Reflexión sobre el estrés entre docentes

CLAUDIA WESTEDT BLANCO
licenciada en psicología

INMACULADA CARRASCOSA MORENO
licenciada en psicología


Introducción

La finalidad de este trabajo es ofrecer una doble reflexión sobre el estrés real que padecen los docentes y el afrontamiento a este estrés como una autoayuda o prevención.

¿Qué es el estrés?

El estrés es la respuesta del organismo a un estado de tensión excesiva y permanente que se prolonga más allá de las propias fuerzas. Se va a manifestar a través de tres planos específicos: físico, psicológico y de conducta. Dicho de otra forma, lo que le ocurre al sujeto con estrés es que se sitúa en unas condiciones de vida que le llevan continuamente al borde del agotamiento.

El estrés se caracteriza por llevar acumulados un sobreesfuerzo constante, una tensión emocional e intelectual fuerte, un ritmo vertiginoso de vida o un tipo de vida abrumada.

Se describe el Síndrome general de adaptación, que consiste en un conjunto de reacciones fisiológicas coordinadas con las que el organismo responde ante cualquier agente procedente del exterior (agente estresante).

Esta respuesta tiene tres fases:

la fase de alarma, en la que se movilizan las defensas del organismo.
la fase de adaptación, en la que el organismo se acopla.
Si la adaptación no se produce y el agente estresante sigue actuando se entra en la fase de agotamiento.
Síntomas del estrés

Síntomas físicos

Taquicardia; aumento de la tensión arterial; hipersudoración; dilatación pupilar; temblores; excitación general; insomnio; sequedad de boca.

Síntomas psíquicos

Inquietud; desasosiego; miedo difuso; disminución de la vigilancia; disminución del rendimiento intelectual; atención dispersa.

Síntomas de conducta

Imposibilidad para relajarse; perplejidad; situación de guardia-alerta; tensión muscular facial y mandibular; caminatas sin rumbo (ir y venir); frecuentes bloqueos; irritabilidad.

Fuentes de presión laboral

1ª. Alteración docente/dicente

Entre otras: la agresión verbal de los alumnos y confrontaciones; enseñar a quienes no valoran la enseñanza; falto de respaldo de la familia en cuestiones de disciplina; ser testigo de frecuentes agresiones entre los alumnos, etc.

2ª. Dirección/estructura de la escuela

Naturaleza "jerárquica" del Centro; conflictos entre las necesidades del departamento/clase y la dirección, que no atiende a esas peticiones; rivalidad entre docentes de la escuela y mala comunicación etc.

3ª. Tamaño del aula/aglomeraciones

Tener que trabajar en aulas atestadas; mala ratio docente/dicente.

4ª. Cambios que tienen lugar en la enseñanza

Cambios constantes inherentes a la profesión; la falta de información sobre la puesta en práctica de los cambios.

5ª. Evaluación del profesorado

La elevada exigencia de los padres y las madres para obtener buenos resultados; evaluación de la actuación propia por parte de otras personas.

6ª. Falta de estatus o de promoción

Decreciente respeto social hacia la profesión propia; infravaloración social concedida al rol de la enseñanza.

7ª. Falta de personal y de profesorado suplente

Obligatoriedad impuesta para hacer suplencias en áreas ajenas a la especialidad; incertidumbre en cuanto a los periodos de sustitución; etc.

8ª. Ambigüedad del papel del docente

Inseguridad del área que abarca la responsabilidad propia; programas de trabajo poco definidos; sentimiento de insuficiente preparación propia.

¿Cómo afrontar el estrés?

Prácticamente todas las personas, cada una en su medio, se encuentran sometidas al estrés, unos se defienden adecuadamente y otros se vienen abajo. Para afrontarlo hay que estructurar todo un plan que se apoya en las siguientes medidas:

Actitud psicológica: en todo momento hay que conocer aquello a lo que uno se enfrenta, las exigencias que le impone y las posibles consecuencias. Valorar las propias aptitudes a la hora de seleccionar el modo de vida y las actividades. Conviene prepararse para cada situación esperando de ella lo que va a traer consigo, ni más ni menos.
Mantener la vida sana desde el punto de vista higiénico, dietético y físico: llevar una dieta equilibrada y completa (que contenga todos los principios inmediatos y cubrir las necesidades del organismo); evitar el tabaco, el café y el alcohol, y realizar ejercicio físico con regularidad, son puntos básicos para mantener la forma física y evitar la sobrecarga de las tensiones estresantes.
Técnicas de relajación: son sumamente eficaces; hay que aprenderlas con un técnico, pero luego el sujeto puede ponerlas en marcha por sí mismo apenas lo necesite. Hay dos técnicas fundamentales: la relajación progresiva Jacobson y el entrenamiento autógeno de Schultz. La técnica de Jacobson consiste en provocar la contracción y la relajación de paquetes musculares de forma progresiva. El entrenamiento autógeno es un método global que combina mente y cuerpo.
Mantener una situación afectiva estable y satisfactoria es básico para afrontar el estrés. El estar encajado afectivamente, tener amigos, llevarse bien con los otros, y a fin de cuentas, tener un apoyo social es imprescindible.
Organizar el trabajo y el resto de la actividad de modo que el consumo y la recuperación de la energía esté controlado.
Ofrecemos aquí una serie de consejos útiles:

Dedicar diariamente un tiempo a las propias aficiones: leer, oír música, pasear, ir al
cine, etc.
Mantener una comunicación regular y diaria con otras personas.
Programar las actividades sin agobios y no empezar una nueva hasta no haber
acabado la anterior.
Evitar las responsabilidades excesivas y no querer abarcar más de lo que se puede.
Aprender a tomarse un tiempo para cada cosa y priorizar.
Tener en cuenta que nada es definitivo ni irremplazable, todo puede ser y todo se puede hacer, siempre que nos cuidemos a nosotros mismos poniendo determinados límites.
Conclusiones

Por nuestra experiencia laboral, especialmente desempeñándola como ponentes en ciclos de formación al profesorado y como psicólogas en el ámbito educativo, queremos reflejar que algunas de las preocupaciones más frecuentes que nos han sido transmitidas por parte de los docentes han sido la falta de valor y decreciente respeto social concedido a la enseñanza, la realización de tareas administrativas, el mantenimiento de la disciplina del alumnado y la infravaloración a la actividad docente propia.

Por lo tanto, con esta reflexión nos gustaría destacar la importancia de poner en práctica las diferentes técnicas de afrontamiento, especialmente en el ámbito docente, ya que a causa de las presiones anteriormente expuestas, puede ser considerado un grupo de riesgo, frente al estrés.


referencias bibliográficas

MACKAY, M.; DAVIS, M.; FANNING, P. (1986): “Técnicas cognitivas para el tratamiento del estrés”. Barcelona: Martínez Roca S. A.
MARDONES, J. Mª. (1999): “Desafíos para recrear la escuela”. Editorial PPC
MARCHESI, A. (2000): “Controversias en la educación española”. Madrid: Alianza Editorial.
MELIÁN GARCIA, Mª. J. (2001): “Como ser eficaces en la Escuela”. Madrid: Editorial CCS.
ROJAS MARCOS, L. (2007): “La autoestima”. Madrid: Editorial Espasa.
TIERNO, E.: “Educar hoy”. Madrid: Editorial Planeta Agostini, S.A.
VALLEJO NAJERA, J. A. (1988): “Guía Práctica de Psicología”. Madrid: Ediciones Temas de Hoy.

http://www.eepsys.com/cs/arti_2010.htm

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