Adicciones: La Marihuana (Cannabis)


Nos pareció de fundamental importancia abordar el tema de las “drogas”, empezamos por el tabaco por ser hasta hace poco una droga totalmente legal, ahora podríamos decir que su consumo está controlado en cierto grado por las nuevas legislaciones aunque no parecen cumplirse aún en su totalidad. De todos modos se puede percibir una mayor conciencia en la población, mayor cantidad de gente tratando de deshacerse de este vicio.
La marihuana es una droga no legal en el Uruguay aunque se consume cada vez en forma más alarmante. Es la droga mas consumida en el mundo entero.
Nos dedicaremos a esta sustancia (cannabis) luego de haber dedicado un artículo al tabaco para no empezar por lo ilegal en forma que pudiera parecer prejuiciosa. Generalmente los jóvenes sostienen sin fundamentos válidos que la marihuana es inofensiva, que no hace nada, que solo da placer, que calma, etc. Etc. La realidad es que las investigaciones al respecto no dicen lo mismo. Incluso se ha intentado probar que es útil como medicina pero no se ha logrado demostrar nada concreto. Si bien por ejemplo baja el azúcar en sangre y podríamos tentarnos a pensar que es una buena medicina para diabéticos los efectos secundarios sobre todo al largo plazo nos hacen desistir de esta idea.
Marihuana y cannabis en uruguay articulo de psicologo
Se ha experimentado en pacientes con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple a modo de medicina de tipo “psicológica” para mejorar el estado de ánimo de los pacientes que padecen esa cruel enfermedad y ha resultado que los estados paranoides y de gran ansiedad que produce la vuelven en la mayoría de los casos contraproducente aunque la sensación de placer momentánea existe. Y que decir de lo momentáneo, de la presión social desde todo punto de vista para que sobre todo los jóvenes vivan el momento, vivan el presente y no piensen en el futuro en ninguna forma. Creemos que hay que vivir el presente pero preservando nuestra salud que es lo único que nos puede garantizar estados de placer mas satisfactorios y duraderos.
Muchas veces hay otro argumento que esgrimen los defensores de la marihuana y es que los psicofármacos también son adictivos. Y bueno, hay muchas sustancias adictivas pero los psicofármacos son remedios, se consumen para aliviar algún mal. Además las sustancias para considerarse adictivas tienen que producir dependencia física y psicológica y además debe estar el factor tolerancia. Esto significa que para obtener la misma sensación hay que consumir cada vez más cantidad de la droga. En general no es lo que ocurre con los remedios, que además están controlados.
No entraremos en la discusión de si es mejor legalizar o no las drogas porque es un ámbito engorroso en el que podemos perdernos en filosofar inadecuadamente cuando los gobiernos que se plantean estas cuestiones mas que pensar en la salud de la población piensan en las divisas que pueden venir de dicha legalización.
La otra cuestión es la de “soy un fumador de marihuana social” ¿qué quieren decir con esto? Bueno significaría que la persona fuma un “porro” (cigarro de marihuana) en alguna ocasión en especial, cuando se encuentra con amigos, etc. Esto es muy difícil que ocurra porque si el lector ha prestado atención hasta ahora hemos dicho que produce tolerancia o sea que genera la necesidad de mas consumo. Admitimos que puede haber alguna excepción. En la clínica no hemos corroborado ninguna y es algo muy difícil de corroborar. Y los “consumidores sociales” corren un alto riesgo, nada más que se encuentren en una situación de angustia o ansiedad intensa para que recurran a aquello que tanto placer inmediato le produce y caiga en el inevitable círculo vicioso.
Centrándonos en el cannabis que es la planta de la que derivan los cannabinoides, que cuando sus hojas y tallos se desmenuzan se llama marihuana y la resina que se extrae de la zona superior de la planta y de la parte de debajo de las hojas se llama hashish. Generalmente se consume fumada a veces por vía oral o en infusión.
Los consumidores crónicos ingieren grandes cantidades de cannabis durante el día lo que les insume mucho tiempo porque además requiere un esfuerzo extra el conseguir la sustancia que es ilegal, esto termina afectando la vida social y laboral de la persona. El abuso en su consumo puede resultar de riesgo para las personas que conducen vehículos y además como ya sabemos en nuestro país puede traer problemas legales.
Los síntomas significativos a las dos horas de su consumo son resequedad en la boca, hambre y taquicardia. Cuando ocurre intoxicación generalmente comienza con una intensa sensación de placer, desinhibición, luego gran sedación se distorsiona la memoria inmediata y la motricidad se pierde el sentido del tiempo y puede haber alucinaciones.
El otro aspecto a tener en cuenta es que generalmente la cannabis se consume en conjunto con otras drogas como alcohol, tabaco y cocaína lo que produce un deterioro mayor del estado físico y psíquico de la persona. Quien se permite el consumo de una droga ilegal es altamente más propenso a consumir otras que producen daños masivos en el organismo.
Los efectos psicológicos del consumo de cannabis son la ansiedad, estados depresivos, estados paranoides que se agravan por ser una sustancia ilegal y crisis de angustia que pueden llegar a ser muy intensas y semejantes a los ataques de pánico. De hecho muchas veces los jóvenes dicen que el consumo de marihuana les produjo el primer ataque de pánico o lo asocian con ello (mencionamos los jóvenes porque es la población que mayoritariamente consume esta droga). No significa de ninguna manera que quienes padecen ataques de pánico sean consumidores de cannabis.
Tomando el DSM IV agregaremos que: “Las alteraciones biológicas incluyen temporalmente (y probablemente en relación con la dosis) la supresión de la función inmunológica y la supresión de la secreción de testosterona y de hormona luteinizante (LH)…” “El consumo agudo de cannabinoides puede causar una difusa y lenta actividad en el EEG y supresión de los movimientos oculares rápidos (REM)”. Además de ser totalmente nociva para las vías respiratorias al igual que el tabaco, aumenta los riesgos de padecer enfermedades cancerígenas ya que tiene más carcinógenos que el cigarro.
La parte buena, si la tiene, es que la suspensión del consumo de cannabis no produce síndrome de abstinencia al menos a la manera del tabaco o la cocaína por ejemplo. Cuando en una familia se sospecha que algún integrante está consumiendo cannabis y no se tiene la certeza se puede pedir a la persona una muestra de orina y analizarla en laboratorio. La sustancia permanece por largos períodos de tiempo en el organismo dependiendo de la cantidad, pero un consumo menor se detecta en la orina hasta mas de una semana después.
Si se consume como única droga es mas fácil dejarla, de todos modos como el consumo mayor se da en los jóvenes que además de pronto están atravesando crisis propias de la edad conviene recurrir a apoyo psicológico. Algo que es aconsejable es que la persona que la consume se aleje del grupo de personas que usan la droga porque es muy difícil de otro modo.
El tema puede extenderse pero por aquí vamos dando un panorama general sobre esta droga que tiende a aceptarse (aunque ilegal) cada vez más. Mejor es no consumirla nunca. Pero sabemos que los adolescentes en su búsqueda de la identidad en sus estados de rebeldía consumen drogas, muchas veces como una manera de castigar a sus progenitores cuando los mas castigados resultan ellos mismos. Algunos la dejan por propia iniciativa o porque no toleran los efectos secundarios; el resto necesita apoyo y comprensión. Cuanto antes se recurra a ayuda especializada habrá mayores probabilidades de éxito.
Autor: Prof. Psic. Fabiana Pérez
Por consultas: cel 098 13 12 89
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FUENTE: http://www.centrodealternativas.com/
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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