El Concepto de la Peligrosidad desde la Psicología Jurídica y Forense

OSVALDO H. VARELA

Debo confesar que el tema de la “PELIGROSIDAD” produjo en mí, desde siempre un especial interrogante, que me atrapó desde mis inicios en la especialidad, hace ya más de 30 años.

Por el año 1978, cuando ingresé como psicólogo a trabajar al Instituto Rocca, que, -para aquellos que no lo conocen-, se trata de un Instituto de Menores en Conflicto con la Ley Penal, más comunmente conocido como una “Cárcel de Menores”, me llamo la atención, desde un primer momento, el origen social de los jóvenes allí alojados, todos ellos provenían de clases bajas, con severo deficit sociocultural y ambiental, de hogares desarticulados o ensamblados, numerosos miembros que los une más el sentido de pertenencia utilitaria que los lazos afectivos y familiares.

Por supuesto ingresaban por la comisión de hechos que la ley calificaba como delitos, pero también es cierto que todos ellos mostraban características de pertenencias psicosociales similares. Lo cual me llevo a preguntarme: estaban alli alojados por los hechos delictivos protagonizados o por su pertenencia social?.

Por supuesto que es muy complicado determinar quienes cometen delitos, antes de que los cometan, es decír, sería apresurado y acertivo decír quienes protagonizarán episodios delictivos o tienen características para ello, es decír, para ser POTENCIALES DELINCUENTES.

Es por ello que, antes de continuar con éste análisis, creo que sería adecuado historizar los antecedentes que producen estos desarrollos que podríamos llamar cientifico sociales.

Asi pues, superado el ocultismo que caracterizo la edad media, la sociedad humana intenta evolucionar a través de la ciencia empírica, dejando de lado la religión, que hasta ese momento guió con mucha fuerza los destinos de la humanidad.

Siempre he dicho que la historia es un devenír lógico, y que su estudio nos permite anticipar de una manera más o menos lógica y predecible el futuro, es decír que los episodios de ese acontecer lógico son predecibles, y que, todo debe producirse dentro del cause esperable, salvo que se produzca una “visagra” en la historia, que haga que ese devenir lógico sufra una alteración tal que altere su cause y lo reoriente.

Por ejemplo, la salida del oscultismo al que hice referencia en anteriores párrafos, orienta a la humanidad por el camino del “Iluminismo”, la ciencia empírica reemplaza a la creencia religiosa, basada en la fé dogmática.

Pero como influyó esto en el desarollo de la humanidad, a partír de lo que denomino una “visagra”, y ella fue el descubrimiento, la invensión de la “máquina de vapor”, que dió paso a una de las más importantes revoluciones de la modernidad: “La Revolución Industrial”.

Hasta ese momento los únicos sistema de producción conocidos eran: la agricultura, la ganadería y la artesania, la vida de los sujetos se desarrollaba entre las tareas de producción y la vida cotideana.

El Rey, como devenido de Dios, era dueño de todo, posteriormente el Feudal, heredero del poder del Rey, compartía ese dominio a cambio de la fidelidad absoluta a la figura de su Rey, y dentro de su feudo manejaba como posesiones desde las personas hasta sus siervos, y el producido de todos ellos. Nadie era dueño de nada, excepto el Rey y sus Feudales.

La máquina de vapor comenzaría a revertír ésto dado que la implementación de la industria como método de producción, se imponía como alternativa a los medios clásicos.

Asi pues las Fábricas comenzaban a poblar las ciudades, las mismas que durante muchos años fueron centros de intercambio de los producidos a través de la ganaderia, la agricultura y la artesanía, ahora comenzaban a ser verdaderos centros de producción industrial, con las fábricas constituyendo el gran pilar de la Revolución Industrial.

Pero con éste comienzo, también comenzaban otros acomodamientos sociales, absolutamente necesarios, y sin los cuales no se podrían lleva a cabo éstos cambios.

Uno de ellos fue el conflicto que se presentaba con los productores esclavos, dado que todos ellos podían trabajar en agricultura y ganadería.

Y aqui cabe mencionar un ejemplo verdaderamente ilustrativo. En EE.UU. anteriormente a la guerra de secesión, el sur, con verdadero desarrollo agricola-ganadero, sustenta su producción a través del productor-esclavo (es decír que el esclavo varón, la esclava mujer y su descendencia desarrollan su tarea productiva en la recolección del algohodón, materia de un peso específico que permite su manipulación y recolección.

Pero la actividad industrial solo permitía que el exclavo hombre solamente se integrara a su labor, y esto transformaba la actividad en anti-económica pues no permitia la inclusión de toda la familia de exclavos haciendo que esa institucón no fuera productiva.

De alli que se produce un fuerte enfrentamiento entre el Sur, agricola-ganadero, que sostiene su actividad productiva en la institución “exclavitud” y el Norte, netamente industrial, que sostiene su actividad rentable en la posibilidad de otorgar la libertad a exclavo.

El resto es historia conocida, la guerra de secesión, el Norte contra el Sur, la “Unión” (o los “yanquis”), contra la “Conferderación” (o los “exclavistas”), y el triunfo de la Unión, impone la finalización de la exclavitud sureña.

En realidad, también cabe acotar que la benignidad libertaria de la Unión, no era tal, sinó que reproducía un enfrentamiento entre dos sistemas productivos, el clásico “agricola-ganadero”, versus el moderno y progresista “industrial”, es decía que no se perseguía la libertad del esclavo por cuestiones humanitarias, sino solamente por cuestiones económicas.

Asi que, permitaseme el juego de palabras, la revolución más importante de la modernidad, la “Revolución Francesa”, no podía producirse en otro lugar que no fuera “Francia”. Y esto tiene una explicación obvia, la nación más industrializada de Europa en esa época era “Francia”, quien a la vez sufría los mayores efectos de una monarqía despótica, no olvidemos que Inglaterra ya habia tenido su revolución monárquica (la revolución de Cronweld), y el resto de las monarquías europeas no contaba con desarrollos industriales tan prominentes.

De tal forma que la toma de la Bastilla marca el comienzo del enfrentamiento entre la monarquía francesa, dueña del poder político y la burguesía, dueña de los medios de producción y el poder económico, enarbolándo tres bastiones básicos para éste poder, como fueron; “Libertad”, “Igualdad” y “Fraternidad”.

Nótese que se ubica a “la Libertad” como el valor más alto de éste sistema, porque a su vez es imprescindible para llevar a cabo la Revolución Industrial” que ya se imponía en el mundo. Pero no fue una imposición sencilla, pues a consecuencia de la “Revolución Francesa”, comienzan a aparecer en el mundo otros enfrentamientos, tanto o más violentos, pues tres paises que nunca se unieron para pelear, y jamás lo harían en el futuro, se unen en esa oportunidad para enfrentar un enemigo común, ellos fueron: Inglaterra, Alemania (Austro-Prusia) y Rusia, porque?, porque se enfrenta la monarquia representada en éstos tres paises, contra la República, encarnada con Francia, y su principio máximo “La Libertad”.

Como uds. ya saben, el triunfo napoleónico, su dominio del mundo por 72 hs., luego de su victoria en Austerlitz, produce el establecimiento en Europa de los códigos Franceses, la enseñanza “enciclopedista” (modelo francés), la libertad, los códigos franceses y el gran triunfo de la Revolución Francesa (que no era otra cosa que el triunfo de la “Revolución Industrial”).

A modo de pequeña desviación histórica, no olvidemos que ésta revolución, también permitio la Revolución de Mayo, pues los patriotas del Virreynato del Rio de la Plata, al enterarse que el Rey de España había sido derrocado, que en el trono español estaba el hermano de Napoleón Bonaparte y el Gobierno de las Colonias descansaba en una Junta provisoria que funcionaba en Cádiz, por lo que el Virrey Sobremonte no gobernaba en el nombre de la Casa de Borbón, toman el control del Gobierno, prueba de ello es que lo hacen en el nombre del Rey de España y los colores que enarbolan son los colores de la casa de Borbón.

La verdadera revolución se produciría en 1916 con la Declaraciónn de la Independencia el 9 de Julio en Tucumán, dando comienzo a la guerra de la Independencia.

Retomando nuestro análisis y situando a la libertad como el valor máximo que enarbola el sistema de producción industrial, aparece el trabajo como motor de esa revolución, una institución que en su inicio representó una forma de tormento (el vocablo “Trabajar” proviene de “trepalar”, colgar a un sujeto de tres palos para tormentarlo), ahora funda y sostiene un sistema de producción, marcando las formas lícitas de acumulación de riqueza, de las ilícitas.

No olvidemos que el sujeto, al constituírse en hombre libre, ahora pasa a ser dueño de su tiempo, para hacer lo que desee con él. Y por esto mismo, el “amo”, ahora devenido en “patrón”, compra el tiempo de éste para que trabaje y produzca, base de lo que planteaba el “Cotrato Social” de Rousseau y Montesquiau, para la distribución del tiempo productivo.

A ésta altura de la exposición, los asistente ya habrán incorporado los nuevos elementos constitutivos del sistema: “Maquina de Vapor”, “Revolución Industrial”, “Libertad”, “Producción”, “Trabajo”, “Acumulación Lícita de Riquezas”, de tal manera que el sistema se va constituyendo y armando alrrededor de éstos nuevos valores que vienen a situarse en el centro.

Y como el sistema penal se apropia de todo lo que el hombre tiene de valor y se lo quita cuando infringe la ley, ahora el mayor valor que el hombre posee es su Libertad, y ésta le será quitada cuando cometa algún ilícito.

También, a esta altura del relato, es adecuado informar que las leyes han combiado, los códigos han incrementado sus conductas delictivas, y el hombre libre, mantienen su libertad mientras no cometa delitos, que ahora son contra la vida y la propiedad, en una cantidfad, que antes de la revolución industrial no eran tantos ni de importancia significativa, porque el hombre esclavo, no tenia entidad social.

Este cambio en la forma de penar, da orígen a una institución inexistente hasta ese momento que eran las instituciones de encierro, pero no era su objetivo principal, porque tampoco el objetivo principal era privar de libertad a los individuos, sino encerrárlos para algo, y ese algo sería “Trabajar”.

Es por ello que las primeras instituciones de carcelarias se llamaron: “Casas de Trabajo” en Holanda y “Casas de Raspado” en Bélgica, teniendo por misión el encierro de los sujetos que infringían la ley.

Nótese lo referencial que era el trabajo que a los internados los obligaban a trabajar en el raspado de cueros para la industria textíl, quitando los restos de carne que caía al agua que les llegaba hasta las rodillas del condenado, y por supuesto que esta tarea , en este ambiente insalubre no se mantenían con vida mucho tiempo.

Es interesante observar que, a partír de este momento el trabajo se va a convertír en un instrumento escencial para el sostenimiento de cualquier ideología gobernate o detectante de poder y que el sostenimiento de ese poder va a estar apoyado en la capacidad laborativa y productiva de ese sistema.

Asi pues, y sirva como ejemplo, las propagandas del sistema soviético que se implanta en Rusia luego de la revolución de 1917, centra su avance, sostenimiento y preservación a través del trabajo productivo como elemento de valor, pero también éste mismo discurso lo encontramos en la Alemania Nazi de 1938, sistema ambos que no parecia tener nada en común, y sin embargo tenían mucho, sobre todo los sistemas que se sostenían en base al orden y al trabajo productivo de sus ciudadanos.

Prueba de ello la tenemos en los noticieros de la época, donde el trabajo y la producción eran las noticias que inundaban y saturaban a la población de ambos paises. Y que a la vez eran similares a las noticias de los noticieros cinematográficos de nuestro llamados “Sucesos Argentinos” en los cuales el trabajo y las inauguraciones de fábricas por parte del Ministro Mercante, o la de Hospitales a cargo del Ministro Ramón Carrillo eran una constante en estos noticiarios.

Así el trabajo productivo se constituyo, no solo en un bien valorado, sino en el medio de inserción social por excelencia.

Tambien a modo de ejemplo, no podemos dejar de citar los dichos publicitarios de la época: “de casa al trabajo y del trabajo a casa”, o “el trabajo dignifica”, o, más terrorificamente, citar las leyendas que obravan en los arcos de ingreso a los campos de concentración nazis de Dachau, Auschwitz y Treblinka: “El trabajo os dará libertad”, y ya sabemos lo que significaba ese tipo de libertad.

Y este nuevo sistema que se le impone a la sociedad mercantil que se inicia introduce un sistema institucional de encierro, que, a diferencia de la pena de muerte que suplantó, la cual carecía de objetivo, más allá del de castigar con la muerte al ofensor, y amenazar al resto de la sociedad de que aquel que cometiera la misma ofensa, le iba a suceder lo mismo, ahora esta nueva pena debe estar sostenida por un objetivo, por lo cual aquí cobra sentido la “rehabilitación”, pero este concepto merece un breve paréntesis explicativo.

Así pues, como los términos “delito” y “delincuente” son conceptos del estricto discurso jurídico, y carecen de sentido si no se los enfoca desde allí, el concepto de “rehabilitación” está ligado a la “terapéutica” y a la “cura” a través de la “clínica de la salud”.

Y de tal forma, para analizarlo, no podemos dejar de lado el clásico concepto de prevención de Kaplan, cuando lo expone a través de sus tres niveles, y permítaseme tomar como ejemplo el tratamiento que dio la clínica a la Viruela, esa “Peste” que azoló Europa, cuya primera acción preventiva fue tomada hacia la eliminación del enfermo, como si de esa manera se eliminara la enfermedad, y esto correspondería a la “prevención terciaria” que es, mejorar la calidad de vida del paciente o ayudar a “bien morir”, esto, en los términos criminológicos sería “la pena de muerte”.

De hecho, cada vez que aparece una nueva enfermedad, la estructura social se defiende apostando a la desaparición del enfermo (algo similar a lo sucedido en los años 80 con el S.I.D.A. -Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida- cuando se recomendaba al enfermo que anunciara su patología y se cuidara con la utilización de preservativos), claramente apuntaba a dejar morir al infectado y a la vez evitar continuar esparciendo la enfermedad.

Pero por supuesto, este tipo de prevención no se puede mantener de forma indefinida en el tiempo, porque el final estaría predicho, la pandemia y el exterminio total.

Por lo tanto debemos intentar la “prevención secundaria”, que por definición, significa que, una vez aparecida la enfermedad, establecer los medios para que ésta remita y el paciente vuelva al estado de salud, es decir, la cura, o lo que denominamos “la rehabilitación”, y en el caso de la Viruela, que estamos hablando, es la “vacuna”, la única vacuna que existe, porque proviene de la vaca, es decir que los científicos observaron que aquellos que tenían signos de haber padecido viruela pero no habían fallecido, muchos de ellos trabajaban en tambos y en el ordeñe de vacas, apartar de allí comenzaron a investigar y encontraron el antídoto, comúnmente conocido como “vacuna”.

Pero la clínica no se quedo allí y siguió avanzando, apuntando a la “prevención primaria”, la cual por definición es la evitación de la enfermedad mediante terapéuticas tendientes a que la misma haga su aparición, y por ello, en el caso de la Viruela, se continuó vacunando a los “sanos” para evitar esa aparición, y, dado que no se ha registrado la aparición de un caso de Viruela en más de 20 años, se puede decir que se erradicó la enfermedad de la faz de la Tierra.

Ahora pues analicemos los niveles de Kaplan a la luz de la criminología, y veamos: la prevención primaria, sería la pena de muerte, es decir, la desaparición del ofensor, y la consecuente amenaza social de que todo aquel que cometa esa ilegalidad le corresponderá esa pena.

La prevención secundaria sería estaría centrada en la pena privativa de libertad y la consecuente rehabilitación a través del encierro, el trabajo y todas las herramientas pensadas para abordarlas.

Pero la más importante es la prevención primaria, es decir, que en los términos que estamos hablando, es el establecimiento de los métodos adecuados para evitar que el cuadro delictivo aparezca, es decir, detectar al delincuente antes que cometa el delito, y a partir de aqui comenzaremos a realizar el análisis pormenorizado del fenómeno.

Volvamos aquí al principio y comencemos a desarrollar los conceptos a la luz del “iluminismo” que citamos al principio de la disertación, pues en base al concepto clínico de “prevención primaria” que a esta altura de las circunstancias impera y sobresale como objetivo en lo que llamaremos Ley Penitenciaria, tanto la anterior como la actual, y allí veremos que el objetivo del internamiento es la “Rehabilitación”, pero de quién?, por supuesto de los sujetos que cometen delitos. Pero también es cierto que los sujetos que cometen delitos “ya contrajeron el mal, la enfermedad”, y en los criterios de prevención , les aplicaremos la “prevención secundaria”, o sea “la cura”, pero como nos prevenimos?, y aquí es donde entramos en lo que definiremos más adelante como ESTADO PELIGROSO, que comienza a quitar el sueño de los estudiosos de la época, pues el sistema, la maquinaria penal ya estaba preparada para enfrentar a los sujetos que cometían delitos, es más, el sistema estaba tan bien preparado que la maquinaria penal trituraba a cualquier sujeto que atentara contra la paz social, y le respondía de forma tanto o más violenta a la que el ofensor había actuado, precisamente porque este sujeto en su actuar, se había colocado al margen, fuera de la sociedad, por eso, los elementos de defensa social podían actuar con total libertad, total no lo hacían contra un miembro de la sociedad, sino contra alguien que, libremente había elegido colocarse fuera.

Así pues comenzaron a aparecer, fundamentalmente en Europa teorías que permitirían una explicación clínico-morfológica del fenómeno criminal, y una de las primeras fue constituida por la Escuela Inglesa, también llamada Escuela Galtoneana (pues su mayor representante fue Galton) o Escuela de Antropometría Criminal pues su sustento teórico estaba puesto en las medidas del cerebro normal y patológico, y decía Galton que en los sujetos que faltaban pliegues cerebrales o que las medidas de su cerebro eran diferentes (generalmente menores) a las de los sujetos denominados “normales”, esos sujetos eran proclives a las conductas marginales y delictivas.

Nótese la fuerte influencia que tenían éstas teorías por el modelo Darwiniano., de gran relevancia en el ambiente científico de la época, de claras connotaciones positivistas, y de fuerte enfrentamiento con las teorías religiosas que habían perdido fuerza con el debilitamiento y la casi desaparición, en estos ambientes del Oscurantismo.

Recuérdese también que en ésta época cobraron fuerza los cortes de cerebro, metodología científica en la cual, incluso Sigmund Freud también incursionó en sus primeros años para alejarse posteriormente.

Claro que ésta escuela, por más que fuese acertada (no digo que no lo fuera, sino no tendrían en la actualidad el gran desarrollo que tienen, y que seguramente continuarán desarrollando las Neurociencias, y que sería tema de otra conferencia) no resultaba práctica al conocimiento popular, es decir: como podía la “sociedad sana” reconocer sus productos enfermos y defenderse de ellos?, porque era muy fácil hacerlo con los sujetos que cometían delitos, se los detectaba cuando lo cometían, pero para ello debía haber una víctima, y nadie quería ser la víctima como sensor de detección.

Por lo tanto, había que detectar al trasgresor, antes que cometiera la trasgresión, para aplicar sobre él el tratamiento preventivo adecuado y evitar que trasgredí. Toda una alquimia social que pareció alcanzar la Escuela Italiana, también llamada Escuela Lombrosiana (pues su mayor representante fue Cesare Lombroso), o Escuela de Antropología Criminal, y el aporte de ésta escuela esta centrado en detectar características físicas de los sujetos proclives a cometer conductas delictivas.

Se trataba de un catedrático que había estudiado conductas delictivas en sujetos a los que se les atribuía algún tipo de enfermedad mental, y un claro ejemplo fue el “caso Mixdea”, que era un soldado que, cumpliendo su servicio militar había matado a varios compañeros cuando estos dormían. Para esa época los científicos destacados escribían y aportaban ensayos para los Magistrados y al público en general a través de los periódicos sobre casos notorios que provocaban la alarma social.

Y en éste caso, lo que hizo Lombroso fue la publicación de un ensayo en el cual alcanzaba la conclusión de que se trataba de un epiléptico que había cometido el episodio bajo estado de crisis. El sujeto fue juzgado, encontrado culpable y ejecutado, y luego, posteriores estudios demostraron que el Prof. Lombroso estaba en lo cierto, se trataba de un epiléptico que sufriendo un ataque, había producido la muerte de sus compañeros.

A partir de estos hallazgos se fue gestando su teoría y lo llevo a plasmar éste conocimiento en un libro que llamo “L Uommo Delincuente” (“El Hombre Delincuente). Las características de éstos sujetos estaban puestas en lo físico, es decir que podían ser fácilmente reconocidos.

Como método descriptivo, enunciaré algunas de ellas: SUJETOS DE BAJA ESTATURA, CABEZA GRANDE, MANDÍBULA PROMINENTE, OREJAS EN HAZA, BELLUDOS, EXTREMIDADES INFERIORES CORTAS, EXTREMIDADES SUPERIORES QUE CASI ALCANZAN LAS RODILLAS, PIES Y MANOS GRANDES.

Como uds. podrán ver, en este punto de la exposición, llegamos a poder describir las características físicas del hombre peligroso, es decir, del delincuente que no cometió delitos, y que, por más que parezca esto algo incongruente y difícilmente sostenible desde el Derecho, no lo es así desde la Medicina, pues desde ésta, podemos denominar a éstos sujetos como “grupos de riesgo epidemiológico” y trabajar preventivamente sobre ellos.

Pero no fue éste el único aporte de la Escuela Criminológica Positivista, otros estudiosos y continuadores de Lombroso fueron Rafael Garófalo –su yerno- y Enrico Ferri, quienes aportaron el concomitante social, es decír, como influenciaba el entorno, el grupo social, la familia, los grupos de pertenencia y convivencia, los hábitos de conducta, e incluso se llegó a medir las influencias climáticas, es decír, que influencia tenían los climas sobe las conductas criminales.

Uno de los estudios más conocidos fue la influencia que tenía un viento del Sur de Italia, el Siroco, sobre las conductas, llegando a la conclusión que, por influencia climática de éste viento, se incrementaban los delitos de sangre, es decír las lesiones y los homicidios.

Algo bastante similar sucedió en la República Argentina –y sigue presente en el imaginario popular- que es la influencia que tiene el viento “Norte” en nuestro país, que se caracteriza por ser un viento muy cálido, húmedo, casi irritante; la gente de éstas regiones califica a éste viento como “el viento de la locura”, dicen que éste viento enloquece a la gente, y les hace cometer conductas que no cometería sin la influencia climática de éste viento.

Pero lo más interesante de ésta teoría lo aportó Ferri, cuando hizo su calificación de delincuentes y los califico en: DELINCUENTE OCASIONAL, DELINCUENTE HABITUAL, DELINCUENTE EMOCIONAL, DELINCUENTE PASIONAL, DELINCUENTE NATO Y DELINCUENTE LOCO.

Aquí lo que encontramos es una caracterización de los delitos de acuerdo a su estructura y lo importante del aporte es que ya se comienza ver sujetos de nacen delicuentes y están determinados como tales por su morfología

Es también interesante ver como los estudiosos de la época aportaban al saber criminologico desde sus ciencias, impregnadas de positivismo, y una de las más fieles fue la Psiquiatría, con profundas raíces de vinculación con la criminología, y esto fue tan así que de los 87 trabajos de tesis que se presentaron entre 1920 y 1929 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos aires, para especializarse en Psiquiatría, el 80% de ellas, eran sobre temas criminológicos.

Para adentrarnos en éstas teorías rescatemos una definición de Positivismo, que, según Mario Bunge, “es la familia de doctrinas que exigen que se atiendan unicamente los hechos positivos (experiencias) y que afirman que las teorías solo resúmen datos y nos ahorran pensar”.

Las ideas positivistas, en Argentina, adquieren un fuerte desarrollo, tan es así que el nuestro es el primer país –no ya en América latina, sinó en el mundo- en publicar un libro sobre Criminología Clínica (Criminología de José Ingenieros), así como el primero en ponerla en práctica en el campo penitenciario.

Además es el primer país de lengua castellana en publicar una revista especializada en Criminología Positivista, “la Revista Criminal”, dirigida por Pedro Bourel.

Y en ésta revista comienzan a publicar , además de los representantes del positivismo intaliano, como eran César Lombroso, Enrico Ferri, Rafael Garófalo y Roberto Ardigó, los representantes del positivosmo argentino, como eran Francisco Ramos Mejía, Luis María Drago, José Ingenieros, Norberto y Horacio Piñeiro, entre otros intelectuales de la época.

Rosa del Olmo, señala acertadamente que, si bien fueron médicos los que introdujeron la Escuela Positivista en Argentina, fueron los abogados los encargados de difundír esa doctrina y cita a Jiménez de Asúa: “en esa época los positivista se adueñaron de la enseñanza del Derecho Penal”. Norberto Piñeiro fue el primer penalesta en referirse al tema en su clase inaugural de Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires, en 1887, ferviente partidario de la escuela positivista. En 1888 publica problemas de Criminalidad, que es un escrito sobre la causa de los delitos, en donde aparece claramente la influencia.

También en 1988 Luis María Drago, escribe el que se consideró el primer libro de Criminología de América Latina: “Los Hombres de Presa” en el que sobresalen las características psicológicas del delincuente, en donde piensa al criminal como un individuo biologicamente distinto, al delito como un fenómeno determinado por fenómenos biológicos y sociales y lo que es más importante, aboga por la necesidad de la defensa social frente a los individuos peligrosos, en un claro ejemplo de llevar adelante las teorías peligrosistas.

Aquí comenzamos a ver como funcionan los criterios peligrosistas plasmados en las teorías positivistas, pues en Italia estos criterios funcionaron para describir la gran separatoria que habia entre el norte y el sur, incluso esta separación llego al punto de determinar que en el Sur se producían más delitos de sangre que en el Norte.

Y esto siguio graficándose en nuestro país a través de la inmigración, no olvidemos que el mayor flujo migratorio llego a nuestro país desde Italia, y el hombre delincuente que detallo Lombroso en su libro, no era otra cosa que el Italiano del Sur, el mismo que emigró a la República Argentina.

Y el ejemplo más claro de lo que me refiero lo constituye un conocido delincuente de las época que se llamaba Santos Godino y que se conocia como “El Petiso Orejudo”, era un inmigrante italiano al que se le adjudicaban delitos aberrantes contra menores de edad, que muere ultimado por sus compañeros en un confuso episodio en la cárcel de Usuhaia. Inmigrante italiano, que casi no hablaba castellano, a quien además se le atribuían exageradas dotes en sus proporciones genitales.

Estas características primitivas sexuales también son atribuidas a los sujetos delincuentes, en donde la primitivez de pensamiento, tambien pasa por un idioma sexual en la manera de contactarse con el medio.

Ese positivismo criminológico se plasma en el Código Penal Argentino en el año 1921, y en su Art. 1° se detalla claramente el positivismo de la época, a través del criterio allenista.

Y éste artículo merece un comentario aparte, pues está basado en el código ruso de 1917, posterior a la revolución, y en el se plasma el saber psiquiátrico de la época, el cual considera las psicosis, los delirios y las demencias como alteraciones morbosas (patológicas), estados de inconciencia patológica como son las epilepsias y las adicciones, siempre que se produzcan sin voluntad del causante de ilícito y la insificiencia de las facultades, refiriéndose claramente a las debilidades mentales profundas, la idiosia y la imbecilidad.

Éste artículo tiene una clara connotación biologísta, donde se aprecia el concepto peligrosista de la enfermedad mental, en lo que se resume como “Locura Moral”, en un claro avance de la medicina sobre el derecho, del cual pasa a condicionar el discurso patológico sobre la comisión de la conducta ilícita.

Y finalmente llegamos a considerar el concepto de Peligrosidad como una construcción jurídica que permite a la sociedad protegerse de lo peligroso, que no es otra cosa que lo potencialmente dañino para un sector determinado, y de ese concepto podemos extraer la característica de peligroso, sobre los sujetos que nos pueden agredír, pero también a los sujetos que vienen a competír con nosotros por las posibilidades laborales, es decír que el criterio peligrosista es una clara conceptualización sectorial, de alli que los sujetos más peligrosos, son los que aparecen en la escala más alejados de los sectores que controlar el poder, es decír que poseen el manejo del control social.

El mecanismo del establecimiento de características, no es lo problemático, sino el uso abusivo, secregatorio y discriminatorio que se hace de él, es lo ofensivo, porque modernas teorías hablan de detectar los grupos de riesgo, que tal vez tengan las mismas características psicosociales y socioambientales que poseen los llamados grupos marginales, pero el objetivo no es discriminatorio, sinó integrador, y a esos grupos de vulnerabilidad social se les debería proporcionar los medios que desde su nacimientos les fueron negados, las posibilidades de desarrollarse, crecer, educarse y trabajar con plenitud de derechos.

Nadie puede negar que la igualdad de derechos es el punto de partida de la integración social, y a eso apunta el estudio de la vulnerabilidad social, mismas características de estudio, pero diametralmente opuestas terapéuticas, la integración de los grupos marginales, mediante la valoración subjetiva de sus características, producirán una eliminación de la característica peligrosista del grupo, y con ello se elimina la marginalidad.

La propuesta de la psicología Jurídica y Forense, mantiene como norte el respeto por los derechos humnanos, la libertad del hombre y la igualdad del respeto por todos, precisamente por eso no podemos mantener la mirada separatista del concepto peligrosista y además porque ya fue probado a través de las épocas que ese concepto no integra ni protege a las clases dominantes de ser agredidas y victimizadas por estás clases que, al ser catalogadas de peligrosas, no les queda otro espacio de movilidad que convertirse en lo que se espera de ellas.


Muchas Gracias


Bibliografía Utilizada

- Cruzamientos discursivos entre la Psicología y el Derecho, Osvaldo Varela, Alfredo Sarmiento y Roberto Alvarez, Editorial Lexis Nexis, Buenos Aires, año 2005.


- Psicología Forense, Osvaldo Varela, Roberto Alvarez y Alfredo Sarmiento, Editorial Abelledo-Perrot, Buenos Aires, año 2008.



- Psiquiatría y Nazismo: Historia de un encuentro, Daniel Navarro, Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires, año 2010.


- Sociología Criminal, Enrico Ferri, Valleta Ediciones, Buenos Aires, año 2005.

- Principios de Criminología Clínica y Psiquiatría Forense”, Benigno, Di tulio, Colección Jurídica Aguilar – Madrid – año 1966.

http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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