LAS RAÍCES DE LA VIOLENCIA


Mª Luz Sánchez Escalada.

Psicóloga Clínica

Presidenta del comité científico

y de la Asociación para la

Intervención en Conflictos y Victimas
A.P.I.C.V.
Investigadora Doctorando en
Causas de Conflicto Interpersonal.
1º NATURALEZA DE LA VIOLENCIA
Cualquier análisis que quiera dar cuenta de la violencia, como comportamiento humano, tiene que contar a priori con un profundo e integrado conocimiento de los fundamentos biológicos y sociales de la conducta humana. Por eso hablaremos de la violencia como una de las manifestaciones de la naturaleza humana, y no, como la naturaleza violenta del ser humano, tal, no es su naturaleza, sino una de sus posibilidades abiertas, y aunque en nuestra especie nazcan individuos en un porcentaje ínfimo, de especial naturaleza, que les favorezca un comportamiento violento, tampoco quiere decir que sean estos quienes la vallan a ejercer.
Por esto nos acercaremos con más acierto, hacia una de las raíces sociales de más hondo calado histórico en comportamiento humano violento, y lo haremos mejor , a través de las víctimas, para conocer primero, los efectos conseguidos en ellas y, segundo, comprobar, su "especial utilidad" en nuestra especie y conocer su auténtica naturaleza .
Cuando nos encontramos con las noticias sobre victimas de maltrato psíquico y/o físico , y analizamos los datos estadísticos de incidencia y prevalencia del mismo, en nuestro país, encontramos un 42´79 y < 36´96 por mil, respectivamente, están repartidos mayoritariamente entre la población de mujeres, niños y ancianos. Esto representa un 4´2% de la población. Discriminando aún más la población, encontramos que el porcentaje de estas víctimas se agolpa mayoritariamente dentro de las féminas (niñas, jóvenes, adultas y ancianas) y que el 60% de ellas sufren un tipo específico de maltrato , que no se produce de la misma forma, ni en el mismo grado en el resto de la población. Y solo teniendo en cuenta el ámbito familiar, si sumamos los datos del ámbito laboral ( 8% más de mobbing en las féminas) y, teniendo en cuenta, que sólo son datos estadísticos basados en las denuncias, añadiendo las cifras sobre la violencia que incluyen a la sumergida, su lectura sociológica nos salta a una imagen dantesca.
Y si además, tenemos en cuenta los datos sobre delito por homicidio, contamos ya, en lo que va de año,¿ 57 victimas femeninas?... Leyendo ahora evolutivamente, estaríamos ante una conducta disfuncional de depredación de la especie , y de nuevo su lectura nos salta, esta vez, a una página dentada con la cuchilla Bukowskiana (1). Y es que veremos, como el análisis de los datos, salta de la ciencia al arte, para pasar a otra ciencia, y a otra, haciéndose multidisciplinar en su comprensión global.
Por tanto en una lectura general de los datos, y debido a su porcentaje pandémico no se puede obtener un perfil psicológico que pueda dar cuenta especifica de las victimas. Si en cambio, y de momento, uno sociológico: ser mujer.
A partir de este perfil, podemos obtener con un análisis psicológico, lo específico de este maltrato. Y el análisis será, a partir de los efectos psíquicos producidos, que no de sus causas. Esto lo haremos mas tarde. Así, se observa que un 60% de estas víctimas presentan un cuadro de Trastorno de Estrés Postraumático, y que como comentaba mas arriba, no se produce en otro tipo de población, a no ser en excombatientes de guerra o de catástrofes. Pero aun así, sigue siendo más específico. A saber.
Se trata de un conjunto sindrómico, que se aglutina en uno "general", o "Síndrome de Maltrato",, donde el núcleo del trastorno lo compone el Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), que a veces brota en su forma aguda ante la eminencia de amenaza de muerte, pero que suele estar cronificado y enmascarado en su mayoría por un síndrome de Adaptación Paradójica Vincular (Sánchez. M. L .2003), parecido a una variante enquistada del Síndrome de Estocolmo, que lleva a las victimas a mantener, jusdtificar y disculpar la situación de maltrato. Otros investigadores encuentran parecidos conjuntos sintomáticos de esta variante ( Montero.A.2000). Pero encuentro todavía algo más especifico. A saber.
Este conjunto, se cierra con el Síndrome de Desadaptación, por el que las víctimas quedan en su mayoría desarraigadas social, familiar y laboralmente, aumentando de nuevo su vulnerabilidad psicológica a repetir vínculos violentos, y así lo demuestran el 80% de las que fueron víctimas, por no haber recibido el necesario tratamiento psicológico.

Con este conjunto Sindrómico de la víctima, nos adentramos ahora en la esfera jurídica, y verán cómo su lectura interdisciplinar crece hasta desbordarse. No se preocupen, sólo queda otra ciencia más, donde llegaremos a la última causa de este tipo de violencia, y conoceremos quizá, alguna verdad general y transcendente de una de las peores evoluciones de nuestra especie.; también aquí se rebotará su lectura al ámbito artístico, para ello , déjenme que les proponga ahora la película " El Proceso" de Orson Wells. Primero supongamos que la víctima, rompe heroicamente con el "estigma de la denuncia" en nuestro país, o se ve obligada a ello por amenaza de muerte. Pues bien, aquí es donde empieza el proceso judicial y administrativo que la va a someter a la ya popular, segunda Victimización.

A pesar de las reformas penales de los últimos años, y del buen hacer de muchos magistrados, seguimos padeciendo algunas leyes del siglo XVIII, y en su mayoría, sus señorías, siguen sentenciando en la desigualdad, haciéndose notorio el que adolecen de un código deontológico y de la formación específica en ésta, nuestra tarea, de todo/as. Con ello, también se ve afectada y minimizada, cuando no anulada o dilatada, la labor de otros profesionales, que además de tener un código deontológico, se implican como profesionales y ciudadanos, en otro tipo de socialización. Como les decía, se ve afectada, la labor del psicólogo/a que hace el peritaje, virtuosísmo demostrar a sus señorías que se es víctima psíquica , y del abogado/a de la defensa, que ve como su defendida entra en una tarea hercúlea por demostrarlo, en el intento de canjear esta violencia cuasivirtual en la casa de cambio de la justicia, y de nuevo minimizan la eficacia del tratamiento psíquico, en apoyo necesario para que se someta a la impúdica batalla por ponerle ceros a la cifra de su dignidad , ya que los saldos en las sentencias son la norma. Pero el seguir reformando leyes sin considerar los recursos materiales y humanos necesarios es sinónimo de perversidad, como lo demuestra la escalada de victimas de los últimos años.

Verbigracia del subdesarrollo Moral y científico del sistema Judicial y la demagogia política


Aquí se cierra el proceso del entramado público institucional de apoyo a las victimas de la violencia familiar. Las del ámbito laboral, también tiene cifras mayoritariamente femeninas, y eso contando que su proporción de producción laboral, remunerada, es menor, y dándose, suele ser un 30% menor, en cambio, la no remunerada es desproporcionadamente mayor, y sus cotas de poder tácito y explícito, comparativamente, no tiene significación estadística.
Hasta aquí, podemos concluir dos cosas: naturaleza socio-estructural de la violencia , y sus tipos, por acción: física y psíquica, y por omisión: siempre psíquica y simbólica, la peor; y que además, la violencia, es eficaz, a corto plazo claro, y muy barata ( eficacia y eficiencia son los criterios de producción, para todo producto; inclúyase el humano). Esto último, traducido en términos socioeconómicos, y ahora psíquicos, es decir, estrictamente humanos, es sinónimo de alta probabilidad de ser victima, sobre todo, como hemos visto, siendo mujer. Pero súmese aquí los saldos destinados a la rehabilitación psicosocial de las víctimas y concluimos, son mas baratas.
Así, que ya tenemos la última causa de la violencia: la económica, es decir, su utilización inversa de medios , como fines. Pero si la moneda, es EL gran Catalizador en la socialización , para que funcione orgánicamente en el género humano, aplíquese al tema que nos ocupa, la formula ancestral universal en el contrato simbólico social: machismo tradicional y el hembrismo actual con sus aun más graves ambivalencias posmodernistas.
Verbigaracia del progreso social deshumanizador
2 º. De la conformidad y sus violencias
Desde los múltiples y variados comentarios y opiniones más o menos parciales , incluso de analistas estadísticos sobre violencia , no se suele responder ni por asomo a una cuestión tan fundamental en el tema, como es el analizar a la violencia en sí misma, esto es, cómo probabilidad de ser ejercida, con independencia de a quién va dirigida mayoritariamente; que como todos sabemos se agolpa, redundantemente, en la población femenina, y por consenso internacional como hemos analizado anteriormente.
Por si quedara alguna duda, recordemos de paso un dato muy relacionado con al última causa encontrada, como es el que las azota, valga de nuevo la redundancia, el 80% de la pobreza mundial.
Por esto, se suele hablar mayoritariamente de" violencia de género", (de la que nuestro país es un notorio exponente), acertadamente en cuanto a quién va dirigida con mayor probabilidad, y no tan acertadamente me temo, en cuanto al como es ejercida, y menos aún, de las implicaciones de todo el género humano.
En las investigaciones sobre acoso psicológico en el trabajo se demuestra como las conductas de hostigamiento se reparten de la siguiente forma: el 78 % de los hombres son acosados por otros hombres y tan solo son acosados por el 3% de la mujeres. Las mujeres sin embargo son acosadas por otras mujeres en el 30% de los casos, el 35 % son hostigadas por hombres ,y otro 30% de hostigamiento correspondiente a grupos mixtos ( hombres y mujeres).
Estos datos sorprendentes para alguno/as, quizá por lo contra-intuitivos , sólo es posible explicarlos por el estado de autoinmolación en que la mujer se ha ido colocando en virtud de la identificación de su propia condición de inferior, dentro de una cultura androcéntrica. Súmese el 20 % de acoso sexual sufrido por las mujeres en el trabajo y el pandémico porcentaje de agresión sexual sufrido en todos los contextos y, de nuevo obtenemos el perfil de la mayor vulnerabilidad a la violencia de género.
Veamos ahora que individuos y en qué poblaciones se ejercerá con mayor probabilidad la violencia, en este sentido hablaremos de conducta violenta en la especie humana, con independencia del género, ya que puede ir en ambas direcciones y de hecho va, aunque con proporciones claramente distintas como hemos visto, de padecerla y/o de participar en el ciclo de su formación. Para ello, necesitamos un nuevo dato. A saber.
Según el paradigma de Mirgram (1974), por el que explicó como la violencia mas sádica, como la ejercida por los nazis en el holocausto, no hay que buscarla en patologías psicológicas, sino en el grado de " conformidad" de la población al poder de influencia de la autoridad, sea ejercida esta coercitivamente o no. Encontró, que hasta el 65% de los sujetos sometidos a la influencia del poder de una figura de autoridad, llegan a ejercer las conductas mas violentas. Este paradigma fue utilizado con población española en el año1981, encontrándose tasas de conformidad a la autoridad del 90 por cien.
Estos resultados son muy inquietantes, sobre todo por la analogía que guardan con muchas situaciones de la vida real en que no nos explicamos cómo gente normal actúa de forma extremadamente cruel contra victimas inocentes. Cualquier guerra o conflicto enquistado, están llenas de trágicas anécdotas similares a las ideadas en la experimentación de Milgram.
Con el análisis hecho hasta aquí, de este conjunto de datos estadísticos, y la relación expuesta entre grado de conformidad y violencia, podemos adentrarnos ahora en una nueva comprensión de la realidad de la violencia, en nuestro territorio nacional, incluida ahora la de género, y nadie tiene el hipocampo tan vacío, que no le salte ya, alguna imagen que le ilumine comprensivamente el conjunto de esta realidad y su participación en ella; A mi me salta la luz de la ventana del Guernica
En nuestra sociedad los elementos catalizadores que más rendimiento aportan al poder (económico) como autoridad, además del judicial, son los medios de comunicación y su enorme poder simbólico, donde encontramos desde la validación psicosocial de cualquier conducta, hasta la misma identificación intrapsíquica (como objetos económicos distorsionados, que no sujetos humanos ). Utilizando para ello, las cada vez más sofisticadas tácticas de influencia, sometiéndonos a una mayor vulnerabilidad,- a todo/as- , y respondiendo, cada vez más automáticamente. Además, sabemos por los resultados de las investigaciones, que la peor forma de escapar de su influencia es no creyéndose vulnerable a ella. Llevados por la manipulativa torre de babel, nos convertimos en creyentes de casi cualquier cosa y dejamos de investigar en la profundidad de nuestros imponderables abismos diarios y nuestra participación en ellos, hasta que el chapapote nos salta ¡ incomprensiblemente ¡, en la cara. Bueno, no exactamente, tiene que ser en la cartera, como hemos visto.
Y es que, ¡ con la iglesia hemos topado¡ amigo Sancho.
Sería de nuevo lamentable que nos veamos en la necesidad de tener que presentar datos económicos del coste humano para poner un semáforo a nuestras conductas. Y así se nos exige, pero veremos como esto tiene su paradoja. Lo primero es que confundir medios económicos con fines, significa en términos de inteligencia humana, un tipo de pensamiento preoperatorio anclado en el ensayo-error, es decir, sólo funciona a corto plazo. Vamos, que el árbol (moneda) no le deja ver el bosque (grupo humano).Lo segundo, es qué añadiendo ahora un pensamiento a medio-largo plazo, es decir, en términos de inteligencia genuinamente humana, y con los datos económicos en la mano, las cifras de despilfarro, resultan también paradójicamente astronómicas. Los gastos en enfermedades producidas por el modo de vida que incluye a la violencia en la socialización son incalculables.
(20.000 millones de euros en gastos sanitarios y absentismo laboral ,sin contar con las pérdidas en producción, por los 40.000 millones de afectados por mobbing en la UE)
Verbigracia de la miope democracia mercantilista
El sentido economicista del progreso centrado en la exclusiva productividad y en el beneficio económico, que lleva a una indiscriminada explotación de la naturaleza humana , con las consiguientes conformidades y sus violencias, reducen las posibilidades de vivir en salud , como lo demuestran las cifras de uno de los trastornos mentales mas frecuentes en la población española, un 24 % sufre depresión.
Quizá el nuevo reto de nuestra cultura del siglo XXI, sea educar en salud y autentica productividad humana, y se considere una nueva alfabetización en pensamiento crítico humanizador constructivo, y en encarecer la violencia, al menos tan astronómicamente como su coste real. En definitiva una inversión que garantice el fomento de una cultura productora de bienestar social en la que ganemos tod@s.


http://psicologiajuridica.org/psj17.html

http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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