¿Cómo detectar si un niño es sólo hiperactivo?
Una cosa es que el niño sea inquieto y otra que se encuentre
frente a una patología específica.
Nico intenta permanecer sentado escuchando el cuento de mamá,
pero parece que su mente comienza a disgregarse con facilidad nuevamente.
Mientras intenta enfocar su atención en la última frase, el tarro de pintura
depositado con tanto cuidado por papá lo incita al movimiento desde el extremo
del cuarto. Abre un rompecabezas, en busca de otra actividad, y lo deja a medio
hacer, mientras pinta y tira a la vez los restos de pintura azul, sobre la
blanca alfombra, y logra huir airoso escaleras abajo. ¿Un niño problema? No
necesariamente, porque aunque la imagen invita a la risa, la hiperactividad en
los niños puede formar parte de un trastorno más complejo, o simplemente un
problema de conducta. Lo importante es saber ver los signos y dar con el
diagnóstico adecuado.
Pautas para entender el problema
Tomando como fuente el libro de Eric Taylor, “El niño
hiperactivo”, existen puntos básicos para que los padres comprendan mejor este
problema, por comenzar desde su concepto mismo.
Definición
Los chicos hiperactivos son aquellos que cambian de actividad
constantemente, necesitan la variación y cada tarea que comienzan no la
mantienen durante mucho tiempo, porque la abandonan por la mitad. Tienen un
bajo nivel de tolerancia de la frustración. Si se observa bien, lo que suele
haber es una insatisfacción importante, cierta demanda de atención, de escucha,
contención y afecto por parte de los adultos. Es un estilo permanente de
comportamiento, donde los niños afectados son desorganizados y caóticos y no
persisten mucho tiempo en la misma actividad, distrayéndose con más facilidad.
Rasgos comunes que comparten los niños hiperactivos
1) No atienden a una actividad por mucho tiempo. Por ejemplo,
cuando están en un juego sensorio motriz, compartido con otros compañeros,
terminan antes que el resto y se dispersan.
2) Cuando se les cuenta un cuento, no se pueden quedar sentados
hasta el final y se levantan de la silla o la cama y se van a jugar a otra
parte.
3) Muchas veces, parece que cuando se les habla no prestan
atención y siguen en su mundo. Pero en realidad, no pueden, se distraen con
facilidad.
Trastornos delicados
Sin embargo la hiperactividad puede formar parte de algo más
complejo. Según la doctora María Estela Caccavo de Estefan, jefa del Servicio
de Salud Mental del Hospital Humberto Notti, existen dos formas de presentación
de este trastorno.
“Uno sólo tiene que ver con el déficit atencional, mientras que
el otro es el déficit atencional con hiperactividad e impulsividad”.
1) Déficit atencional:
Es el que puede apreciarse sobre todo ante la exigencia del
período escolar, en donde se requiere de un tiempo de atención para el
aprendizaje más intenso y prolongado. Entre los síntomas característicos
figuran:
- La dispersión ante las explicaciones del docente.
- La facilidad para perder objetos.
- Pareciera que no escucharan a la maestra.
- Dificultad para organizarse en las tareas y el tiempo de
estudio.
- Enojo ante la responsabilidad de hacer labores que requieran
un esfuerzo mental sostenido.
- Falta de atención continua ante estímulos que no les interesen
intensamente.
- Fácil distracción ante focos de atención externos.
2) Hiperactividad:
Se caracteriza porque los chicos no pueden mantener su cuerpo
quieto y juegan de forma permanente con las manos y los pies, moviéndose en el
asiento. Abandonan su sitio en situaciones inverosímiles, y se colocan en
circunstancias de peligro frecuentemente. Hablan de forma excesiva y tienden a
molestar siempre.
3) Impulsividad:
Todo lo que hacen o dicen lo realizan de forma instantánea y sin
pensar. Les resulta difícil esperar el turno, por ello les cuesta jugar en
grupo. Tienden a interrumpir las conversaciones de los demás.
Importante
Estos trastornos son definidos como “funcionales” porque no se
ha determinado todavía una base biológica que implique una alteración
específica en el cerebro, ni alteración metabólica u otra deficiencia orgánica
que explique su etiología.
Lo crucial de un buen diagnóstico
Desde el punto de vista de la psiquiatra infantil, “Lo
fundamental es realizar un diagnóstico acertado para saber si se está ante un
caso de déficit atencional que requiere medicación o ante trastornos de
conducta o aprendizaje, causados por otros problemas.
Por ello es fundamental que una vez realizado el diagnóstico, en
el caso de tener un trastorno de este tipo, se realice un tratamiento
multidisciplinario, que requiere la participación de psiquiatra infantil,
psicólogo, neurólogo, psicopedagogo y la misma maestra. Es fundamental diseñar
el tipo de tratamiento adecuado a las necesidades de cada niño y su familia.
El propósito de los fármacos no es tranquilizar ni restar algo
de la conducta del chico, ni alegrarlo superficialmente, sino ayudarlo a
concentrarse en una actividad y mantener ese estado. El tratamiento médico en
este sentido es un soporte y no una cura, pero debe ir de la mano de un
diagnóstico acertado, que nos ratifique si realmente existe un trastorno.
Señales que alertan
Desde los primeros meses de vida los bebés que tienen estos
trastornos, son más inquietos que los chicos de su misma edad. Lloran para ir a
la cama, les cuesta mucho dormir y tienen sueño ligero, despertando con llanto
e irritabilidad.
La inquietud se manifiesta también en la alimentación, el
lactante succiona con dificultad el pecho, lo pellizca, con horarios y
actitudes fluctuantes que pueden alterar el vínculo madre-hijo.
También presentan ambivalencia en sus reacciones, por ejemplo
respuestas con ira que rápidamente se transforman en caricias.
Ya de niños se enojan con frecuencia y pareciera que les importa
poco lo que ocurre con los demás.
Cuando alcanzan la etapa adolescente presentan conflictos
periódicos con los padres y charlan menos con ellos. Lo fundamental es saber que
ellos no son responsables de este tipo de trastornos y sufren mucho por
sentirse distintos.
Cuando es sólo es un problema de conducta
Si el caso es sólo un problema de conducta, el profesional que
realiza el diagnóstico caerá en la cuenta de que la problemática tiene que ver
con otras áreas como las familiares, escolares o sociales, por las que el niño
exterioriza el problema y no con un trastorno por déficit de atención con
hiperactividad. Si bien los comportamientos pueden ser similares a los del déficit
atencional, la diferencia radica en que, por lo general, este último, comienza
a manifestarse desde una etapa de vida muy temprana.
En casa
1) Definir un lugar para cada actividad.
2) Evitar sitios donde haya mucho ruido y tránsito.
3) Fijar reglas, consecuencias y premios.
4) Instituir premios canjeables.
5) Ayudar al niño a entender los pasos a seguir para realizar
una tarea.
6) Establecer una agenda de actividades y advertir sobre los
cambios.1) Definir un lugar para cada actividad.
En la escuela
1) Tratar de encontrar el aula adecuada, alejada de ruidos que
lo puedan distraer. Es necesario que la maestra comunique a los padres, en
forma concisa y breve, el desempeño del niño durante el día.
2) A la hora de hacer las tareas escolares una posibilidad es
realizarlas con un compañero y dividirla en tres etapas. Al terminar cada
parte, establecer un descanso. Si esta situación se resuelve al cabo de, por
ejemplo, una hora, el chico y sus padres sabrán que se ha ganado una batalla y
podrán abordar la lucha en otro campo, como el del juego.
3) Anticiparse a los desajustes permitiéndoles colaboración en
tareas para que se mantengan activos y ocupados como borrar el pizarrón,
colaborar en la biblioteca, etc.
De vacaciones
1) Motivarlos para que realicen tareas al aire libre, evitando
tenerlos encerrados entre cuatro paredes.
2) Incentivarlos a realizar deportes con el control del profesor
que sepa de su trastorno.
3) Orientarlos para que realicen tareas en las que realmente se
sientan a gusto y sean hábiles, tratando de potenciarlos hacia ellas.
4) Evitar hacerlos competir en cualquier área si esto no es de
su agrado.
5) Aconsejarlos para que practiquen natación (en el caso de que
les guste) ya que es un deporte completo para el cuerpo y la mente.
http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo
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