Cada vez más experimentan, y con mayor frecuencia, con juguetes sexuales

“Lo que más están consultando actualmente los uruguayos es por falta de deseo sexual, pero no me refiero a gente mayor, adultos, sino de población de mediana edad, universitarios, gente que trabaja y estudia, que viven en pareja pero no tiene ganas de tener relaciones sexuales, ya sea porque están cansados, estresados, metidos en otros problemas, etc.” dijo a LA REPÚBLICA la reconocida sexóloga uruguaya Gabriela Michoelsson, al abordar el tema sexual en los uruguayos. Y seguramente ante nuestra expresión de sorpresa, contraatacó afirmando que antes, la consulta giraba preferentemente sobre disfunción eréctil en el varón y anorgasmia en la mujer. Pero eso ha ido cambiando a lo largo de estos años, por lo que se evidencia un cambio en la conducta sexual de los uruguayos.
A juicio de la sexóloga la falta de deseo sexual denunciada en sus consultas puede deberse a múltiples factores, “el hecho de vivir en la vorágine del día, el multiempleo, el estudio, son factores que determinan que no se tenga ganas de relaciones entre semana y lo van dejando para el fin de semana. Pero al poco tiempo, terminan en mi consultorio buscando soluciones para eso también”.
Alimentar el deseo
Según Michoelsson, el deseo sexual en una pareja es importantísimo, y resulta llamativo que personas jóvenes “dejen de alimentar el romanticismo, la pasión, la seducción, la sorpresa. Todas esas cosas quedan en un segundo lugar en la escala de valores por lo cual la pareja se empieza a desintegrar”.
Sin embargo explica que lo paradójico es que la gente “más grande, la que ya se retiró del mercado laboral, que se dedica a otras cosas, son las que eligen el reencuentro, convivir, eligen la seducción, -que yo la denomino “la erótica del otoño”-, o sea que hay otro encuentro sexual. Y es al revés de lo que se piensa, porque a esa edad, hay más tiempo, más espacio para saborear todo eso”.
De todos modos según la doctora, el tema sexual en los uruguayos sigue siendo tabú en algunas cosas, por más que ha habido una apertura básicamente en los medios de comunicación.
Sin embargo dice que igual se siguen manejando con “cierto prurito” algunos temas “siempre que se habla de la sexualidad”, porque se lo toma como un tema distinto, diferente, al punto que en la consulta se ponen nerviosos y les provoca alguna risa.
Consultan buscándole el humor
Michoelsson sostiene que a lo largo del tiempo “he aprendido a manejar esto con cierto humor, pero sin sacarle rigor científico. Cuando la persona llega al consultorio es porque está preocupado por un problema sexual o una duda y le parece una cuestión muy trascendental. Tal vez lo sea pero la sexualidad adquiere ese mito que parece tan extraordinario, entonces cuando lo manejo lo hago de forma más cotidiana, más humana, con más sentido del humor y la persona se distiende, se abre y se siente cómodo para hablar”.
Así como sostiene que el uruguayo es cerrado para hablar de este tipo de cosas, reconoce que también de a poco “va llegando a vivir cosas diferentes, a tener otras experiencias, siempre con la discreción que nos caracteriza a los uruguayos, sin pacatería. Me doy cuenta -a través del consultorio- que la vivencia de la sexualidad está siendo más arriesgada, pero no quiere decir que alardeen de esa sexualidad, de esas vivencias, de esa búsqueda de placeres distintos, de nuevas experiencias”.
Juguetes en las relaciones
Y en ese sentido la doctora sostiene que los uruguayos están teniendo una apertura en cuanto a la “utilización de juguetes sexuales, para enriquecer la vida sexual. Están aprendiendo a probar distintas cosas y sorprenderse; juguetes, cremas, perfumes, lencería erótica… todo eso ingresa en esta gama de elementos nuevos”.
Pero la sexóloga hace otra precisión denunciando una pandemia del nuevo siglo. Se está viendo muchísimo en la consulta que cuando se siente una angustia lo calman con sexo; una adicción al consumo de sexo por el sexo”.
Y eso nos da pie para preguntarle si las redes sociales han influido en la esta costumbre sexual uruguaya. “El hecho de estar más conectado a las redes sociales te hace estar a la vez más desconectado a nivel emocional. Los encuentros suelen ser superfluos o muy momentáneos, muy del “toco y me voy”, del “touch and go”, que dejan un vacío muy grande y un alejamiento desde lo emocional, que influye en que una relación se consolide. No faltan encuentros, falta todo lo demás”, precisó.
Sin sorpresas
Con tantos años de consulta la sexóloga dice que ya perdió la capacidad de sorpresa en las consultas, “a esta altura no me sorprende nada y hay muchas anécdotas, pero para que tengan una idea llega aquel que viene a contar como algo muy suyo, que se excita con los pies de una mujer, a aquel otro que tiene una familia consolidada, con hijos y con buen pasar y se sincera diciendo que por las noches necesita travestirse. Hay muchas cosas, muchas fantasías que ni se imaginan…”.
El tamaño del pene
Un tema recurrente sin dudas suele ser el tamaño del órgano sexual masculino, el pene. Michoelsson dijo que sobre eso “siempre se consultan, aunque no llegan específicamente por el tamaño, detrás de otra consulta está eso. Por ejemplo cuando sostienen que no consiguen pareja porque tienen el pene pequeño y la realidad es que hay un mito de que cuanto más grande es el pene más placer se obtiene. Y la verdad es todo un tema de educación. Si bien a la mujer visualmente la pueda excitar un pene más grande, en la penetración no tiene que ver el largo. Hay un desconocimiento en cuanto a cómo se obtiene placer y eso se subsana desde la educación sexual. Y una de esas dudas se disipa si de chico hay educación sexual, pero lamentablemente al uruguayo le falta bastante en ese sentido”.

http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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