Sistematizando conceptos. Definición de Burn Out


Sindrome burnout, ayuda y consejos para síndrome de estar quemado

Conocido también como el síndrome de estar quemado por el trabajo, es cada vez más numeroso en el ámbito laboral. Aparece una sensación de fracaso acompañada de una experiencia agotadora que se origina por una exceso de requerimiento de energía, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador.

Si ya no puedes más física, mental y emocionalmente, si tu trabajo está terminando contigo, si ya no tienes fuerzas para seguir involucrándote emocionalmente, permanece atento pues es posible que padezcas el síndrome de estar quemado en el trabajo (burnout).



Al principio tu trabajo te pedirá una cierta interacción social, pero cada vez será más y más, llegará un momento en que esa exigencia será excesiva y normalmente se suelen unir a ella cierta tensión emocional y cognitiva que hacen que comiencen los síntomas negativos.



Lo más habitual es que aparezca en trabajadores que se relacionas con personas, como pueden ser los trabajos relacionados con sanidad, escolares, asuntos sociales…. aunque actualmente ya no sólo se dan únicamente estas demandas psicológicas en el servicio directo al público, sino que también se están dando en puestos directivos, en trabajos de tipo comercial, en política… Lo que parecía estar restringido a un tipo de trabajo determinado parece que se va ampliando.



Con seguridad lo que se descarta completamente es que el síndrome de estar quemado en el trabajo se de como consecuencia de un salario insuficiente, o de incompetencia por falta de conocimientos, o debido a las dificultades físicas, ni es consecuencia de cualquier trastorno mental existente, sino que hay un conjunto de situaciones que se van dando en el tiempo y van minando la salud de la persona.



Fases, síntomas del burnout

Si cree que puede padecer Burnout siga con nosotros atentamente las diferentes fases de la enfermedad y comprobará si puede ser así.

Fase inicial, fase de entusiasmo



Esta fase aparece cuando nos ofrecen un nuevo puesto de trabajo que deseamos y en el que tenemos puestas unas buenas perspectivas de futuro. En este momento experimentamos un gran entusiasmo, parece que estamos llenos de energía e incluso no nos importa quedarnos más tiempo del habitual en el trabajo.



Fase de estancamiento



Muy a nuestro pesar nos vamos dando cuenta de que aquellas perspectivas de futuro tan positivas que teníamos no se cumplen. Empezamos a dar vueltas a las cosas, hasta llegar al punto en el que sentimos que la relación que existe entre el esfuerzo que realizamos y la recompensa que tenemos del trabajo, no está para nada equilibrada.

En este momento tiene lugar un desequilibrio entre las demandas y los recursos con lo que parece irremediablemente un problema de estrés psicosocial, así que nos sentiremos incapaces de dar una respuesta eficaz cuando se nos planteen los problemas cotidianos del trabajo.



Fase de frustración



Llegado a este punto, como cada vez estamos más desmotivados con nuestros trabajo y el entorno que le rodea, nos aparece irremediablemente un sentimiento desagradable como una mezcla de frustración, desilusión y desmoralización. Aquel trabajo que nos parecía maravilloso ya nada tiene que ver con lo que experimentamos ahora de él, ya no tiene ningún sentido para nosotros, nos irritamos fácilmente con cualquier cosa que surja y claro aparecen los problemas con el resto de compañeros. Las cosas comienzan a ponerse mal, incluso puede empezar a fallar nuestra salud, estamos emocionalmente mal, nos comportamos de forma diferente a coso realmente somos, e incluso nos pueden surgir problemas fisiológicos.

Fase de apatía



La situación ya llega a ser casi insostenible y como una especie de defensa cambiamos nuestras actitudes y conductas, por ejemplo, si trabajábamos cara al público nos comportamos de forma distante con los clientes, de forma mecánica. Evitamos las tareas estresantes o directamente nos vamos para no hacerlas. Cada vez aguantamos menos por eso utilizamos los métodos de defensa.



Fase de quemado



Ahora si que ya tocamos fondo, nuestro cuerpo decide que ya no sigue más y nos da un colapso emocional y cognitivo que conlleva importante consecuencias para nuestra salud. Esta situación nos puede empujar a dejar el empleo y arrastrarnos a una vida profesional de frustración e insatisfacción.

El punto negativo que tiene esta evolución por todas estas fases, es que el síndrome de estar quemado tiene carácter cíclico, de forma que se puede repetir en el mismo trabajo o en otros.



Prevención del Burnout



Vamos a ver los puntos que debemos fortalecer para no caer dentro del problema del burnout, también nos pueden ayudar para mejorar nuestra calidad de vida laboral además de prevenir el estrés en el trabajo.



Teniendo en cuenta que estamos en el entorno laboral se deberán trabajar a nivel de organización, a nivel interpersonal (entre nuestros compañeros) y a nivel individual, todos ellos deberán ser programados por la empresa ya que son de tipo organizacional, aunque nosotros hablaremos de algunas técnicas que podremos utilizar a título personal como sería el trabajo con técnicas de reestructuración cognitiva, consistiría en tomar la situaciones problemáticas y volver a evaluarlas y reestructurarlas para que dejen de ser problemáticas.



También es útil que nos adiestremos en técnicas de autorregulación o de control, de gestión del tiempo, de delegación, desarrollo en habilidades sociales, asertividad, de entrenamiento en solución de problemas…. Y todo esto para conseguir que podamos mantener la motivación y el sentido que le dábamos a nuestro trabajo. El cambio será impresionante.



Y si todo esto le añadimos el aprendizaje de técnicas de relajación, yoga… o cualquier otra técnica que nos permita estar en una buenas condiciones para poder afrontar lo que se nos venga.



De este modo será difícil que presentemos algún síntoma del burnout, ansiedad o de estrés en el trabajo.

Intervención en Burnout



La intervención se debe realizar cuando el síndrome de estar quemado ya hace estragos en nosotros. Muchas veces los primeros en darse cuenta de la presencia del burnout son las personas que nos rodean, es muy difícil que si estamos afectados por este síndrome nos demos cuenta de ello, sobretodo cuando ya está muy avanzado. Es bueno en estos momentos que recibamos el apoyo de nuestros compañeros (apoyo social). Una buena calidad de relaciones interpersonales en el trabajo modera el nivel de burnout, juega un importante papel en la satisfacción laboral y aumenta la calidad de vida en el trabajo. La comunicación tiene un papel muy importante.



Como el burnout afecta a muchas áreas de la vida, se debe utilizar un model de intervención de varios componentes integrados de forma que se complementen unos a otros. A nivel individual, se trata de mejorar los recursos de protección o de resistencia para afrontar de forma más eficiente los estresores típicos de la función laboral y potenciar la percepción de control, la autoeficacia personal y la autoestima.



Normalmente se han utilizado intervenciones de tipo cognitivo-conductual como por ejemplo las del afrontamiento del estrés, reestructuración cognitiva, terapia racional emotiva y ensayo conductual. Desde la perspectiva cognitiva es esencial hacer frente a las cogniciones erróneas o desadaptativas, como expectativas irreales y falsas esperanzas.


http://www.adoos.com.uy/post/17041332/psicologo

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