende.
—Niños con Trastorno de Evitación. Evitan a los demás porque les rechazan.
—Niños enfermos. La superdotación no es una enfermedad, es un regalo.
—Niños problemáticos, si dan problemas es porque necesitan ayuda.
—Niños que no necesitan nada, tienen Necesidades Educativa Especiales según la Ley
—Niños imposibles, necesitan cariño, atención y apoyo para ser felices, como todos.
—Ante la duda solicitar una valoración con un psicólogo especialista en superdotación
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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