Atragantamiento: cómo ayudar a los niños que lo sufren
Por Carolina Maubrigadez
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 Uno de los accidentes más comunes que sufren los bebés y los niños es el atragantamiento, que se produce como consecuencia de la obstrucción de las vías respiratorias. Para saber qué deben hacer los adultos para auxiliarlos, TaTeTi se contactó con el Licenciado en Enfermería y experto en primeros auxilios, Fabián Chirigliano. Como punto de partida, el profesional explicó que esta situación se genera cuando “cuerpos extraños se alojan en las vías respiratorias, ingresando al organismo por medio de la boca o la nariz e impiden que el aire circule por ellas”. Los elementos que desencadenan el atragantamiento varían principalmente dependiendo de la edad de la persona, y en el caso de los pequeños –que constituyen el grupo etario más vulnerable-, se vinculan con su forma de conocer el mundo a través del llevarse los objetos a la boca. “Una pieza pequeña como un juguete, una bolita, una moneda o alimentos que no están cortados en trozos chicos son las causas más comunes de la obstrucción de las vías respiratorias en los niños”, mencionó. Por otra parte, el entrevistado señaló que hay que tener bien presente cuáles son los signos y los síntomas de este tipo de accidentes. “En principio se manifiesta una tos que es un reflejo para tratar de expulsar el objeto, y luego puede haber un silencio respiratorio y el niño no tose más. Después, se lleva las manos hacia la boca –que es el símbolo universal- y eso significa que hay una obstrucción total de las vías respiratorias”, comentó. En tanto, Chirigliano se mostró afín a desmitificar algunas acciones que suelen llevarse a cabo con frecuencia a la hora de socorrer a un pequeño atragantado. “No hay que golpearle la espalda porque eso puede obstruir más el objeto debido a la fuerza de gravedad; tampoco tomar al niño de los pies y ponerlo boca abajo porque no es muy efectivo ni darle de tomar agua pues puede producir aspiración de liquido a los pulmones y enclavar mas el objeto en la vía respiratoria”, resaltó. En cuanto a los primeros auxilios que sí deben llevarse a cabo por parte de los adultos, el experto destacó la importancia de realizar la maniobra de Heimlich, que consiste en una serie de compresiones abdominales. Hay que aclarar que cuando se le practica a los bebés es diferente el procedimiento que cuando se trata de niños más grandes, cuya práctica es la misma que si se tratara de personas mayores. El mecanismo “consiste en abrazar al niño por detrás, cerrar un puño, tomar ese puño con la otra mano y apoyarlo por debajo de la punta del esternón y por encima del ombligo. Allí realizar compresiones abdominales ascendentes –hacia arriba y hacia adentro-, que deben ser enérgicas. Cada comprensión es un intento de desobstruir las vías respiratorias. Por supuesto que en niños la fuerza tiene que ser mucho menor que en los adultos”, describió Fabián Chirigliano. “Si a pesar de las compresiones abdominales el niño pierde el conocimiento, lo que hay que hacer inmediatamente es una reanimación cardiopulmonar y masaje cardíaco”, indicó Fabián. Si hablamos de bebés, Chirigliano explicó que el procedimiento implica una combinación de compresiones abdominales y golpecitos en la espalda. “Se toma al bebé boca abajo apoyando su mentón sobre nuestra mano, su abdomen en nuestro antebrazo, lo inclinamos hacia abajo y con nuestra mano golpeamos su espalda entre los omóplatos, golpecitos suaves con la mano ahuecada. Luego, lo damos vuelta para el otro brazo y realizamos compresiones abdominales con dos dedos por encima de su ombligo y ahí le apretamos la pancita. Si vemos que el objeto está visible tratamos de retirarlo con el dedo meñique”, detalló. |
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