Afrontamiento en pacientes con insuficiencia renal cronica

A continuación les mandamos un resumen del artículo de Cassaretto, M. y Paredes, R. (2006) publicado en la revista de psicología de la Pontificia Universidad Católica del Perú titulado “afrontamiento a la enfermedad crónica: Estudio en pacientes con Insuficiencia renal crónica Terminal”.

Los estudios sobre la vivencia psicológica de la insuficiencia renal crónica terminal (IRC) son pocos dado los menores índices de mortalidad, duración e incidencia en comparación con otras enfermedades como las que afectan al corazón, el cáncer, la infección por VIH/SIDA, el asma, la diabetes mellitus y las enfermedades reumáticas. No obstante, la IRCT es de importancia, sobretodo por el efecto que ésta genera en la calidad de vida de quienes la padecen. Christensen y Ehlers (2002) y Kimmel (2002) manifiestan que la insuficiencia renal crónica es una enfermedad que amenaza la vida de las personas por la posibilidad de aparición de otras enfermedades asociadas a ésta y por la posibilidad de una muerte próxima e inminente; aunado a estas amenazas, dicha condición hace vulnerable a la persona a diferentes fenómenos psicológicos y psiquiátricos tales como el estrés y la depresión. Todo ello, debido a la disminución en la sensación de control personal ya que estas personas ahora se encuentran sujetas a una serie de procedimiento invasivos como depender de una maquina o la posibilidad de un trasplante para sobrevivir.

En la actualidad, las enfermedades crónicas como la IRCT son consideradas como fuentes generadoras de estrés, ya que implican un proceso de deterioro continuo y constante de varios años, afectando la calidad de vida de la persona, originado nuevas exigencias que deben ser afrontadas. Por ello, la presencia de la enfermedad crónica no sólo es percibida como una amenaza o pérdida de las funciones importantes para el bienestar personal sino también puede ser evaluado como un desafío dada las nuevas condiciones bajo las que se debe seguir viviendo, las mismas que implican la introducción de tratamientos y nuevos regímenes alimenticios, la modificación de actividades laborales y sociales y la alteración de las relaciones interpersonales con seres significativos (DiMatteo, 2002; Maes et al, 1996; Rodríguez, 1995; Taylor, 2003; Taylor y Aspinwall, 1993). El afrontamiento que se haga de esta condición es vital para poder anticipar el impacto que pueda ocasionar en la persona la enfermedad ya que este puede mediar, aminorar y/o amortiguar los efectos del estrés

Metodología
De acuerdo a Hernández, Fernández y Baptista (2003) la presente investigación posee un diseño no experimental de corte transversal siendo de tipo descriptivo. Los participantes incluyeron a 40 personas mayores de 20 años diagnosticadas con IRCT que se atienden en un hospital del seguro social peruano. Dichos sujetos son aplicantes o candidatos aceptados al programa de transplante renal que se encuentran en lista de espera. La distribución de los participantes hombres y mujeres fue de 25 (62.5%) y 15 (37.5%,) respectivamente. Los instrumentos utilizados incluían una encuesta personal elaborada con la finalidad de obtener información sobre algunas características sociodemográficas de importancia relevante a la muestra, y el Cuestionario de Estilos de Afrontamiento COPE (Coping Estimation): este instrumento fue desarrollado por Carver, Scheier y Weintraub (1989) en su versión disposicional

Resultados y Discusión
Encontramos en esta investigación, que el estilo de afrontamiento más usado por este grupo es el centrado en la emoción, seguido posteriormente por el estilo centrado en el problema y de forma muy poco frecuente el último estilo, al que Carver y Scheier (1994) denominan provisionalmente “otros estilos", los cuales albergan las estrategias más inadecuadas para enfrentar el estrés, lo cual es un indicador positivo para estos pacientes.

Las investigaciones respecto a los estilos señalan que el uso de las estrategias de afrontamiento focalizadas en el problema son las de mayor utilidad para la persona en tanto está se relaciona con un mayor bienestar físico. Por el contrario, aquellos sujetos que preferentemente utilizan estrategias paliativas, como es el centrarse en las emociones o el escape conductual y/o cognitivo, manifiestan un mayor malestar físico (Carver y Scheier, 1994). Sin embargo, investigaciones específicas con enfermedades crónicas señalan que en estas condiciones son mucho menos frecuentes el uso de métodos de afrontamiento activos mientras que los métodos que involucra posturas más pasivas son las más usadas (Taylor, 2003). De esta manera la predilección por el estilo enfocado en la emoción respondería a la percepción de menores niveles de control sobre la situación (como ocurre en muchas situaciones que son parte de la vivencia de la enfermedad crónica, y, en este casi con el cariz de terminal) ), dicho afronte llevaría a que la persona despliegue sus recursos hacia la regulación de sus sentimientos como la angustia que podría generarse cuando poco o nada puede hacerse, de tal forma que este estilo ayudaría a mantener la moral en alto, mantendría la esperanza y sostendría la autoestima. Por ello, limitarse al uso de un estilo centrado en el problema no haría más que acumular sentimientos de frustración e impotencia en los pacientes mientras que el uso mixto (centrados en la emoción y luego en el problema) tendría mayores beneficios.

En cuanto a las estrategias de afrontamiento encontramos que la planificación, aceptación y reinterpretación positiva-crecimiento fueron señaladas como las más usadas. Se hipotetiza que la estrategia de planificación presumiblemente ayuda a los participantes a desarrollar un plan de acción con el cual pudieron responder a los nuevos cambios y demandas de la enfermedad y sus tratamientos. Asimismo el uso de la estrategia de reinterpretación positiva y crecimiento es positivo ya que ésta ayuda responder a las demandas emocionales a través de esta estrategia permitiría proteger y prevenir la presencia de desordenes del ánimo a futuro. Por otro lado, las estrategias de desentendimiento conductual, supresión de actividades competentes y desentendimiento cognitivo fueron descritas como las estrategias de afrontamiento de menor uso por los participantes en cuestión.

Se encontraron diferencias de acuerdo a género y condición médica. El estudio concluye que lo estilos y estrategias desarrollados por estos sujetos serían posiblemente los más adecuados a desarrollar para afrontar la situación de la enfermedad, tomando en cuenta que los sujetos de la investigación son pacientes que han sido aceptados al programa de transplante de riñón, lo que implica que han superado una serie de evaluaciones previa en las cuales ellos han demostrado motivación, perseverancia y condiciones para dicho trasplante.

http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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