El deporte y las drogras

Sustancias y actitudes (*)




El problema del doping es uno de los ángulos más conflictivos de una actividad pensada originalmente para elevar el nivel de salud tanto física como psicosocial: el deporte. Muchos han hecho hincapié en el instrumento y no en la causa, es decir, en la sustancia usada antes que en la razón profunda de recurrir a ella. La feroz competitividad deportiva, la exigencia del entorno, el temor al fracaso, el culto al éxito son algunas de las razones que subyacen a las prácticas que nos ocupan en este artículo.

De cualquier manera, debemos saber y difundir qué drogas son consideradas prohibidas por el Comité Olímpico Internacional (COI):
• Estimulantes
• Narcóticos
• Beta bloqueantes
• Diuréticos
• Hormonas peptídicas y sus derivados

Además están prohibidos los siguientes métodos de doping:
• Doping de sangre
• Manipulación farmacológica, física y química de la orina

Y las siguientes sustancias están sujetas a ciertas restricciones:
• Alcohol
• Marihuana
• Anestésicos locales
• Coricoesteroides

Ciertas federaciones tienen su propia lista de sustancias prohibidas. Deben chequearse para saber si hay otras sustancias prohibidas en el deporte particular. A lo largo de este artículo vamos a reconocer los diferentes tipos de sustancias y sus acciones.

Estimulantes



Los estimulantes incluyen varios tipos de drogas que aumentan la actividad orgánica, principalmente por sus efectos en sistema nervioso central, músculo liso y esquelético. Son usados por los atletas para obtener una ventaja competitiva. El deseo de ganar es la principal motivación, y buscan en ellos reducir la sensación de fatiga, aumentar la vigilia, mejorar la velocidad de reacción, suprimir el apetito para perder peso y aumentar la competitividad y hostilidad. La sociedad está poco informada y se debe conseguir que la ignorancia no se convierta en excusa.

Las drogas más usadas son: cafeína, descongestivos como la efedrina, fenilpropanolamina y derivados, cocaína, nicotina, las anfetaminas, salbutamol, etc.

Están prohibidas porque pueden producir estimulación física y psíquica de la performance del atleta. El uso de estimulantes puede darle al atleta una desventaja deshonesta. Además, producen efectos adversos muy perjudiciales, como: agresividad, ansiedad, temblor, que pueden empobrecer el juicio y ponernos en un mayor riesgo de lesiones; aumento del gasto cardiaco y de la presión arterial; deshidratación y disminución de la circulación, todos estos efectos producen complicaciones como hemorragia cerebral, arritmias cardíacas, fallo cardíaco, problemas psicológicos (paranoia, psicosis) y aún la muerte.

Venta libre y anfetaminas



Algunos remedios de venta libre contienen estimulantes. Un grupo de estimulantes como la efedrina y sus derivados (seudoefedrina, fenilpropanolamina) están presentes en preparados contra la gripe, fiebre y resfríos, como descongestivos que pueden ser comprados en farmacias y otros lugares de venta libre. Por lo que si un deportista está resfriado, engripado o afiebrado, no debe tomar ninguna medicación sin cerciorarse de que no contenga ninguna sustancia prohibida, ya sea recetadas por el médico o de venta libre.

El doping con anfetaminas induce a un abandono del entrenamiento metódico, por la falsa sensación de seguridad que produce. Son estimulantes que incluyen tres drogas muy parecidas: anfetaminas, dextroanfetaminas y metanfetamina. Son muy potentes, aumentan la vigilia y disminuyen la sensación de fatiga. No hay evidencias concluyentes de que aumenten la performance.

Cuando se toman anfetaminas rápidamente se experimenta una sensación de aumento del ritmo cardiaco y la respiración con aumento de la presión arterial. Con altas dosis hay rubor o palidez, pulso rápido e irregular, se pierde la coordinación y hay colapso circulatorio. Con el uso prolongado puede aparecer: malnutrición (son potentes inhibidores del apetito), trastornos de la piel, úlceras, déficit vitamínicos, falta de sueño, pérdida de peso, depresión, daño cerebral, trastornos del lenguaje y del pensamiento, daño renal, infarto de miocardio y hemorragias cerebrales.

Otro efecto importante es el gran poder adictivo que poseen, que se manifiesta por la necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto.

Cocaína, crack y heroína



La cocaína es un poderoso estimulante del sistema nervioso central, por lo que se encuentra prohibida. La muerte de algunos deportistas profesionales y universitarios por el uso cocaína ilustra claramente la gran peligrosidad de sus efectos.

Tanto si se usa como polvo o se fuma como crack, la cocaína aumenta el gasto cardiaco, la presión arterial, la frecuencia respiratoria, la temperatura y dilata las pupilas. La aspiración crónica produce úlceras de la mucosa nasal, desasosiego, ansiedad problemas psicológicos y psicosis.

El crack es una forma de cocaína que se toma y que por supuesto está prohibida. Produce una intensa adicción y tiene la particularidad de hacer efecto a los pocos segundos, luego se produce un bajón desbastador. Los efectos nocivos son los de la cocaína, pero como actúa más rápido y más intensamente puede producir alteraciones pulmonares, aumento del gasto cardiaco y de la presión arterial, malnutrición alteraciones psicológicas

La heroína no sólo está prohibida sino que es ilegal. Junto con la morfina y la codeína pertenecen al grupo de los opiáceos. Estas dos últimas drogas que tienen usos médicos válidos para calmar el dolor, se diferencian de la heroína en que ésta no puede ser prescripta legalmente por los médicos ni tiene ningún efecto sobre el dolor. Es altamente adictiva y peligrosa. Su uso, en corto plazo puede causar insomnio, náuseas, lagrimeos, derrame nasal, irritabilidad, temblor, pérdida del apetito y vómitos; así como también aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, dolores y espasmos musculares. Con grandes dosis, la respiración decae al punto que puede provocar la muerte.

Analgésicos narcóticos - beta bloqueantes



Son esencialmente supresores del dolor y la droga representativa de este grupo es la morfina y sus derivados. Producen sensación de euforia o estimulación psicológica, un falso sentimiento de invencibilidad e ilusión de proezas atléticas. También pueden aumentar la resistencia al dolor, por lo que el atleta puede no reconocer una lesión y ser llevado a lesiones más graves. Estas drogas también pueden causar una dependencia física y psíquica y problemas asociados con adicción. Por lo tanto, el COI ha incluido y mantenido la prohibición de su uso.

¿Qué ocurre si necesitamos calmar el dolor por una lesión?
Dolores leves y moderados pueden ser tratados en forma efectiva usando analgésicos no narcóticos como los antinflamatorios no esteroides (aspirina, ibuprofeno, piroxicam, etc.). Sin embargo, se debe ser cuidadoso porque algunos compuestos tienen además codeína, cafeína y otras sustancias prohibidas.

Los beta bloqueantes, por su parte, son drogas usadas para tratar enfermedades cardíacas, para disminuir la presión arterial y disminuir el gasto cardíaco. Han sido utilizadas en deportes como el tiro, para calmar los nervios y mejorar el pulso del dedo gatillo. El COI los ha prohibido en deportes de invierno como el salto de esquí, biatlón y otros deportes como la navegación, equitación, arquería, gimnasia, natación sincronizada, pentatlón, tiro, esgrima y boxeo.

En caso de ser necesarias estas drogas para tratamiento médico, existe una amplia variedad de alternativas para controlar la hipertensión arterial, arritmias, angina de pecho y migraña.



(*) Este artículo contiene información oficial de "El uso de drogas en el deporte - 100 respuestas básicas para la prevención" · Secretaria de Prevención y Asistencia de Adicciones · Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina.



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