ÉTICA, ESTÉTICA Y SUBJETIVACIÓN


FRAGMENTOS PARA UNA HISTORIA DE LA ÉTICA,
LA ESTÉTICA Y LA SUBJETIVACIÓN *
Luis Gonçalvez

¿COMO EJERCER UN PODER SOBRE SI MISMOS?

Colocando sobre sí la fuerza (en una relación consigo mismos), los griegos inventan la subjetivación. Es esta concepción de la relación con el sí-mismo, como ethos, lo que está en juego en los estudios de M. Foucault que apuntan a reconsiderar las tradiciones que llamamos éticas.
La ética no es una moral.
La moral se nos presenta como un conjunto de reglas coercitivas que juzga las acciones y las intenciones en función de valores trascendentales, muchas de las veces padecidos como omnipotentes (la verdad, la belleza, la ley, lo divino). La ética, por el contrario, es un conjunto de reglas facultativas que avalan lo que hacemos, pensamos y decimos, constituyendo un modo de existencia.
Moral marxista que deriva en una burocracia pública (el estado socialista argumenta: "ustedes están enfermos por el Estado y sanarán por el Estado"); moral psicoanalítica que deriva burocracia privada (el familiarista-deseante interpreta: "usted está enfermo de la familia y será curado por la familia").
Etica nietzschiana como pensador nómade. Acción y pasión de una experiencia; ("leben nicht uberleben"/"vivir no es sobrevivir"; "sólo podemos evitar la muerte y la locura si hacemos de nuestra existencia un arte").
Artes de la existencia, configurados desde una ética del placer, los griegos antiguos se apropian (en función de "técnicas del sí mismo") de una estética de la existencia.

Los procesos de subjetivación podrán ser pensados como estilos de vida, producciones de un modo de existencia, procesos de individuación particulares o colectivos que caracterizan acontecimientos.
Pensar los procesos de subjetivación en función de reglas facultativas (ético-estéticas) que constituyen modos de existencia, modos de ser y hacer, de pensar y representarse a sí mismos y a las relaciones sociales, nos ubicará en una dimensión pragmática, procesual, afectiva, corporal y local .
Las subjetivaciones serán enteramente variables en función de las épocas y las estrategias de poder, que no pararán de integrarlas, recapturarlas, producirlas, editorializarlas o marginarlas y someterlas a relaciones de fuerzas en función de diagramas institucionales y organizacionales.

TRANSFORMACIONES EN LA SUBJETIVIDAD

Tal como lo plantean G. Galli y N. Perlongher (entre otros) el pasaje del feudalismo al capitalismo posibilita una nueva subjetividad individual y grupal, en donde la grupalidad se conforma en una modalidad de subjetivación que (más allá de la realidad empírica inmediata) se configurará como dispositivo. Nuevo diagrama de poder: la producción disciplinaria de subjetivación capitalista comienza a producir individuos, y los pequeños grupos empiezan a aparecer como una representación que tiende a automatizarse y regular los modos específicos de socialidad (S. Castro, A. Lans).
El modo de subjetivación del régimen político-social feudal produjo un modelo familiar donde el sujeto tenía un vínculo privilegiado con la tierra. Atado a la tierra, plantado en la tierra desde el nacimiento a la muerte, su vida, su cultivo, dependen de los ciclos de la naturaleza.
Su subjetivación es territorial.

El capitalismo produce un encuentro de nuevos flujos de capital y de dinero, se genera un movimiento de moneda, mercancías y símbolos, que hacen que la riqueza se desterritorialice de la posesión de la tierra. Este encuentro de nuevos flujos hace estallar la territorialidad existente, produciendo, en un primer momento, flujos de población en movimiento. La gente abandona sus arcaicos territorios y se produce un fenómeno de nomadismo de masas hacia las ciudades. Se disuelve la familia como unidad doméstica y rural, de producción y consumo. Se desestructura la subjetivación existente y se produce un cambio de clases sociales en el ejercicio y la posesión del poder.

LA CIUDAD DISCIPLINARIA

Surge un nuevo modelo de familia y se construye un nuevo diagrama de ciudad. La ciudad disciplinaria, como nuevo modelo de organización de los grandes espacios de encierro (M. Foucault), se constituye a partir de:
*La utilización óptima de cuerpos y fuerzas en función de una maximalización de los efectos. Hacer que los efectos de poder alcancen su máxima intensidad y extensión (la nueva "mecánica" necesita que las personas trabajen de 12 a 16 horas diarias). El ejercicio del poder se debe hacer lo menos costoso posible (económicamente: gastos mínimos; políticamente: máxima discreción).
*La vigilancia generalizada. Ver sin ser visto. A través de una "óptica" del panoptismo se genera una línea de visibilidad donde el poder hace todo visible con tal de automatizarse y hacerse a sí mismo invisible.
*El establecimiento de un nuevo cuerpo de "normas" y "leyes". Intrincación de ley y norma en un nuevo dominio. La ley nos defiende del peligro de los "errores" y de los "excesos" del poder (poniendo así límites en su ejercicio). La norma asegura, a escala microfísica y a través de mecanismos continuos, reguladores y conectivos, una acción de distribución de los cuerpos en un dominio de valor y utilidad.

ESTADO POLICIAL Y MATRIMONIO.
LA INVENCION DE LA PSICOPATOLOGIA SEXUAL.

El nomadismo de masas es ahora registrado y policiado. Hay que evitar que los hombres se muevan para lo cual se inventa un nuevo y potente dispositivo: el matrimonio.
Al precio de la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción, y mediante un ajuste de los fenómenos de poblaciones a los procesos económicos (Malthus mediante), se desarrollan nuevas tecnologías políticas en la vida cotidiana: medicalización y psicologización de nuestros cuerpos.
El papel de la familia será anclar la sexualidad y constituirse en su soporte permanente. Nos encontramos así, en el siglo XVIII, con un hijo de familia que tiene dos características nada agradables desde el punto de vista psicoanalítico. Por una cuestión de estructura, este hijo de familia oscila siempre entre la impotencia y la culpabilidad. Como es un hijo de familia, sus objetos primarios son incestuosos haciendo esto que su sexualidad caiga bajo una culpabilidad de estructura, puesto que la madre cumple la función "perversa" de ser quien excita al hijo y quien transmite la prohibición de la satisfacción; satisfacción que ella misma invoca. Ese sujeto culpabilizado decide cortar con su madre y busca un objeto sexual "fuera", pero (según Freud) el objeto sexual que busca tiene los rasgos de la madre o la sustituye, por lo cual lo que el sujeto pierde en culpabilidad, lo gana en impotencia (ya que ahora, parte de su libido infantil sigue adherida a la madre, y lo que sigue adherido a la madre, como sabemos, no está disponible para la sexualidad). Lo que, a fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII era un ideal de libertino, se transforma en el siglo XIX en un ideal de la ciencia: proliferación de una psicopatología sexual. Donde otras culturas tienen un arte sexual, nosotros tenemos una ciencia sexual, una psicopatología del sexo. Casanova pasa por una ciudad 20 años después, encontrándose con una mujer que le dice: "yo tengo una hija tuya, sos el padre". Casanova sale con la joven y luego anota en su diario "me sorprendí de no sentir la culpa que los moralistas dicen que hay que sentir"... A Casanova esto del incesto no le iba, ni le venía.
Nuestra "identidad mayoritaria" (hombre, adulto, blanco, rico, heterosexual, europeo medio) surge del resultado del entrecruzamiento manipulativo de microdispositivos de poder .
Cuando en los dispositivos psicológicos de confesión contemporáneos se le alquila la oreja a un paciente para que éste hable de su sexualidad, muchas veces se olvida, o se pierde de vista, que la familia ha sido una creación histórica intencional, producto del encuentro azaroso, intencional y no subjetivo de flujos de poder político-sociales.

Un deseo no está reprimido porque sea incestuoso, sino que es incestuoso ya que está reprimido (G. Deleuze y F. Guattari, "Psicoanálisis y familiarismo: la sagrada familia").
Como sugiere la brasileña S. Fagundez supervisando en "técnica" esquizoanalítica: "amores nao edipianos nao é pouca coisa, nao".

DE LA DISCIPLINA AL CONTROL.
UNA APUESTA POR LO INVISIBLE.

El modelo de producción de subjetividad capitalista produce identidades; fábrica de individuos, agregados subjetivos masivos aferrados a la nación, a la raza, a la imagen star-mediática.
Los procesos de subjetivación actuales se caracterizan por una transformación homogeneizante de la diversidad cultural. Las propias identidades locales desaparecen a partir de las nuevas identidades globalizadas, que se mueven flexiblemente y cambian al ritmo de los movimientos del mercado. Ninguna sociedad tiene los medios para defenderse. La diversidad cultural corre un serio peligro.

Buenos Aires, a medio camino entre América Latina y Europa, inventa para sus adolescentes la anorexia y la bulimia, y para sus mayores, la "cirugía asiliconante", y las dietas y las clínicas de adelgazamiento.

En la videoesfera lo que no es visualizable no existe, argumenta el ex-foquista Regis Debray adelantando que la indiferencia ante las diferencias crece con la reducción de lo válido a lo visible (imposición dictatorial de la ley de mercado, que mide permanentemente con su regla, la distancia entre lo que es y lo que no deberá ser jamás).
"¿Cómo ver perfectamente alrededor de uno sin admitir, al lado, abajo o arriba, cosas invisibles? No necesariamente ángeles ni cuerpos astrales. Realidades ideales, mitos o conceptos, generalidades o universalidades, inmaterialidades o símbolos que nunca tendrían traducciones visuales posibles, aunque fueran solo virtuales, en un ciberespacio. ¿Cómo puede haber un aquí sin un allí, un ahora sin un ayer y un mañana, un siempre sin un nunca?”

La triangulación de la subjetividad según un modo YO/VOS/EL (PADRE/MADRE/NIñO) diagrama un juego de identificaciones familiaristas, de transferencias personológicas y de imitaciones estandarizadas que desembocan en formaciones grupales primarias replegadas sobre el padre, el jefe, los star-mass mediáticos (cantantes, periodistas, modelos, futbolistas, etc).
La mayor parte de las instancias de comunicación, reflexión e intercambio, han quedado disueltas o dispersas, en favor de un nuevo individualismo y una nueva soledad.
La disminución de las distancias geográficas o geométricas en la ciudad moderna ha generado la paradoja de aumentar las distancias sociales, comunicacionales y afectivas.
El shopping es el paradigma de una nueva forma de relación: mucha gente, cierto anonimato y ningún compromiso. Como cápsulas especialmente acondicionadas por las líneas estratégicas del mercado (luces funcionales que eliminan el amenazante claro/oscuro, aire que se limpia en el reciclaje de los acondicionadores, temperaturas siempre agradables y “benignas”) se eliminan los extremos de lo urbano, los cuerpos se amoldan a su ritmo y estructura, perdiendo capacidad de reacción.
La densidad del orden gravitacional se transforma en velocidad de los fluídos. Decrecen los espacios y aumenta la superficie, quedándonos adentro con grandes vacíos (los teléfonos celulares y la capacidad de consumo indiscriminado alivia momentáneamente esta nueva tortura).
La personalidad básica que Freud ligó al capitalismo pre-industrial en su carácter anal obsesivo, ligado a la disciplina del trabajo, al ahorro y a la postergación de satisfacciones, estalla por el nuevo diagrama institucional de las sociedades de consumo. Estimulado permanentemente a consumir y a cambiar permanentemente de objeto, el individuo “postmoderno” ya no posterga la satisfacción. Los vínculos libidinales se viven como mercancías, descargando libido en forma primitiva, pero en objetos impersonalizados, reproduciéndose constantemente sus vacíos e integrándose fácilmente a lo social.
La pequeña empresa familiar deja lugar a la organización corporativa. El rol del padre pierde la infraestructura de su poder. Su importancia en el desarrollo psico-afectivo del niño pierde consistencia. La autoridad, ahora impersonal e ilimitada, aparece difuminada y dispersa por todas partes. Nuestro yo, más débil, arcaico y narcisista, aparece cada vez más, ligado al consumo; el marketing como instrumento de control social "forma la raza impúdica de nuestros amos" (¡llame ya!, ¡ya!, ¡YA!).
Pero ¿contra quién nos rebelamos entonces, si papá ya no ocupa su lugar?
Las viejas formas de lucha y los sistemas representativos heredados de la concepción y la percepción de las relaciones sociales del siglo XIX, se revelan obsoletas y contradictorias. El deseo reaccionario, así como el deseo de cambio de la gente, está desparramado por todas partes en el conjunto del campo social. El deseo toma formas, en un lugar u otro, en función de las relaciones de fuerzas. Se puede decir del fascismo, al mismo tiempo, que es superpotente o de una debilidad irrisoria. El capitalismo está obligado a construir e imponer sus propios modelos deseantes, siendo esencial para su supervivencia conseguir que las grandes masas que él explota los interiorice. Así se va modelando un cierto tipo de "dividuo"-productor-consumidor (divisible en tantas partes como la lógica de mercado y sus estrategias de marketing lo requieran), tanto en el área de la producción social como en el área de la producción deseante.

No se trata tampoco de defender a las identidades locales contra las identidades globales. La referencia identitaria es la que, en realidad, debe ser sustituida por la producción de procesos de singularización y de creación existencial, modelados por la multiplicidad de los acontecimientos.
En este mismo sentido quizás habría mucho que aprender de las viejas máquinas de guerra de los nómades y su oposición a todo aparato centralizador de Estado.

EL ESPIRITU INVISIBLE DE LOS MONTES.

Uruguay sigue siendo el país de la paradoja. Tuvimos una cárcel de presos políticos en el pueblo Libertad. Tenemos un Estadio Charrúa en el Parque Rivera. Le pedimos a los descendientes de españoles, vascos e italianos que utilicen la sangre y la garra charrúa en las competencias deportivas.
En ningún manual escolar o tratado de ética del Uruguay figura lo que aun queda vivo de nuestras culturas indígenas:

*Una ética libertaria de abierta tradición democrática. La posibilidad de vivir en comunidad con un eje que no sea ni el egoísmo ni la codicia. El prójimo puede ser tu amante y tu hermano y no necesariamente un enemigo y competidor. Voluntad vital donde el poder del hombre se basa en el bienestar físico y espiritual del grupo y su relación armónica con todo lo que lo rodea. Amor por la familia y la amistad.
Comercio sagrado: en su lengua indígena este comercio sagrado no significa comerciante, ni cliente, ni siquiera amigo, sino "aquel con quien intercambio regalos". Los niños aprenden desde chicos a respetar al huésped, a obsequiarle comida, a intercambiar con él. Etica de la hospitalidad y la confianza. Estas ofrendas operan como fuerza mística que da cohesión al grupo y lo vitaliza en una especie de comunión. El hombre que no ofrenda generosamente a otros (que se rehusa a donar o recibir regalos) no es un ser integrado en la comunidad. No intercambiar significa romper ese fluido que une a los hombres.
Devenir-animal: los charrúas encuentran un aliado inesperado en el caballo, introducido por los conquistadores. Rechazando la postura del español frente al caballo (quebrarlo por la fuerza para domarlo), el indio incorpora al caballo a la toldería (lo antropologiza) y el animal deviene-indio. El charrúa se convierte en un jinete temible para sus enemigos occidentales: duerme sobre el animal, lancea de costado protegido por el cuerpo del caballo.
Devenir vegetal: el indio no concibe a la tierra como mercancía ni como enemigo a vencer, sino como algo vivo que forma parte de la herencia cultural recibida. La tierra deviene-indio y protege a quien no la detesta: rimedio'e yuyos.

*El espíritu de resistencia. El hombre blanco introduce el alcohol y sus enfermedades para poder mejor dominar. Los aztecas se autosacrificaron concientemente por ser religiosos hasta el suicidio (al creer que Cortés era el dios Quetzalcoalt que regresaba). Los mayas practicaron hasta el extremo el minimalismo expresivo y como en un devenir sin tiempo desenmascaran, 500 años después, la dictadura político-militar criollo-mestizo-mejicana. TODOS SOMOS MARCOS. El pasamontañas de los guerrilleros mayas condensa el devenir invisible de un pueblo escondido en las montañas. Los charrúas "siempre peregrinos y siempre en su patria" (frase que resume su espíritu andariego y errabundo, como lo señala en su investigación D. Vidart), en sus tres siglos de resistencia y combate le producen más bajas a los españoles que ningún otro pueblo de América, pese a su escaso número. Inconvertibles a la fe católica por el odio desarrollado hacia el conquistador español (su perseguidor implacable), demuestran en el combate una ética de la hospitalidad (que más tarde se llamó Derecho de Asilo), asilando, curando y devolviendo a los heridos y prisioneros. Estrategas de lo nómade, siempre variando su rumbo, los charrúas nos legaron un espíritu de altiva resistencia y de valor indómito, luchando denodadamente en las peores condiciones posibles, con un ánimo de echar para adelante en los momentos difíciles. Al igual que los yorubas sacrificaban sus deidades de fertilidad (para que sus mujeres no fueran engendradas por el esclavista portugués a la fuerza) y conservaban a Ogúm y Xango (las deidades de la guerra y la justicia), las madres charrúas (siempre cariñosas con sus hijos y a quienes cargaban junto a su cuerpo permanentemente) llegaron al sacrificio de lactantes en estados de necesidad; acto imprescindible al ser acorralados y para no ser descubiertas por el llanto de los niños, protegiendo así a los guerreros (defensores del grupo genético y cultural).

*Una estética de las pasiones alegres. No desconfiar del cuerpo y celebrarlo como una fiesta. Unirse o separarse según soplan los vientos de la pasión y no por orden de juez, cura o técnico alguno. Hombres de palabra, a la traición seguía la declaración de guerra. Hombres sabios (era lo que significaba Sepé en su idioma), conocedores de la fauna y de la flora que los rodeaba (y a la que usaban en rituales de sanación), eran especialistas en el éxtasis y en las predicciones de lo por-venir.

*La subjetivación del entorno. En una tribu la subjetividad no produce individuos. Quien entiende a un indígena en su medio difícilmente podrá olvidarlo. Al ignorar la escisión hombre-naturaleza, no se sienten individuos, con lo que siguen teniendo (en el corazón de sí mismos) el sentido de pertenencia y de comunidad. Los pueblos de la floresta y sus territorios sagrados se pertenecen, son uno solo. Selva e indígena forman una unidad. La tierra no puede tener propietarios, es de todos y de nadie. Siempre más cerca del ser que del tener, si desaparece la selva desaparece el indio.
El indígena amazónico ha usado del bosque y del agua para proveerse de todos los bienes materiales, para satisfacer las necesidades de sus integrantes, sin jamás destruirlo. Pero, a la vez, ha descubierto en la naturaleza un mundo espiritual que le sirve de soporte y fuente de vitalidad a su cultura. Para el indígena maya todo objeto (por pequeño que sea) tiene un lugar en el universo. Actuar con él, sobre él, o por medio de él, produce un movimiento general que repercute en el orden natural y social. El árbol tiene un "dueño" espiritual, de sus hojas se nutren ciertos insectos que, a su vez, son alimentos de un pájaro y así sucesivamente. Estas cadenas de situación, de fracciones vivas es conocida y dominada por el mundo indígena.
Armonía con el medio ambiente: el equilibrio no es consecuencia de una superestructura económica sino de una subjetivación del entorno. El universo se toma en su integridad (no solamente LO VISIBLE) y de él se participa comunitariamente en comunión con la naturaleza. El hombre es un elemento más de la naturaleza, hecho de sus frutos . La relación con la tierra es así una relación sacralizada y de profundo respeto. En el ritual sioux del Temascal, que se realiza en un Sauna de Purificación (que representa el útero de la Madre Tierra), se insta a los participantes a entrar de rodillas como forma de reconocimiento de que no son superiores a cualquier otra forma de vida, pronunciando el término MITAK'OYAS'IN' ("por todas mis relaciones"). Se realizan cantos sagrados y plegarias, agradeciendo al Gran Misterio por sanar nuestros corazones, produciéndose una sintonización con un mundo arquetípico espiritual.

EL ARTE DE LA SANACION.

El proceso de subjetivación que aquí defino como subjetivación del entorno, F. Guattari lo trabaja como agenciamiento territorial, distinguiéndolo de los agenciamientos no territorializados y de los agenciamientos procesuales ("El nuevo paradigma estético"). El agenciamiento territorial, si bien no constituye una etapa histórica en particular, sí constituye un territorio existencial que hace aquí, a la vez, tierra natal y pertenencia, adhesión al clan y efusión cósmica. La estetización del espacio es global y los objetos se instauran en relaciones transversales, vibratorias, que les confieren un alma y un devenir ancestral, animal, vegetal, cósmico. Las producciones de subjetividad incluyen cantos y danzas rítmicas, relatos sobre los antepasados y los cuerpos de los dioses.

Viajando por Bahía y La Habana, caminando por Sur y Palermo, aprendí que si todos los días fueran festivos las ciudades serían más misteriosas. El inconciente en el Pelourinho, en Guanabacoa, toma forma de danza y de ritmo (de ahí el absurdo del psicoanálisis en estas latitudes). La sensualidad de la vegetación y de sus frutos, los cuerpos y sus ritmos, la miseria y la promiscuidad, absorben al mundo mayoritario mediante devenires animales, vegetales y musicales. La capoeira, el afoxê, el candomblê, la rumba y la columbia son literalmente un hechizo, un encantamiento cultural que tiene la potencia de absorber y de afectar los cuerpos, metabolizarlos y arrastrarlos en un devenir sin tiempo.
En los rituales sioux, caboclos de pajeranza o negros del candomblé en que participé, siempre existió una conexión entre sonido y cuerpo. Los sonidos, en las ceremonias medicinales, pertenecen más a la naturaleza humana que las palabras. El cuerpo tiene varios modos vibratorios. La enfermedad, una alteridad maléfica, el estrés, alteran dichos modos. Cuando se le presenta al cuerpo un sonido apropiado, el cuerpo se sintoniza con el sonido (ritmos, cantos, íconos), se armoniza y misteriosamente sana. Para dichos chamanes los eventos del macrocosmos se asimilan a los del microcosmos (al igual que en las concepciones orientales de sanación). El trabajo sobre formas materiales invoca la presencia de entidades inmateriales; utilizándose el amor y la energía sexual como energía curativa.
Como dice Jorge Amado, tenemos ojos de ver y ojos de no ver, todo depende del estado del corazón de cada uno. El patrón común de sanación vivenciado en estos rituales ceremoniales fue la utilización del amor como energía de comunicación. La religión llevada a su sentido fundamental, "religar", unir: reagrupamiento tribal que refuerza los lazos comunitarios y calienta el cuerpo social, viviendo lo negro e intuyendo la libertad del indio. El amor como poder sanador: sentimiento de conexión y unidad de las cosas que abre nuevos canales de vida y recrea espacios colectivos vitales con todo el universo.

EL CUERPO LLENO DE LA TIERRA

En nuestro continente la naturaleza y el hombre fueron divorciados el 12 de octubre de 1492. ¿Cuántos indígenas ardieron en la hoguera por creer que la naturaleza era sagrada? Cualquier ecologista que fuera metido en una máquina del tiempo y despertara indígena sería condenado por estar poseído por satanás. En aquellos tiempos la ecología era considerada idolatría y se pagaba con la vida. Durante siglos la naturaleza fue considerada una bestia salvaje a la que hay que domar; primero en nombre de dios, luego en nombre de los doctores criollos de la independencia. Actualmente a la naturaleza hay que protegerla y somos todos verdes: las cadenas de televisión, el FMI, el Banco Mundial, los fabricantes de bebida, de autos, de antisudorales; el Cabo Polonio es declarado por Chiruchi "monumento nacional a la duna" (SIC).
En cualquier caso, ya sea si hay que dominarla o si hay que protegerla, la naturaleza sigue estando separada de nosotros.

Comenzamos a hacer concientes que los procesos son irreversibles:
*Pérdida de bio-diversidad en especies. Al extinguir el hombre especies animales y vegetales, fruto de la diversidad, se pierden las memorias y los almacenes genéticos de la evolución de miles de años.
*La radiación emergente de los procesos nucleares e industriales no pueden ser absorbidos natural y equilibradamente, produciendo mutaciones, nuevos síntomas y muertes permanentes en la naturaleza.
*El vertedero de productos químicos en el agua, que no es capaz de ser modificado y transformado naturalmente, contamina ríos, lluvia y luego el suelo y la tierra...

¿Podrá la depredación sistemática, la marginalidad opresiva, la soledad, la ociosidad, la angustia, dar lugar en nuestra cultura a la investigación y la creación, a la reinvención del entorno y al enriquecimiento de los modos de vida y de nuestra sensibilidad?




PODER vs FE
Quando a solidao apavora.

En un tiempo no tan remoto, a la creatividad como a muchas otras cosas, la movía la fe y el sentimiento. En la actualidad, mercado, dinero y rentabilidad han suplantado a la fe.
Para Alexander Lowen (creador de la Bioenergética), la individualidad verdadera sólo puede existir en una comunidad donde cada miembro es responsable por el bienestar del grupo y donde el grupo es responsable por las necesidades de cada uno de sus miembros. Egoísmo y fe son diametralmente opuestos. La fe surge y crece desde las experiencias personales positivas. Toda vez que alguien es amado su fe aumenta, desde que responde al amor.
En los pacientes deprimidos de hoy, sus historias personales muestran siempre una falta de amor. La fe es además, en su potencia colectiva, cualidad del ser espiritual (como subjetivación del entorno como aquí desarrollé, como espiritualidad del cuerpo como plantea Lowen): potencia afectiva de estar en contacto consigo mismo, con la vida y con el universo, la fe es un puente intensivo que liga pasado y futuro. Un hombre con fe deviene animal y vegetal: sensación de estar asentado en su propio cuerpo, en su propia naturaleza animal y en su humanidad de hombre-natura. La fe es un fenómeno bio-energético y no una creación psíquica o evangélica-institucional.

"EL SUR". EL PODER DE LA FE.
Cantando eu mando a tristeza embora.

Los ritmos afro-uruguayos, afro-brasileños y afro-cubanos hijos del sincretismo entre razas y tribus están entre nosotros. Devenir-animal de una música de infinita vitalidad que, a esta altura, ha probado ser inextinguible y contagiosa.
En la gran feria de las apropiaciones, el hombre blanco occidental no quiere renunciar al carnaval pero teme al Otro (quiere los tambores, pero se cuida de los negros; asume las máscaras pero rechaza la libertad y la potencia de sus cuerpos). El candombe y su calenda siguen siendo un canto para no matar la sensibilidad que aun queda en nuestros cuerpos. Lo que queda vivo de nuestra cultura uruguaya lo recrean ellos desde hace más de dos siglos.
Los conquistadores vinieron a América a buscar plata, oro y palacios. Saqueando y apropiándose de las tierras sagradas de los nativos, trajeron luego esclavos de Africa para que las trabajaran en su beneficio: así se construyó el mayor imperio económico y militar del nuevo orden internacional. Cinco siglos más tarde América les devuelve amor a la vida, sensualidad, calor y color humano, mediante ritmos que están más allá del negocio y del dinero. Sentimientos y afectos, esperanzas y deseos ... FE

...para os americanos branco é branco, preto é preto, (e a mulata nao é a tal). bicha é bicha, macho é macho, mulher é mulher e dinheiro é dinheiro. e assim ganham-se, barganham-se, perdem-se, concedem-se, conquistam-se direitos. enquanto, aqui embaixo a indefiniçao é o regime e dançamos con uma graça cujo segredo nem eu mesmo sei. entre a delicia e a desgraça, entre o monstruoso e o sublime ...

GENEALOGIA DE UNA TRAICION

La traición está inscripta en la génesis de nuestra orientalidad. Sal si puedes: metáfora siniestra del engaño y la traición. Salsipuedes y Mataojo reflejan (en la historia-acontecimiento encarnada en los cuerpos de las "chinas", las "crías" y los heridos sobrevivientes que logran escapar) la resistencia del pueblo charrúa para luchar contra su destribalización.

Bernabé y Fructuoso Rivera fueron simplemente los ejecutantes del "gatillo de un arma cargada desde mucho tiempo atrás". A estas tierras, que luego serían la República Oriental del Uruguay, no llegaron parejas como a los EEUU sino hombres solos. Conquistadores (EL PADRE) que violaron a la india (LA MADRE) dando nacimiento al mestizo. Este mestizo odió luego al padre (a quien identificó con la opresión y el abandono) y también a la madre (que lo volvía a identificar con la sumisión y la esclavitud); pero fundamentalmente odió a su medio hermano: el indio, el blanco. Ese odio entre hermanos (y hay masacres en la historia sólo reservadas para los hermanos), tuvo origen geopolítico y económico pero también sexual.

Los gauchos (odiados por no ser ni indios ni blancos) se despedazaron por una divisa en guerras que no les pertenecían. Los conquistadores que viniendo desde el mar (que para el nativo era otro cielo), llegaron a una tierra en donde la naturaleza parecía gritar que "el hombre ha nacido para ser". Y para que el hombre no fuera martirizaron a esos nativos que vivían en un imperio de niños. Esos nativos que intuían que el saber empieza donde termina el temor. Los conquistadores les inculcaron lo contrario: sólo el temor a Dios podrá dar comienzo a la sabiduría, y les inculcaron nuevos pecados y nuevos castigos. Proclamaron el amor en nombre de la matanza, declararon el humanismo en nombre del exterminio.

¿Quienes eran los conquistadores? Eran los expulsados de una España parasitaria gobernada por reyes, militares y clérigos corruptos. Y no estaban en condiciones de crear ningún sentimiento profundo con sus colonizados. Cabalgando entre charcos, entre lunas y playas de nuestra costa, descubrieron con amargura que aquí no había nada de lo que vinieron a buscar: ni torres de sol amuralladas de plata, ni villas empedradas en diamantes. La mirada furiosa del conquistador no vio más que potreros, campos infinitos, animales y nativos desnudos. El indio, ante el malón blanco, huyó y se amparó en los montes. La india, engendrada por la fuerza, dio a luz hijos a quienes sólo la unió la servidumbre hacia el padre. El indio volvió y luego se llevó a la mujer del conquistador. Y ese hijo mestizo no se adaptó ni a la codicia del padre (al que aborreció) ni a la servidumbre de la madre (a la que rechazó). Ese mestizo no llegó a tipo racial, ni a sub-raza, ni a persona para quienes lo desangraron; las personas eran estancieros, curas, militares, navegantes o pulperos y él no era nada de eso: era un mestizo.
Donde hoy se habla de crisol de razas no hubo más que dos fuerzas antagónicas desangrándose. Hasta hoy usamos para designar al acto de hacer el amor la palabra coger, que el conquistador usaba para dominar, atrapar y vencer.
Ese odio al padre y a la madre permitió un odio más importante: el odio a los hermanos.
Muchos criollos morenos mataron indios a cambio de un uniforme de mala muerte y sin siquiera sueldo, salvo lo que pudieran robar. También eran morenos los que 150 años después masacraron una generación de jóvenes en Argentina: 30 mil detenidos-desaparecidos. En vez de caballos iban en Ford Falcon sin chapa. Sólo cambió la tecnología.

... quando você for convidado pro subir no adro
da fundaçao casa de jorge amado
pra ver do alto a fila de soldados, quase todos pretos
dando porrada na nuca de malandros pretos
de ladroes mulatos e outros quase brancos
tratados como pretos
so pra mostrar aos outros quase pretos
(e sao quase todos pretos)
e aos quase brancos pobres como pretos
como é que pretos, pobres e mulatos
e quase brancos quase pretos de tao pobres sao tratados ...

Nuestra historia difícilmente se pueda entender, mientras no se tenga en cuenta que en su origen hay una gota de sangre y una gota de semen, la de la violación original.
Wilhelm Reich al estudiar el odio entre hermanos, no encontró sólo una base económica. El fascismo no es simplemente una idea política sino una postura sexual frente al mundo, y por eso lo contrario del fascismo suele ser el orgasmo.

Bibliografía:

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Nietzsche, Friedrich: “El caminante y su sombra”, M.E.; “Así hablaba Zaratustra”, Edime.
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Reich, Wilhelm: “La irrupción de la moral sexual”, Homo Sapiens; “Pasión de juventud”, Paidós; “Psicología de masas del fascismo”, ECO.
Tótoro, Dauno y Thibaut, Emiliano: “Zapatistas”; Liberarte.
Vidart, Daniel: “El mundo de los charrúas”, Banda Oriental.
Wolf, Fred Alan: “La búsqueda del águila”; Los libros de la liebre de Marzo.

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